Pese a la altas cifras de empleo que generan las pequeñas y medianas empresas en nuestro país, el porcentaje de ganancias es muy bajo.
Durante este 27 de junio se conmemora el Día Internacional de las Pymes, celebrado por vez primera el año pasado. Las Naciones Unidas definen la importancia de las pymes como la espina dorsal de la mayoría de las economías del mundo, desempeñando un papel fundamental en los países en desarrollo.
La ocasión busca apoyar la Agenda 2030 y sus objetivos de sustentabilidad, siendo el primero de ellos la lucha contra la pobreza, tema en el cual Chile se ha posicionado positivamente. Según el “Atlas de Objetivos de Desarrollo Sostenible” publicado por el Banco Mundial este 2018, nuestro país es el sexto país a nivel mundial donde el 40% de su población más pobre ha mejorado económicamente rápido, en comparación al promedio global, desde 2009. De esa forma Chile queda en los top ten de los que han mejorado la desigualdad en la última década.
El economista Juan Pablo Swett, cree que no existe “mejor manera para reducir la pobreza que generando empleo y oportunidades de desarrollo económico. Debemos apoyar a las pymes y a sus emprendedores, quienes -junto a la educación- son una fuente de movilidad social inagotable para derrotar la pobreza, permitiéndole a las personas salir de los quintiles más pobres en dirección a los más altos, y necesitamos reconocerlas como el verdadero motor que significan para nuestra economía, esenciales para lograr ser un país desarrollado”.
Swett, quien es presidente de la Asociación de Emprendedores de Latinoamérica, ASELA, especifica que “a pesar de que Chile está bastante alineado a la cantidad de empresas y a la generación de empleos a nivel mundial, sin embargo, cuando se trata de aporte al PIB proveniente de las MiPyme, las cifras son demasiado bajas. Latinoamérica está en deuda con los emprendedores y pymes, siendo importante promover la eliminación de trabas burocráticas que afectan al emprendimiento, junto con ofrecer mayores oportunidades para la creación y crecimiento de nuevas empresas».
“En Chile existe casi un millón de micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyme), las que emplean el 50% de los puestos de trabajo con contrato de trabajo, más un 20% adicional quienes trabajan por cuenta propia, alcanzando un 70% del empleo nacional. Sin embargo, generan sólo un 16% del Producto Interno Bruto, a diferencia de las 3 mil y 12 mil mega y grandes empresas presentes en nuestro país que completan el 84% restante», especifica.
A nivel global el International Council for Small Business (ICSB) detalla que este tipo de negocios, pertenecientes al sector formal o informal de la economía, representan más del 90% del total de empresas, generando entre un 60% a 70% del empleo, sin embargo son responsables del 50% del PIB, cifra bastante superior a las empresas pares chilenas. Un ejemplo concreto es México donde, según datos de Forbes, sus pymes alcanzan un 52% de su PIB nacional anual.
Para generar estos cambios, Swett comenta que “necesitamos un cambio cultural y creer más en nuestros emprendedores, lo que debe darse a nivel latinoamericano, generando un mayor movimiento en la economía de las pymes, priorizando comprar los productos y servicios provenientes de éstas. No olvidemos que generan el 70% de los puestos de trabajo, y los continuarán generando mientras las grandes empresas comiencen a reducirlos, como ya ha ocurrido negativamente durante los últimos 20 años en las grandes empresas de países como Estados Unidos”.
Asimismo, agregó que «tanto en Chile como en Latinoamérica el apoyo a las pymes es muy bajo, para lo cual estamos impulsando la creación de programas y proyectos de ley pro emprendimiento y que fomenten el desarrollo de las pymes, por ejemplo en el acceso a financiamiento, al pago oportuno a 30 días y a una disminución de las tasas de interés de créditos bancarios, junto con la homologación de buenas políticas públicas ya existentes, como la Ley de Emprendimiento en Argentina y Empresa en un día en Chile, para que los protagonistas sean los miles de pequeños emprendedores, comerciantes y profesionales independientes de cada país”.
