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Reemplazo de obispo Bernardo Bastres: el próximo mandamás de la iglesia Católica de Magallanes podría romper la regla y ser diocesano PAÍS

Reemplazo de obispo Bernardo Bastres: el próximo mandamás de la iglesia Católica de Magallanes podría romper la regla y ser diocesano

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El Papa Francisco, a través de su Embajada (Nunciatura) en Chile, ha comenzado la búsqueda de quien podría ser el sucesor del renunciado Bernardo Bastres, y para ello han sido consultados algunos laicos católicos comprometidos de la Región de Magallanes, sobre el perfil que debiera tener el nuevo líder de la iglesia Católica magallánica.


Ha sido la tónica que los obispos que ha tenido la Iglesia Católica en la Región de Magallanes y Antártica Chilena pertenezcan a la Congregación Salesiana, pero ello podría cambiar con quien suceda al renunciado actual obispo Bernardo Bastres Florence, alejamiento oficializado por el Vaticano el pasado 22 de diciembre.

Temporalmente, monseñor Bernardo Bastres quedó con la fórmula “nunc pro tunc” (ahora para entonces) que establece que dicha renuncia se hará efectiva con el nombramiento de su sucesor.

“Hace tiempo, venía reflexionando, evaluando y rezando ante Dios, mi desempeño como Pastor de esta querida Diócesis, y con la confianza de un hijo, le presenté al Santo Padre la renuncia al gobierno pastoral de la Diócesis, por razones estrictamente personales. Por esto, mi gratitud al Papa, por su comprensión y acogida”, dijo en una declaración escrita el obispo Bastres, luego de conocerse su dimisión al cargo.

Además, argumentó que “entre las razones que puedo compartir con ustedes, se encuentran todos los acontecimientos que nos ha tocado vivir en estos años y como ellos no sólo han golpeado a nuestra Iglesia, sino también me han afectado personalmente. Me he visto sobrepasado y limitado para responder como merecen ser enfrentados y asumidos”.

Bastres, quien fue superior de la Congregación Salesiana, fue nombrado obispo de la diócesis en Magallanes por el entonces Papa Benedicto XVI, y asumió el 4 de marzo de 2006, en reemplazo del obispo emérito de la Iglesia en Magallanes, monseñor Tomás González Morales, también salesiano.

El nuevo obispo asumió la dirección de la iglesia Católica en la zona austral heredando denuncias por abusos sexuales y la desaparición del estudiante salesiano, Ricardo Harex, ocurrida el 19 de octubre de 2001, tras haber acudido a un asado de un amigo.

Por esta última causa incluso Bastres debió declarar ante la justicia en varias oportunidades y además ante la comisión especial que se formó en la Cámara de Diputados hace algunos años.

Los cuestionamientos radican en una eventual protección del obispo Bastres al fallecido sacerdote salesiano Rimsky Rojas, entonces director del Liceo San José, donde estudiaba Harex su cuarto medio al momento de desaparecer. Se presume que Rimsky Rojas habría tenido conocimiento o eventual participación en la desaparición del estudiante, aunque ello nunca fue establecido en la investigación judicial. Rojas se quitó la vida en 2011 cuando ya se había iniciado una investigación en su contra por una denuncia de abuso sexual cuando él era educador en un colegio salesiano en Valdivia.

La sucesión

El Papa Francisco, cabeza de la iglesia Católica, a través de la embajada (nunciatura) del Vaticano en Chile, ya comenzó a buscar quién podría ser el sucesor de monseñor Bernardo Bastres, y para ello algunos laicos comprometidos han sido consultados sobre el perfil que debiera tener el nuevo líder de la iglesia Católica magallánica.

En los primeros análisis se ha visto que el sucesor podría ser un sacerdote diocesano o de otra orden religiosa, pero jamás un salesiano. Tampoco se descarta que el sucesos pueda ser un obispo que ya ejerce el cargo en otra diócesis. Si ello ocurre no sería el primer caso. Hace muchos años ocurrió cuando el entonces obispo auxiliar de Concepción Alejandro Goic, fue trasladado a Osorno y posteriormente asumió como obispo en Rancagua. Lo mismo ocurrió con Fernando Ramos, que fue trasladado desde el Arzobispado de Santiago a Puerto Montt.

Entre los católicos de Magallanes quedó marcada la gestión de monseñor Tomás González, quien durante la dictadura militar jugó un rol protagónico en la defensa de los derechos humanos y mantuvo permanente presencia en las comunidades, en las poblaciones.

A Bernardo Bastres le tocaron otros tiempos, como enfrentar los cuestionamientos a su gestión al frente de la Congregación Salesiana y las denuncias de abusos sexuales, pero también se le critica que no haya tenido cercanía con las comunidades de base, en los barrios.

Sin embargo, jugó un rol importante al disponer sus oficios como mediador en la protesta por el alza del gas natural que paralizó a la región en enero de 2011. Allí dispuso instalaciones para las reuniones entre los dirigentes que llevaban la movilización y las autoridades de la época.

Otra labor que ha liderado Bastres es la “asistencialidad” a las familias y personas más desposeídas, habilitando albergues de invierno.

La Iglesia de Magallanes se forjó desde los inicios con la presencia de los misioneros de la Congregación Salesiana, estableciéndose el dominio por sobre otras órdenes religiosas en el trabajo de la educación para los niños y el apoyo en capacitación para la población a comienzos del siglo XX hasta el presente.

Ello también influyó en la sucesión de obispos que han dirigido los destinos de la diócesis de Magallanes, que fue creada en 1947, y dejando atrás el Vicariato Apostólico de Magallanes. El primer obispo titular de la época fue monseñor Cándido Rada, magallánico que en ese entonces era obispo de Ancud, pero nunca llegó a asumir siendo relevado en el cargo en 1949 por el salesiano recién consagrado obispo Vladimiro Boric Crnosija, tío abuelo del Presidente electo Gabriel Boric, quien ejerció hasta su muerte en 1973. Al año siguiente asumió monseñor Tomás González, quien estuvo hasta 2006.

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