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La estrategia a contrapelo del PC: Gobierno se inclina por el PDG para que presida la Cámara PAÍS Créditos: Agencia Uno.

La estrategia a contrapelo del PC: Gobierno se inclina por el PDG para que presida la Cámara

El Ejecutivo transita semanas claves para intervenir en la negociación de la presidencia de la Cámara y evitar una derrota como la que sufrieron por la testera del Senado. Para mantener la presidencia con tintes oficialistas, le darán el espacio al PDG y no sufrir así una derrota por partida doble.


El quiebre del acuerdo administrativo en el Senado hizo que el oficialismo redoblara sus esfuerzos para asegurar que la presidencia de la Cámara de Diputadas y Diputados no quede en manos de la oposición. Por un lado, el Partido Comunista (PC) reclama su momento, pues en 2022 fue vetado y se saltaron su turno; y, por otro, el Partido de la Gente (PDG) –haciendo cumplir el acuerdo original de 2022– también busca que se respete su turno, por lo que no negociará ningún cambio.

El Ejecutivo, en aras de controlar la mesa en temas clave, busca configurar un acuerdo con el PDG que le dé tranquilidad a La Moneda respecto de cierto control de las tablas legislativas, y que le permita mantener también las dos vicepresidencias en el bloque oficialista. Por ello, adelantan que en Palacio se inclinan por respetar la voluntad del PDG, dejando al PC nuevamente a la espera.

Durante la mañana del lunes, los ministros de la Segpres, Álvaro Elizalde (PS), y de la Segegob, Camila Vallejo (PC), en dos puntos de prensa distintos acuñaron la misma frase: “Los acuerdos tienen que respetarse”. Una sentencia que, explican en el oficialismo, apunta al acuerdo inicial de 2022.

Los números que necesitan el oficialismo y la oposición para llevar a sus respectivos candidatos a la testera son parejos, pero ninguno tiene la mayoría simple que se requiere. Si es que votaran todos los diputados, cada sector tendría que hacerse de 78 votos.

Las tiendas del bloque de Gobierno, más la Democracia Cristiana, suman 73 y la oposición 75. Hay tres diputados –más ligados al oficialismo– fuera de pacto y cuatro PDG que están siendo tentados por lado y lado.

Al interior del Congreso reconocen que será una elección reñida, pero el Ejecutivo busca imponer –con una “secreta estrategia”– el acuerdo administrativo de 2022, donde se estableció, por mayoría de las bancadas, que el PDG lideraría la testera de la Corporación en su cuarto periodo (entre marzo y octubre de 2024), junto a una primera vicepresidencia del PC y la segunda para el PS.

El problema radica en que el Partido Comunista no pudo ocupar su puesto en la testera el año 2022, luego de que la Democracia Cristiana condicionara el acuerdo administrativo a bajar una acción judicial. Esto, porque dirigentes comunistas apoyaron una querella en contra de Sergio Micco (ex-DC), quien era director del Instituto Nacional de Derechos Humanos durante el contexto del estallido social. El problema se destrabó, en una tensa negociación, adelantando el turno del Partido Liberal, dejando así a Vlado Mirosevic como presidente de la Cámara para ese segundo periodo de ocho meses. Sin embargo, desde que salió el legislador liberal, el PC ha intentado en vano recuperar su turno.

Según el pacto original de marzo de 2022, el tercer periodo de ocho meses correspondía a la DC. Y aunque el PC trató de llegar a la presidencia, se acordó que sería para este periodo que se alinearían tras la candidatura comunista y ahí se saldaría lo adeudado. Sin embargo, el PDG no fue parte de dicho acuerdo y espera que se cumpla el que ellos firmaron al llegar a la Cámara dos años atrás.

La semana pasada, el Ministerio Secretaría General de la Presidencia se juntó con los tres diputados del PDG para barajar las negociaciones, sin embargo, en el partido fundado por Parisi consideran que no encontraron mucha apertura. En esa línea, el diputado Rubén Oyarzo (PDG) aseguró a El Mostrador que en la cita le dejó claro al Gobierno que un cambio no era negociable: “Para mantener el pacto administrativo, la presidencia tiene que ser sí o sí del Partido de la Gente. Esa es nuestra postura”.

Oyarzo entiende que los votos del PDG los pretenden tanto la oposición como el oficialismo y, si bien desde Chile Vamos están haciendo tratativas con la colectividad de Franco Parisi para quitarle la presidencia de la Cámara al oficialismo, el diputado advierte que privilegiarán el acuerdo ya suscrito.

“Nosotros queremos que se honre la palabra, que se honren las firmas del pacto original, en el cual dice que la presidencia es del PDG”, sostiene Oyarzo a este medio y, además, agrega que “no participamos ni firmamos ningún documento para entregar en el cuarto periodo la presidencia al Partido Comunista, y las modificaciones que hicieron al pacto original las hicieron algunos partidos sin considerar al PDG”.

Fuentes en el Congreso explican que una opción que estaba sobre la mesa era darle la presidencia al PC en este periodo y que compartiera la testera con la vicepresidencia de la DC y del PDG. Sin embargo, ante la negativa de este último partido, el Gobierno –según precisaron fuentes de La Moneda a El Mostrador– se allanaría a darles la presidencia en este periodo y se está por discutir si se levantará nuevamente la candidatura comunista para la elección de la próxima mesa en octubre de este año, para el quinto periodo o para el sexto y último.

No obstante, al cierre de esta edición, en el Partido Comunista había divergentes posturas sobre defender su turno para ocupar la testera. Mientras el sector más cercano a la mesa de la tienda estaba más bien resignado –aunque molesto– a que sus posibilidades fueran escasas, desde la bancada de legisladores del PC aseguran que “vamos a ir por la presidencia en este periodo, no vamos a prescindir”. Esto, aunque entre los parlamentarios “no se ha definido quién será el escogido para la postulación”.

Ahora, los votos del oficialismo, más los de la DC y del PDG, suman 77 en total. Es decir, que el Gobierno deberá contar con al menos un voto adicional para asegurar la presidencia de la Cámara. Por ello, La Moneda realiza importantes tratativas con los legisladores René Alinco (Ind/ex-PPD) y Mónica Arce (Ind/ex-PH), conocida por ser uno de los votos que faltó en su momento para aprobar la idea de legislar la reforma tributaria. Incluso, en el PDG contarían con el respaldo de Pamela Jiles (Ind/ex-PH), el cual tampoco es seguro. Mientras –según los cálculos del Ejecutivo– Chile Vamos, con Republicanos, Amarillos, Demócratas y el Partido Social Cristiano, sumarían 76 votos, por lo que el apoyo del PDG puede ser definitorio. Eso, si están los 155 legisladores presentes en el hemiciclo.

La ministra Camila Vallejo (PC) en su vocería puntualizó, además, que la tramitación de la presidencia de la Cámara no tiene el interés del Gobierno por un tema de cupos, sino “tiene que ver con respetar acuerdos, tiene que ver con respetar la palabra empeñada, porque la política de eso se trata. Sea hoy día de un partido, sea mañana de otro partido, sea incluso de un partido de la oposición”, aseguró.

Vallejo reconoció que “el Ejecutivo tiene un rol facilitador a través del Ministerio Secretaría General de la Presidencia” en las negociaciones.

Sin embargo, tomó distancia de las tratativas y apuntó a la responsabilidad de los firmantes del pacto de 2022: “Los parlamentarios y parlamentarias tienen que hacer su propio trabajo. Son todas personas adultas que fueron elegidas popularmente y ellos firmaron un compromiso que ellos mismos tienen que ser capaces de cumplir”.

Con todo, el Ejecutivo tendrá que preocuparse de cómo asegurar el respaldo del PC –el partido de la ministra Vallejo– y darle, en alguna instancia posterior, la presidencia de la Cámara comprometida a los comunistas. Y conseguir un voto adicional para tener 78.

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