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Los trabajadores portuarios presentaron una querella por amenazas y golpizas y no quieren dar su brazo a torcer con la movilización iniciada el 16 de noviembre. Así lo dejó entrever el dirigente Francisco Acosta: «Vamos a seguir más radicales hasta llegar a un entendimiento con Von Appen, que en estos momentos es el único que no quiere dar la cara, así que vamos a seguir luchando por el bien de los portuarios», dijo. En la tarde de este lunes, se registraron nuevos incidentes en el barrio Puerto.
Ya son 31 días desde que inició la movilización de los portuarios en Valparaíso, y los trabajadores no quieren dar su brazo a torcer. Incluso, están dispuestos a radicalizar la protesta, y esta tarde se registraron nuevos incidentes con Carabineros en el frontis de la sede del sindicato que da a la estratégica avenida Errázuriz.
«Vamos a seguir más radicales hasta llegar a un buen consentimiento con Von Appen, que en estos momentos es el único que no quiere dar la cara, así que vamos a seguir luchando por el bien de los portuarios», dijo a CNN Chile el dirigente Francisco Acosta.
Respecto a la posibilidad de recibir una contrapropuesta por parte de la empresa, Acosta señaló que «esperemos, ha habido reuniones, estamos esperando. Mientras tanto, estamos con unos colegas arriba del techo del sindicato N°1, manifestándonos y siguiendo el mismo camino».
«Yo creo que la parte no quiere dar el brazo a torcer. El orgullo del señor Von Appen es el que aquí nos tiene parados en ese sentido. Se logró algo, pero no es mucho. Mientras tanto, seguimos radicales», agregó el líder de los portuarios que en las últimas protestas han amenazado con boicotear la tradicional fiesta de Año Nuevo en el puerto.
Por otra parte, el alcalde de Valparaíso, Jorge Sharp, insistió en que para poner fin al conflicto, que se extiende desde el 16 de noviembre, es necesaria la intervención del Presidente Sebastián Piñera.
«Este no es un conflicto entre privados, es un conflicto entre actores que juegan un rol fundamental en un recurso público que es un puerto. Jurídicamente, claro, uno podría pensar que acá hay una negociación entre un empleador y un grupo de trabajadores, pero esto no es un retail«, dijo Sharp.
Además, aseguró que «ese argumento que fue el que primero se esgrimió por parte del Gobierno ha quedado completamente fuera de tono y hoy lo que se requiere es solicitar que el Gobierno intervenga».
Sin embargo, la ministra de Transportes, Gloria Hutt, dijo que es un tema local y puntualizó que el rol del Ejecutivo en el conflicto portuario es «facilitar» y no ser «parte de las negociaciones». Desde Hacienda, en tanto, el ministro Felipe Larraín se ha limitado a expresar su preocupación por el tema, pero sin tomar cartas en el asunto.
«Está en juego que Chile sea un proveedor confiable (…). Esperamos que la mesa que se ha constituido y las negociaciones que existen lleguen a buen término. El llamado es a intensificar el diálogo y también un llamado a la responsabilidad”, indicó el secretario de Estado.
Mientras tanto, se espera que Ultraport y el grupo Von Appen hagan una propuesta distinta a la última, que implicaba un préstamo de 400 mil pesos por trabajador y una gift card de 150 mil pesos.
El reloj corre también para los involucrados, porque entre más tiempo pasa, mayores son las pérdidas. De acuerdo a la información entregada por la empresa Terminal Pacífico Sur (TPS) a la Comisión para el Mercado Financiero, hasta el viernes 14 de diciembre, han perdido cerca de US$2 millones debido a la paralización.
Los trabajadores además este lunes presentaron una querella acusando persecuciones de vehículos sin patentes, además de llamadas anónimas amenazantes y golpizas a dirigentes.
Los portuarios llegaron hasta el Tribunal de Garantía de Valparaíso para interponer una denuncia por amenazas y lesiones, informó Cooperativa.
En ese sentido, Pablo Klimpel, dirigente sindical, dijo que «Carabineros los detienen, los reprimen, les pegan en el suelo, ustedes pueden ver cómo (el trabajador) está apaleado, y luego entra al bus de Carabineros y adentro le pegan, y él vio cómo el carabinero se autoinfligía cortes».
«Hablamos con el Instituto de Derechos Humanos (INDH), vamos a presentar una denuncia pública para probar que esto fue un montaje, y estudiantes y dirigentes sindicales que han solidarizado con nosotros han recibido amenazas de autos que los siguen, a uno le pegaron, lo amedrentaron diciendo que no siguiera apoyando el paro del puerto», agregó.
El dirigente también sostuvo que «con una situación de violencia que no solo nos acusan a nosotros, sino que también violencia por parte de la empresa que está sobornando trabajadores. El intendente (Jorge Martínez) hoy dio una declaración de que al menos 100 trabajadores eventuales estaban trabajando, lo que es mentira».
