Desde el año 1998, la Iniciativa Global para el Asma (Global Initiative for Asthma – GINA) conmemora el Día Mundial del Asma el primer martes de mayo, como una instancia que busca concientizar a la población mundial sobre esta enfermedad y de sus beneficios al tenerla bajo control.
Desde el año 2008 hasta la actualidad, el lema ha sido «Puedes Controlar tu Asma» y pretende estimular a los pacientes a tomar parte activa en el control de su enfermedad.
Para este año, se utiliza la palabra STOP con su símbolo internacional, para indicar que hay que parar el avance de esta enfermedad.
La palabra STOP está compuesta por las siglas de una serie de palabras que dan las claves de cómo se puede controlar el asma:
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS):
Pero… ¿Qué es el asma? El kinesiólogo del Servicio de Salud Metropolitano Occidente Cristián Ríos explica que se caracteriza por la inflamación y estrechamiento de los bronquios lo que reduce su diámetro interno disminuyendo el flujo de aire que entra y sale de los pulmones.
Es una enfermedad crónica no transmisible, en ocasiones mortal y que representa una gran limitación de la calidad de vida de la persona y de altos costos de atención médica cuando no se encuentra controlada.
Los principales factores de riesgo son la combinación de una predisposición genética con la exposición ambiental a partículas inhaladas, alérgenos (como pólenes, mohos, ácaros del polvo doméstico que se encuentran en las ropas de cama, las alfombras y los muebles), el humo del tabaco, irritantes químicos, la contaminación atmosférica, el aire frío, las emociones fuertes (como el miedo, la ira) o el ejercicio físico.
¿Cuáles son sus síntomas?
Dentro de los principales síntomas, tenemos la sensación de falta de aire, tos, pitidos o silbidos en el pecho y opresión torácica.
Estos varían en gravedad y frecuencia de una persona a otra, pueden estar presentes varias veces al día o a la semana, y en algunas personas, se manifiesta más durante la noche o realizando actividad física. Estas manifestaciones clínicas son causa frecuente de insomnio, cansancio diurno, disminución de la actividad y ausentismo escolar y laboral.
¿Cómo podemos tratar el asma?
Para tratar el asma, se debe evitar la exposición a los factores de riesgo del asma y hacer correctamente el tratamiento que indique el médico.
Dentro de los medicamentos más comunes utilizados para tratar el asma se encuentran: Los broncodilatadores inhalados que dilatan el estrechamiento de los bronquios aliviando los síntomas (también llamados inhaladores de rescate) y los corticoides inhalados que disminuyen la inflamación (también llamados inhaladores de mantención), ambos inhaladores deben ser usados con aerocámara para que el medicamento llegue correctamente a las vías respiratorias.
¿Es importante el autocontrol y el autocuidado en el asma?
Sí, es muy importante ya que el autocontrol permite al paciente adquirir los conocimientos, habilidades y actitudes que lo harán partícipe activo del control de su enfermedad. El autocuidado a su vez, consiste en reconocer cuándo el asma no está controlada, cómo debo de actuar frente a esta situación y saber cuándo debo dirigirme a un centro asistencial para controlar la situación más rápidamente.
Ambos componentes, autocontrol y autocuidado del asma permiten al paciente llevar una vida activa y satisfactoria, mejorando así, su calidad de vida.