Sustentabilidad
Durante el año pasado, 120 millones de personas en 177 países participaron de la campaña para disminuir el uso de elementos de plástico.
Es clara la comodidad del plástico de un solo uso. ¿Pero y si esa comodidad acecha al ambiente y a la fauna marina, terrestre y aérea? Eso es lo que pasa con este tipo de productos. Según la ONU, cada año se producen cerca de 400 millones de toneladas de plástico. Solo un 9% se recicla; cifra escandalosamente pequeña considerando que una botella de plástico puede demorar 450 años en descomponerse.
Plastic Free July -o Julio Sin Plástico- aboga por la erradicación de los plásticos de un solo uso, tales como botellas, bolsas, envoltorios, bombillas, entre otros. El año pasado más de 120 millones de personas en 177 países participaron del desafío del mes de julio.
A través de su sitio web, la campaña da tips sobre cómo reducir el uso del plástico. Durante la inscripción puedes señalar la frecuencia con que harás el desafío. Desde un día, una semana, hasta todo julio (y extensivo a todo el año). A tu correo llegarán mensajes semanales para ayudarte a seguir en la travesía de disminución del plástico.
¿Quieres disminuir el uso de plástico durante el trabajo? La campaña también guía el proceso de reducción en distintos ambientes, como el laboral, en el colegio, durante eventos, entre otros.
En el sitio Plastic Free July se presentan distintas historias relacionadas con el desafío. Un caso es el de Rachel, en Australia. En 2015 llegó al hospital en que trabajaba con la idea de unirse a la campaña. Sus compañeros de trabajo se animaron y han podido evitar el uso 70 mil vasos plásticos al año.
«Comenzamos con los quioscos y el servicio de catering, reemplazando vasos de plástico y utensilios con paletas de madera y vasos de cerámica. Luego cambiamos vasos de plástico a vasos de papel para las rondas de medicamentos para pacientes. Me sorprendió lo simple que era y me alentó la cantidad de personal y pacientes que compartieron mi preocupación», indicó Rachel a los organizadores de Plastic Free July.
En el país, Lush Chile se sumó al desafío internacional. “Cambiar el hábito al comprar café, rechazando la taza desechable y llevando tu propia reutilizable, optar por productos sólidos en lugar de usar productos de lavado e higiene embotellados, poner la colación de los niños en recipientes reutilizables en lugar de envoltura de plástico, o llevar siempre contigo una bombilla de metal; son ejemplos de pequeñas acciones que marcan la diferencia y solo requieren cambiar costumbres”, señaló la directora de Lush Chile, Jacqueline Varas.
El desafió inició su recorrido en 2011, en Australia. Quién fundó la campaña fue Rebecca Prince-Ruiz, que en 2017, junto a un grupo de personas de su gobierno local formaron una organización sin fines de lucro llamada The Plastic Free Foundation. Esta organización administra Plastic Free July.
