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“En Chile, la gente piensa que lo único que se puede hacer es reciclar, pero esa es solo una medida de gestión” Directora Fundación Basura

“En Chile, la gente piensa que lo único que se puede hacer es reciclar, pero esa es solo una medida de gestión”

Macarena Guajardo, Arquitecta de la Universidad Católica, Directora Ejecutiva y creadora de la Fundación Basura, explica que la particularidad de esta plataforma es que se previene el uso de productos que no se pueden reutilizar. Además, la organización tiene programas que están focalizados en promover la minimización de los residuos que el comercio produce, y asegura, que es un trabajo a largo plazo.


En Chile la cultura del reciclaje ha ido en ascenso en los últimos años. Iniciativas públicas y privadas han brindado a la ciudadanía la posibilidad de entender el concepto de sustentabilidad, una de ellas la Ley de Reciclaje promulgada por la presidenta Bachelet en 2016. Solo en el país, se producen cerca de 17 millones de residuos al año, de los cuales solo el 10% termina como material reciclado dejando al 90% restante en vertederos o rellenos sanitarios.

Fundación Basura es una organización que busca revertir esta situación actual. Una plataforma sustentable que lidera la educación sobre reciclaje en Chile, que a cargo de Macarena Guajardo, busca educar a los chilenos sobre como reducir los residuos y la responsabilidad del cuidado del medio ambiente.

-¿Cómo llegó a Chile el concepto de Basura Cero?

La idea nace en los años 80 en varios países de manera simultánea y el concepto se globalizó. Nosotros estamos trabajando desde el año 2015, antes igual se practicaba con otras organizaciones mundiales, pero no era tan masivo.

-¿En qué consiste esta forma de vida?

-Basura Cero se basa en no generar ningún residuo que vaya a los rellenos sanitarios, porque es ahí donde se convierte en un impacto negativo para la comunidad. Entonces, nos enfocamos en prevenir la utilización de elementos que no sean recuperables después de su vida útil, o sea rechazamos el uso de los productos que no se pueden reutilizar.

También hay una responsabilidad por parte de las empresas, tienen que rediseñar algunos productos que no se pueden reciclar. Por ejemplo, los envases de yogurt tienen unos pegamentos que no se pueden meter en las máquinas de reciclaje.

-¿Cómo orientan a una persona que quiere aplicar esta idea?

-Tenemos una Academia de Basura Cero, es de modalidad presencial y online, el curso por internet es gratuito y ya lo han tomado más de 8.000 personas. Es la manera más sencilla de empezar.

-¿Cómo ha sido la respuesta de la gente?

-Es positiva, porque acá en Chile, la gente piensa que lo único que se puede hacer es reciclar y esa es una medida de gestión. Antes hay mucho que realizar, por ejemplo, cuando escoges los productos que vas a consumir. Entonces para la gente que dice: no tengo un punto limpio, esta es una solución diferente.

-¿Este plan genera un beneficio económico?

-Sí, de todas maneras, pero es a largo plazo. Imagina comprar todos los días una botella plástica, en vez de una de acero inoxidable. Otro caso es la toallita menstrual, en comparación con la copa menstrual que puede durar 10 años, y eso sucede con otros productos. No solo es un ahorro económico, también el tiempo que gastas en ir a comprar las toallitas. A largo plazo termina siendo un ahorro económico y mejoras tu calidad de vida.

-¿Trabajan con empresas que han intentado hacer una disminución de la basura?

-Sí, tenemos dos formas: el Desafío Basura Cero, consiste en ayudar en eventos. Por ejemplo, las productoras nos llaman y vamos con voluntarios, separamos los desperdicios, pero lo más importante es que uno educa a las personas.

La otra manera es a través del programa Sello, es una certificación que nosotros les entregamos a las empresas, según vayan reduciendo los residuos que generan. Este programa tiene tres niveles: básico, medio y avanzado. Si bien, hasta ahora, no existe una empresa que no genere basura, es un trabajo a largo plazo. Todavía se ocupan productos que no se pueden reciclar. Quizás en 10 años o menos podrían haber empresas que no produzcan residuos.

-¿Tienen cómo medir el impacto que generan?

-Es un poco difícil medir el impacto de los beneficiarios directos, pero indirectos son miles de miles. Sobre los directos, aparte de los que han tomado el curso, tenemos 700 voluntarios, hemos participado en 20 desafíos, los asistentes a los desafíos que son más de 200 mil personas. Hemos dejado una huella súper grande para los dos años que llevamos de funcionamiento.

-Comparado hace 5 años ¿El ciudadano común tiene una mayor consciencia de la importancia de una vida sustentable?

-Años atrás no se hablaba del reciclaje, hoy en día todo el mundo habla. Es algo positivo, pero nosotros intentamos enfocar la vista en todo lo que está antes, que es lo que nos diferencia. El cambio no es solo gracias a nosotros, existen muchas otras organizaciones y también está el Ministerio del Medioambiente que trabajan para visibilizar estas prácticas.

-¿Han trabajado con el ministerio? ¿En qué los han apoyado?

-Nosotros no hemos hecho ningún proyecto concreto con el Estado, pero siempre estamos viendo posibilidades para colaborar. Por ejemplo, yo presento un proyecto al Ministerio del Medioambiente, me da el patrocino y eso le da más peso al programa. Entonces el estado si te presta apoyo.

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