En medio de la realización de la COP25, se retoma este tema, polémico para algunos, que defiende el uso responsable del plástico en el planeta y demuestra que su eliminación puede ser incluso más perjudicial que su uso.
“Eliminemos el plástico”. Este ha sido el mensaje de los últimos años, no solo en Chile, si no en el mundo completo, graficado en iniciativas que no necesariamente han apuntado a generar una solución ambiental integral que se haga cargo de la creciente generación de residuos, como por ejemplo la prohibición de las bolsas del supermercado, el reemplazo de algunas resinas 100% reciclables como el PET por el vidrio, así como una serie de medidas que han ayudado a que cada vez tengamos menos plástico en nuestro día a día y en la producción de grandes áreas empresariales como el agrícola, minero y pecuario.
Sin embargo, hay voces disidentes, quienes en el marco de la COP25, quieren alzar la voz, para salir en defensa de los beneficios del plástico y señalar que este material puede ser un aliado para cuidar el planeta.
Así lo asegura Carlos Campillo, gerente general corporativo de Coresa y director de la Asociación de Industriales del Plástico, quien explica que hoy, el uso de elementos que reemplazan este material, es mucho más nocivo para el medioambiente y así es como se está dando a conocer en el mundo.
“Hoy el plástico se ha transformado en la mejor alternativa contra el cambio climático. Si fuera posible sustituir todos los plásticos del mundo por otro material, emplearíamos casi cuatro veces más materia prima -por lo tanto, extraeríamos más recursos naturales-, usaríamos más del doble de energía y generaríamos casi el triple de emisiones para los mismos productos durante su vida útil. Sin plásticos retrocederíamos 100 años y sería insostenible para nuestro planeta”, señala el experto.
Campillo da algunos ejemplos para confirmar esta teoría y que hoy no se están considerando en la producción.