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Audífonos y música a alto volumen: la práctica que aqueja al oído juvenil (y como evitar sus riesgos) Salud

Audífonos y música a alto volumen: la práctica que aqueja al oído juvenil (y como evitar sus riesgos)

En Chile el 43% de jóvenes de entre 18 y 24 años reconoce escuchar música a un volumen alto. El volumen máximo al que puede llegar la música por medio de audífonos es de 136 decibeles (dB). Sin embargo, el rango más elevado que se recomienda es de 80 – 85 dB.


Un hábito transgeneracional e imperecedero es el de escuchar música. Cubre desde las jornadas de aseo, trayectos en el transporte público, hasta caminatas urbanas. Pero la distinción que tienen las generaciones más jóvenes es la de escucharla en altos volúmenes, por medio de audífonos. La práctica, que de uso cotidiano es riesgosa, ha “envejecido” cada vez más al oído juvenil

Según una encuesta realizada por GAES en Chile durante el 2018, un 43% de personas de entre 18 y 24 años reconoce escuchar música a un volumen alto. La cifra está acorde a una realidad patente en otros países. Y es que la OMS advirtió que 1.100 millones de jóvenes alrededor del globo se arriesgan a padecer pérdidas de audición por, precisamente, oír música en elevadas intensidades.

“Lo que más he visto en jóvenes son traumas acústicos: pérdidas auditivas producidas por sonidos o ruidos muy fuertes. Si bien actualmente no es una patología frecuente si la comparamos con otros tipos de patologías asociadas a adultos mayores, se trata de un daño irreversible en población joven. Uno de los síntomas que más refieren es el tinnitus (percepción de zumbido o silbido en ausencia del estímulo), que puede ser provocado por el uso de reproductores de música a altas intensidades”, indicó la tecnóloga médica otorrinolaringóloga del Hospital El Carmen, Nicole Navarro.

“Nuevos estudios –prosiguió- han sugerido que la exposición a ruidos a altas intensidades o por periodos prolongados produce un daño que es imperceptible y no sería detectado en estudios convencionales. Escuchar música con volúmenes altos o asistir a conciertos sin la adecuada protección auditiva ocasionaría a largo plazo problemas de audición tempranos, como presbiacusia anticipada (pérdida de audición producto de la edad, generalmente a partir de los 60 años), en otras palabras, nuestros oídos envejecerán antes”.

Recomendaciones

El volumen que expulsan los audífonos puede fluctuar entre los 75 y 136 decibeles (dB). “No estar expuestos a ruidos que superen los 80 – 85 dB sería una medida bastante prudente”, señaló el tecnólogo médico otorrinolaringólogo del Hospital San José, José Luis Bahamondes. A modo de comparación, el ruido del tráfico dentro de un auto alcanza un valor de 85 dB.

Aunque no solo basta con un volumen acorde, el tiempo de exposición al ruido también es fundamental. La OMS recomienda no escuchar música por más de una hora en volumen bajo por medio de audífonos.

El tipo de audífonos igualmente toma relevancia: no todos tienen el mismo efecto en el oído. “Sugiero el uso de auriculares de tipo «aurales», aquellos que presentan el parlante fuera del canal auditivo, en general ninguno «intra aural». Sé que existen además auriculares «aurales» que tienen cancelación de ruido externo o una disminución del mismo, esto permitiría escuchar música más claramente a una intensidad menor”, explicó el otorrinolaringólogo.

“Headphones”, los auriculares recomendados por los expertos.

“Es importante destacar, que es peligroso transitar por lugares ajenos al hogar desconectado de la realidad auditiva del entorno, no escuchar un bocinazo, o una señal de alarma puede ocasionar también un daño irreparable, más allá de la audición”, agregó.

Otros factores

No solo los audífonos son los culpables del deterioro del oído de los jóvenes. La música en discotecas, por ejemplo, llega hasta los 110 dB, 25 números por sobre el sugerido. “Mientras más cercana se encuentra la fuente sonora al tímpano, más intensidad sonora se recibe. Ojalá en fiestas y conciertos, no posicionarse cerca de los parlantes, incluso es bastante útil el uso de protección auditiva para disminuir el riesgo”, recomendó el experto.

Hay otros factores de orden más convencional, como presencia de cerumen que termine formando un tapón, otitis, traumatismos, etc. Se deben evitar situaciones de riesgo, más allá de la exposición a ruido, como por ejemplo cachetadas en los oídos, el uso de
«cucuruchos», o no asistir al médico en caso de sentir fallas en las percepciones auditivas.

“Deben saber que la audición simplemente no mejora, lo que pierdas ahora no lo recuperarás después y los problemas no sólo tienen que ver con la pérdida auditiva, puede ocurrir que presenten un tinnitus (pito, ruido o zumbido en los oídos) que puede llegar a ser tan molesto que impida una cotidianidad tranquila, o puede ocurrir que presenten hipersensibilidad frente a sonidos, no sólo escuchas poco, sino que lo que escuchas te molesta por sonar intenso”, concluyó Bahamondes.

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