Opinión
La visita de expertos internacionales al congreso Do! Smart City realizado en Santiago permitió abrir el debate sobre los desafíos que enfrenta Chile respecto al desarrollo de ciudades inteligentes, otorgando soluciones y propuestas para afrontar variables tan complejas como la adaptación al cambio climático, el rápido avance tecnológico y los explosivos cambios socio-demográficos.
Este reto requiere una alta capacidad de gestión y coordinación entre los distintos actores, públicos y privados, para alcanzar una gobernanza eficiente de los espacios públicos y ponerlos al servicio de los habitantes. En Citelum llevamos más de 13 años trabajando con municipios chilenos, lo que nos ha permitido detectar los temas claves para la implementación de ciudades sostenibles, que pueden ser resueltos mirando la experiencia internacional.
Particularmente en Chile, es necesario que los municipios modernicen la recopilación de datos urbanos y los apliquen en estrategias de largo plazo.
Los gobiernos locales deben aplicar mayor tecnología y herramientas que permitan medir el nivel de satisfacción de los habitantes de sus comunas en relación al uso de servicios públicos, ya que solo así se podrá tener una mejor gestión de los mismos y hacer una toma de decisiones eficaz.
La buena noticia es que la experiencia internacional evidencia que estos desafíos se pueden alcanzar. En Europa, por ejemplo, Francia lidera el desarrollo de proyectos smart conectados en ciudades como Niza, Rennes y Dijon. En esta última, el reciente Master Plan “On Dijon” evidencia cómo la aplicación de herramientas como el Puesto de Control Conectado (PCC) contribuye a esta tarea, realizando un control centralizado de los servicios públicos y gestionando a distancia los equipos urbanos, tales como semáforos, alumbrado público, cámaras de video vigilancia y vehículos públicos geo-localizados. El PCC administra en promedio 630 llamadas diarias y reemplaza el funcionamiento de seis centros de control.
El caso On Dijon demuestra la importancia de planificar una estrategia con visión de largo alcance de la ciudad, ya que es un proyecto a 12 años que integra 23 comunas en alianza con múltiples actores. En Chile, el Plan Nacional de Ciudades Inteligentes impulsado por Corfo está en línea correcta y debe jugar un rol articulador clave, el cual debe ser aplicado de manera integral en los gobiernos locales. En este sentido, los Pladeco podrían ser utilizados como una valiosa herramienta de planificación en coordinación con cada gobierno regional.
El modelo de financiamiento francés también es replicable y se basa en el ahorro que genera el uso inteligente de los servicios. Solo en Dijon, el recambio de 34.000 luminarias a tecnología 100% LED y la instalación de un sistema de telegestión, permiten un ahorro energético de 65% al final de los 12 años.
Las ciudades del futuro están siendo construidas hoy. Chile tiene todo para alcanzar este desafío con éxito, si incorpora el trabajo colaborativo y el uso de la tecnología como un medio necesario para el desarrollo de ciudades más seguras, productivas, sustentables e inclusivas.
