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¿Sabemos qué se están vendiendo nuestros datos en las redes sociales? Digital

¿Sabemos qué se están vendiendo nuestros datos en las redes sociales?

Las redes sociales son hoy en día sin duda, uno de los medios de comunicación que más influencia tienen en jóvenes y adultos de todo el mundo. Sin embargo, cabe preguntarse hasta qué punto manejan nuestra vida estas plataformas que tienen acceso casi completo a nuestras intimidades y acciones cotidianas. Lo cierto es que somos nosotros mismos quienes les entregamos todos nuestros datos para luego cuestionar si se está realmente vulnerando un nuevo derecho humano, el denominado “derecho a los datos”. ¿Somos tan irresponsables como para poner toda nuestra información a disposición del público o realmente no somos conscientes de lo que estamos haciendo?


“El gran Hackeo” es el nombre del nuevo documental de Netflix que trata acerca de la intromisión que tiene Facebook y Cambridge Analytica en nuestra vida y en la explotación de datos. El trabajo introduce a Cambridge Analytica como la empresa experta en el análisis de datos que se convirtió en el lado oscuro de las redes sociales tras las elecciones presidenciales de 2016 en EEUU y hace alusión al escándalo que se produjo porque esta compañía obtuvo en secreto información de 87 millones de usuarios de Facebook, mostrándonos las débiles reglas de privacidad de la plataforma.

La filtración de datos personales permitió, según el documental, cambiar el curso de los resultados electorales, así como el triunfo del Brexit. Y es que tener información es tener poder. Este es sólo uno de los ejemplos en que las redes acceden a nuestra información, pero los expertos aseguran que la forma en que más nos conocen es analizando todos los “Likes” que dejamos en redes sociales. De esa forma, determinados programas informáticos pueden conocer los gustos y preferencias particulares de cada individuo. Así, también nos llega publicidad personalizada, mensajes o imágenes que podrían influir en nuestros votos y decisiones.

Información de más

Además de los “likes” que entregamos a Facebook, existe por otra parte la información que compartimos de manera voluntaria y las fotos en nuestros perfiles. Ubicaciones, preferencias musicales, lazos familiares, amistades e inclusive negocios, lo que lleva a que el sistema operativo conozca más acerca de nosotros y pueda hacer las interacciones necesarias con nuestra sesión y diferentes anuncios.

Una de las plataformas dedicadas casi exclusivamente a esto es Instagram, donde la sobreexposición de niños y jóvenes es cada día más peligrosa, sobre todo cuando su uso no se encuentra controlado por algún adulto responsable que sepa el uso específico que se la a este medio.

Sin embargo las “infracciones de datos” y las violaciones a la privacidad también se producen en otras empresas tecnológicas que recopilan nuestra información personal. Google, Amazon, Apple y Microsoft son algunas de ellas.

Por ejemplo Google reúne información para la venta de terceros anunciantes, como tu nombre, dirección electrónica, número de teléfono e incluso tarjeta de crédito, al mismo tiempo que conoce tu ubicación y hace un seguimiento de tu navegación incluso cuando se realiza de manera incógnita. Todo esto lo hace excusándose en la política de que si otros usuarios ya poseen dicha información, no hay problema en que ellos también la muestren y hagan visible en los perfiles de Google.

Desactivar

Lo complicado es que la mayoría de las veces si el usuario desea evitar que esta información se comparta, debe ingresar a la configuración de su cuenta y hacer ajustes puesto que no se realiza de manera automática, por lo que el desconocimiento de estas medidas lleva muchas veces a que las personas no realicen dicha operación y esta información sea compartida sin su verdadero consentimiento.

Es quizás la falta la de experiencia o la dependencia que tenemos de estas plataformas digitales, las que nos hacen en más de una ocasión hacer uso de ellas de manera inadecuada, pero la verdad es que muchas veces esta fuera de nuestro alcance y su uso se hace casi necesario en nuestras acciones cotidianas como en nuestros estudios e incuso en nuestros trabajos.

Ahora cabe preguntarse, si los usuarios conocieran exactamente en qué se están utilizando sus datos y su información: ¿dejarían de usar estas plataformas?, ¿tendrían más cuidado con lo que publican en sus redes?, ¿tomarían medidas más drásticas con respecto a este tema? La verdad es que el círculo de control se estrecha cada vez más con el tiempo y poco o nada queda para la privacidad de las personas.

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