Inclusión
Estudio revela que a incorporación de personas con discapacidad es considerada como positiva por la gerencia en las empresas y la tecnología es un facilitador de la inclusión. Los prejuicios y el desconocimiento sobre las herramientas tecnológicas, son los principales desafíos.
A días del aniversario de la entrada en vigencia de la Ley de Inclusión Laboral, un estudio sobre el tema realizado por Cadem para Microsoft Chile y que cuenta con el apoyo de Fundación Tacal, arroja conclusiones alentadoras sobre los avances en Chile.
En el marco del evento Future of Work, realizado para conocer más sobre el impacto de la nube y la Inteligencia Artificial en el empleo, la dimensión de la inclusión y la tecnología como habilitadora fue uno de los aspectos centrales.
Para tener un contexto del status de la inclusión laboral en nuestro país, se encuestó a un universo de más de 45 empresas, de las cuales el 80% considera que sus empleados con discapacidad son tan eficientes como alguien sin discapacidad. Y al momento de contratarlos, las habilidades que más se valoran son la experiencia y conocimientos específicos (71%); y luego el trabajo en equipo y habilidades sociales (64%).
A su vez, un 51% de las empresas asegura que el 1% de sus trabajadores tiene alguna discapacidad y señalan que incorporarlos a sus equipos de trabajo fue una experiencia positiva (97%) “por su contribución al clima laboral” (40%); “por sus competencias y habilidades” (37%); y “por los resultados de su trabajo” (20%). Sólo un 3% señala que no fue positivo por alguna razón.
Además, Microsoft mostró cómo la tecnología puede ser un habilitador con herramientas sencillas. Así, el 89% de los encuestados señaló que la tecnología en general es un instrumento inclusivo pleno para las personas con discapacidad y su contribución es alta (67%). Office y Windows están entre las más usadas por los empleadores (80%); si bien sólo un 33% de ellos reconoce saber que dentro de ambas herramientas existen varias opciones inclusivas.
Por eso para los encuestados uno de los principales desafíos es conocer las posibilidades inclusivas de su software instalado; seguido de la capacitación en estas herramientas para todos los colaboradores en general; además de incorporar estas tecnologías en el ámbito de trabajo e invertir en ellas para aumentar la inclusión en la empresa, entre otros.
Para el gerente general de Microsoft Chile, Sergio Rademacher, “lo esencialmente humano, la colaboración, el aprendizaje tecnológico y la inclusión son las claves para entender la empleabilidad del siglo XXI. La inclusión está en el corazón de todo lo que hacemos como compañía, de quienes somos, de nuestra misión de empoderar a cada persona y organización del planeta a lograr más».
Por eso la empresa impulsa desde el diseño mismo, productos más accesibles para fomentar la inclusión digital. «Imaginamos un futuro en el que las personas con discapacidad permanente o con deficiencias temporales disponen de la tecnología que necesitan para trabajar de forma eficaz e independiente desde cualquier dispositivo», indicó.
El gerente de Asuntos Públicos y Estudios Cuantitativos de Cadem, Roberto Izikson, destacó estas conclusiones, pues «uno de los puntos que más destacados de este estudio es la valoración que los directivos de las empresas le dan a la tecnología como una herramienta inclusiva. No sólo alcanza un alto porcentaje dentro de la encuesta, sino que además es una forma para que comencemos a derribar los prejuicios».
En ese marco, la presidenta de Fundación Tacal, Andrea Zondek, señaló que «la tecnología y las herramientas que éstas nos entregan como usuarios son un instrumento muy efectivo para equiparar el acceso al trabajo de personas con discapacidad».
Dentro de Office 365 existen múltiples herramientas para ayudar a personas con discapacidad. Algunas de ellas son la función «leer en voz alta», la cual permite escuchar el texto escrito, o «comprobar accesibilidad», que avisa en tiempo real los temas que hacen su contenido difícil para personas con discapacidad acceder al documento. Por ejemplo, le alertará de si el bajo contraste del texto sea difícil de leer porque el color de fuente es demasiado similar al color de fondo.
A su vez, «acciones recomendadas» presenta un menú de acciones para que sea más fácil de solucionar problemas de accesibilidad. Así, recomendará acciones tales como «añadir una descripción», «marcar como decoración» y «sugerir una descripción para mí», de una imagen en un documento que no tiene texto alternativo.
También existe la posibilidad de «dictar» lo que necesitamos y así se vaya escribiendo en el documento que tenemos abierto, todo esto de manera transparente para la persona.
PowerPoint, a su vez, permite la opción de traducir lo que el presentador está diciendo en voz alta – o si se prefiere, mantener el idioma original del expositor- para que la personas puedan ir leyendo en la pantalla lo que se está comentando en tiempo real.
