Este miércoles se llevará a cabo la votación de la medida en el Senado
Por su parte, el suspendido titular de Educación apuntó al mal uso de la acusación constitucional y aseguró que ni él ni la ex ministra Yasna Provoste merecían ser blanco de esta medida. Hasta la instancia llegaron varios integrantes del gabinete de Piñera para mostrar públicamente su respaldo al aludido jefe de cartera.
El suspendido ministro de Educación, Harald Beyer, se hizo presente en la primera jornada de análisis en el Senado de la acusación constitucional en su contra, para llevar a cabo su defensa y con esto tratar de convencer a los parlamentarios presentes de rechazar la medida que podría significarle su destitución. En sus argumentos prevalecieron principalmente dos lineamentos: las medidas tomadas por el titular, particularmente en el caso de la Universidad del Mar y las acreditaciones irregulares de la Comisión Nacional de Acreditación, y los impedimentos que ha tenido el propio gobierno para fiscalizar y combatir el lucro en la educación.
Así mismo, tal como ya lo había hecho varias veces antes, el titular apeló a que la acusación se estaría usando con fines políticos, en el contexto de la instalación de las demandas del movimiento estudiantil y el inicio de las carreras de los candidatos presidenciales por el sillón de La Moneda. «Soy el segundo ministro de educación que enfrenta una situación como esta y Chile no necesita que más ministros de educación enfrenten acusaciones como esta. Así como la ministra Provoste no merecía esta destitución, tampoco creo que yo deba ser objeto de ella», aseguró.
Por último y en la misma línea, llamó al Senado a votar a conciencia y a » detener el uso de este instrumento para hacer juicios políticos que la educación de nuestros niños y jóvenes no se merece».
Fueron sus abogados defensores, los constitucionalistas Enrique Barros y Jorge Bofill, los que abordaron los puntos más jurídicos y técnicos de la argumentación. El primero en abrir fuego fue Barros quien aseguró que «en materia de reglamento, no hay absolutamente nada que imputar seriamente al ministro Beyer». El abogado fue incluso más allá y acusó que la aprobación de la acusación representaría incluso un «golpe constitucional». Además apuntó a los riesgos de utilizar una medida de este tipo, la cual debe ser ocupada sólo en casos «extremadamente graves» y no con «fines políticos».
Así mismo, Barros respaldó lo dicho por Beyer sobre la imposibilidad del gobierno de regular el lucro en la educación. El jurista apuntó a que la propia Comisión Investigadora del Lucro de la Cámara de Diputados ya había detectado previamente la escasa regulación y falta de mecanismos existentes en el sistema chileno para regular esta materia. «Ante conclusiones tan contundentes es inaceptable asumir que en Chile rige un régimen que evite estas situaciones», dijo.
Según Barros, la acusación tiene «un problema de proporcionalidad», ya que no se podría destituir a un ministro «por no contestar cartas, por muy dignos que sean sus remitentes». «Las imputaciones contra el ministro Beyer no son efectivas, pero aunque lo fueran, no corresponden a las que son causal de una acusación constitucional», enfatizó. Uno de los argumentos de la acusación constitucional es que Beyer no atendió correctamente a las denuncias de lucro en la educación superior ni asistió cuando debía a la Cámara de Diputados para discutir el procedimiento aplicado en el cierre de la Universidad del Mar. «El ministro Beyer no es la causa del problema de la educación en Chile. Ha dado pasos importantísimos hacia la calidad de la educación y para abordar el problema del lucro», concluyó.
«La acusación está viciada y si el Senado la hace suya, la decisión también lo estará», añadió por su parte el abogado defensor Jorge Bofill, quien aseguró que la medida en contra del titular de Educación «carece de base jurídica».
Este miércoles se llevará a cabo la segunda jornada y votación de la medida en la cámara del Senado.
Horas antes de que la acusación constitucional comenzará a ser abordada por la sala del Senado, el propio Presidente de la República hizo un último esfuerzo por inclinar el panorama a favor del gobierno y llamó a los parlamentarios a «no dejarse llevar» por las órdenes de sus partidos a la hora de votar el recurso.
El emplazamiento causó resquemores entre los senadores quienes respondieron molestos al llamado del Mandatario. El senador y presidente de la Democracia Cristiana fue uno de los más severos al replicar los dichos de Piñera. «Aquí no hay órdenes de partido, pero hay conciencia y un poder autónomo. Este es el Senado de la República, por tanto, le quiero recomendar con mucho respeto al Presidente Piñera, que hay momentos para guardar silencio y que se dedique a gobernar».
En la misma línea, Walker sostuvo que los senadores no aceptarán que el «Presidente de la República nos dé indicaciones o sugerencias permanentes acerca de cómo debemos comportarnos, qué debemos hacer, y poco menos, cómo debemos votar frente una acusación constitucional».
Una extensa concurrencia de ministros llegaron para manifestar su apoyo al suspendido ministro Beyer, en una jornada crucial para lo que será la continuidad de su carrera al interior del gabinete. Aunque las expectativas son poco alentadoras, debido a la presión que ha ejercido el movimiento estudiantil sobre los senadores para que respalden la acusación en señal de terminar con el lucro en la educación chilena, las filas de jefes de carteras se hicieron presentes desde temprano en la sala.
A las 10:00 arribó la vocera de Gobierno, Cecilia Pérez, junto a los ministros Carolina Schmidt (Sernam), Cristian Larroulet (Segregob), Luciano Cuz-Koke (Cultura), Andrés Chadwick (Interior), Pedro Errázuriz (MOP), así como también el reemplazante de Beyer, Fernando Rojas (subrogante de Educación).
