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La iniciativa del Minvu para fomentar los techos verdes Sustentabilidad

La iniciativa del Minvu para fomentar los techos verdes

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Tendencia en Europa hace varios años, los techos verdes empiezan a tomar fuerza en Chile, por lo que se aumentará el porcentaje en los edificios.


El ministro de Vivienda y Urbanismo, Cristián Mönckeberg, anunció un decreto para modificar la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones, con el fin de que se permita la utilización de hasta un 100% del área de azotea en los edificios. Esto cambiaría el límite actual del 20% destinado a la construcción de áreas comunes.

Con la normativa vigente, solo esa quinta parte de la azotea podía ser destinada a algún tipo de equipamiento exterior, lo que en términos reales significaba que las constructoras trabajaban sólo hasta lo limitado por el plan regulador correspondiente, dejando de lado un potencial uso del espacio.

Con el nuevo decreto, el 25% del espacio se destinará a construcciones abiertas con cubiertas ligeras -como quinchos- y construcciones ligeras. El 75% restante se destinará a terrazas, vegetación y paneles solares, entre otros elementos de carácter sustentable.

Esta propuesta «establece un nuevo criterio que va en beneficio de la comunidad, y además aprovecha de mejor manera los espacios comunes para la construcción de nuevas edificaciones, nuevas terrazas y nuevas azoteas”, comentó el ministro.

Combaten el calor y aislan del ruido

Comparadas con una azotea vacía, los techos verdes parecieran solo otorgar soluciones. En cantidades considerables ayudan a palear los efectos de la condición impermeable de las ciudades: al estar construidas en materiales como hormigón y asfalto, el agua de los días lluviosos queda impedida de drenarse y completar su ciclo natural.

Las terrazas verdes pueden ayudar al absorber esa agua y liberarla de manera pausada a desagües y a través de la evaporación.

Otro de los beneficios es lograr combatir el calor que esos mismos materiales son propensos a retener durante el día y no liberar en la noche. A través de la fotosintesis y la evaporación, las vertientes de agua y vegetación logran disipar esa energía, por lo que los techos verdes ayudarían a disminuir la temperatura de la ciudad.

Un estudio de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) encontró que, al agregar terrazas verdes a tan solo la mitad de los territorios urbanos de Toronto, la temperatura podría disminuir entre 0.1 y 0.8 grados Celcius.

Los puntos positivos de las terrazas no terminan ahí: la vegetación es un aislante del sonido natural, mientras que es capaz de proteger los techos del daño que provoca el viento y el sol. Las plantas son capaces de purificar el aire de la ciudad, al absorber el CO2 del ambiente y liberarlo como oxígeno, además de que aumentan la cantidad de espacios verdes disponibles.

Cómo funcionan

Si bien la modificación abre las oportunidades a varios tipos de iniciativas, la importancia recae en los llamados techos verdes. Si bien no son novedades arquitectónicas -se conoce que desde la edad media los techos de Noruega se han cubierto con alfombras de pasto -, es un terreno poco conocido en Chile.

A nivel básico, es un mecanismo relativamente sencillo. Un techo verde consta de tres tipos de sistemas que funcionan para velar la sustentabilidad de la vegetación como la protección del edificio. El primer sistema es el área de crecimiento, que consta de las mismas plantas y el sustrato en el que crecen, que debe ser tanto liviano para que el edificio pueda resistir como nutritiva para la vegetación.

El segundo sistema es el de drenaje, que permite que el agua no se estanque en el sustrato y forme barro. El último corresponde a la protección del edificio mismo, que cuenta con capas protectoras y membranas impermeables para que las raíces no dañen el techo.

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