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La caída de un clásico: Emilio Peschiera Gastronomía

La caída de un clásico: Emilio Peschiera

Pese a ser durante años uno de los hombres más relevantes en la industria gastronómica local, las pérdidas de Pez Quiero han llevado ha que varios de los locales de Emilio Peschiera se vean afectados.


Durante más de una década el chef peruano Emilio Peschiera fue un actor relevante de la industria gastronómica local, siendo el Restaurant Otro Sitio, su caballo ganador. Hoy su realidad es muy distinta ya que a principios de año, fue Pez Quiero en Borde Río, el primer restaurant de su propiedad que debió cerrar, sometiéndolo a un proceso de liquidación por quiebra.

En el documento, se señala el costo mensual por tener el restaurante de mariscos significaba $38 millones, y los niveles de renta nunca lograron cumplir las expectativas. Esto arrastrado por “los altos y bajos que el mercado ha tenido”, cuentan los socios de Pez Quiero.

“Se fue produciendo en el mercado una baja sostenida en el negocio de restaurantes en los últimos años, que oscila entre el 25% y 30%, debido principalmente a la situación económica del país y teniendo en cuenta que el rubro de restaurantes es de por sí un suntuario dentro de todas las economías.

En los últimos 2 años dentro de la zona Nueva Costanera y Escrivá de Balaguer han cerrado operaciones conocidos restaurantes como Da Carla, Osadía, Puerto Fui, entre otros, señalan los socios de Pez Quiero ante la Ley de Quiebras.

En las últimas semanas, el mal escenario económico se profundizó con el cierre de los Restaurantes Hanzo y Carneros, ambos propiedad de Emilio Pescheira, que según fuentes cercanas, se habría producido por conflictos con los dueños de la concesión de Balthus, los que finalmente no les habían renovado el arriendo por incumplimientos contractuales.

Inquieto y atrevido

Luego de que Peschiera abriera El Otro Sitio en el tradicional barrio de Barranco, Lima, llegó a nuestro país en 1990 a abri un restaurant homónimo en Antonia López de Bello, en el tradicional barrio Bellavista, donde cocinaba el mismo y se transformó en todo un referente.

Luego siguió Todo Fresco, un local de pescado y el Kapchi, de guisos peruanos, que no duraron mucho tiempo. Replicó entonces su local estrella en Parque Arauco, La Dehesa, Alto Las Condes.

En BordeRío abrió Emilio y luego un Hanzo, vinculado con el restaurant nikkei de Lima. Siguió probando con Carneros, donde experimentaba con sabores magallánicos, y se atrevió con Perú Criollo en el Mall Arauco Maipú.

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