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De Longovilo a Chile: cómo se transmitió en el país el primer alunizaje de la historia Digital

De Longovilo a Chile: cómo se transmitió en el país el primer alunizaje de la historia

Los televidentes de Chile pudieron ver la llegada a la luna gracias a la Estación Longovilo, la primera de su tipo en Latinoamérica. La operación estuvo a cargo de alrededor de 30 ingenieros, cuyas edades bordeaban los 25 años.


El 20 de julio de 1969 la misión espacial Apolo 11 llegó a la luna. Los astronautas Neil Armstrong y Edwin Aldrin pisaban el satélite natural de la tierra. Por primera vez en la historia la humanidad tocaba la superficie lunar, y sobre la hazaña se posó la atención de más de 500 millones de espectadores. Chile también fue participe de esa masa de miradas, con una transmisión que adelantaba por unos cuantos segundos a la de Europa.

La Estación Longovilo dirigió el proceso en el país. Longovilo es una localidad ubicada en la provincia de Melipilla, región Metropolitana. Allí, en 1968, se inauguró el primer telepuerto de comunicación satelital de Chile y Latinoamérica: la Estación Longovilo. El proyecto, creado por Entel, contaba con una antena de 30 metros de diámetro, la que permitió la transmisión de la epopeya espacial en las pantallas de la televisión nacional.

Longovilo 1 en la actualidad, la antena que posibilitó la transmisión.

Transmisión directa

Los televidentes chilenos gozaron de una transmisión de mayor calidad y unos segundos adelantada que la europea. Y es que la transmisión de la caminata lunar de Armstrong y Aldrin fue directa. Pero para eso, el equipo encargado de la Estación Longovilo tuvo que sortear distintos obstáculos que se les fueron presentando durante los días precedentes a la hazaña.

Rebobinemos. Las imágenes de la superficie lunar que enviaba la NASA, desde Houston, iban dirigidas a un satélite ubicado en el Pacífico (el Intelsat II) y a otro en el Atlántico (Intelsat III). Originalmente, la antena Longovilo 1 estaba orientada al satélite del Atlántico, pero este falló a 20 días de concretarse la llegada a la luna.

El equipo que comandaba la transmisión, compuesto por cerca de 30 jóvenes ingenieros cuya mayoría bordeaba los 25 años, era dirigido por Andrés Bravari, Claudio Spencer y Andrés Ulloa. El grupo finalmente tomó la decisión de orientar la antena al Intelsat II, el satélite del pacífico.

“La antena del Pacífico quedo bien y eso se usó para las transmisiones. En esa época Longovilo miraba al satélite del atlántico. Habían dos alternativas: tomar la señal del atlántico, que conllevaba cortar toda la telefonía. O estaba la opción de tomar la señal del satélite del Pacífico. De ahí lo tomaba Hawaii, lo tomaba Japón”, mencionó Guillermo Cifuentes, especialista en redes satelitales de la Estación Longovilo.

“Japón tomaba la señal y la mandaba a otro satélite para llegar a Europa. O sea Europa lo tenía que ver con dos saltos. Colgado de Japón”, agregó Cifuentes. Chile tomaba la señal de la misma fuente que Japón, de ahí que la transmisión estaba adelantada por unos pocos segundos que la europea.

Feriado, pero medio

El día de la transmisión el Presidente de ese entonces, Eduardo Frei Montalva, autorizó la suspensión de llamadas internacional para no interferir en el proceso que estaba dirigiendo la Estación Longovilo.

Pero los mandatos de Frei no terminaron ahí. El ex presidente también declaró medio feriado para el día siguiente, el 21 de julio. Esto, porque la caminata lunar de Armstrong y Aldrin se realizó cuando en Chile era de noche.

En la actualidad, la Estación Longovilo posibilita la mantención de las comunicaciones satelitales con zonas extremas del país, como Puerto Williams o Isla de Pascua.

Estación Longovilo en la actualidad.

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