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¿Qué significa «aplanar la curva» del coronavirus y por qué es relevante en esta etapa de la pandemia? Salud

¿Qué significa «aplanar la curva» del coronavirus y por qué es relevante en esta etapa de la pandemia?

En una situación de pandemia es complejo asegurar que se pueden evitar más casos de la noche a la mañana. Sin embargo, lo que sí es imprescindible es asegurar que los servicios de salud no colapsen con casos que podrían ser evitados: en esta etapa retrasar el Covid-19 todo lo posible es casi tan importante como erradicarlo.


Lo anunció en cadena nacional el Presidente Sebastián Piñera: el coronavirus «está en plena e inminente transición hacia la etapa 3, y según los expertos, es altamente probable que llegaremos a la etapa 4». 

Ya las autoridades venían anunciándolo. «Mantenemos un nivel de control de nivel dos de esta enfermedad. Sin embargo, estimamos que estamos a muy poco tiempo de pasar a una fase de difusión comunitaria de esta enfermedad: no podremos trazar el origen del vínculo en un viaje al extranjero». Las declaraciones del ministro de salud, Jaime Mañalich, hacen eco del aumento de casos positivos para coronavirus en nuestro país: en menos de dos semanas Chile pasó de no tener ningún positivo a reportar más de 40 casos

Ante un escenario que ya es global (el pasado miércoles la Organización Mundial de la Salud declaró al Covid-19 como pandemia), ¿hacia dónde deberían dirigirse los esfuerzos para detener la propagación del coronavirus? Un término que ha sonado bastante en redes sociales es el de «aplanar la curva». La idea, gráficamente, va así: 

En sencillo, la idea de «aplanar la curva» es una manera de combatir primero los problemas logísticos que implica una enfermedad de rápido crecimiento (principalmente, el colapso que puede sufrir el sistema hospitalario del país), antes que evitar la propagación de dicha enfermedad. Se puede entender como un retraso en el ritmo de contagio de la enfermedad, de tal manera que los casos de personas contagiadas no superen la capacidad del sistema de salud. 

«Incluso si no se reducen los casos totales, reducir el ritmo de la epidemia puede ser casi tan crítico como detenerla», explicó el biólogo de la Universidad de Washington, Carl Bergstrom, quien además fue uno de los primeros en viralizar el concepto a través de un hilo en Twitter que explica las implicancias de aplanar la curva de contagio. 

Medidas que apunten hacia esta reducción -y prevención- del ritmo de contagio ya han sido adoptadas por los gobiernos de distintos países. Por ejemplo, y a pesar de estar altamente conectada con China continental, Taiwán tiene menos de 50 casos confirmados de coronavirus gracias a un sistema que coordinó la acción preventiva, el control de fronteras y el uso de tecnologías entre otras medidas. 

El caso contrario se puede encontrar en Italia: desde el jueves 12 de marzo, el gobierno de Giuseppe Conte decidió cerrar todas las actividades comerciales, de oficina, cafeterías y restaurantes. La medida fue adoptada tras la explosión de casos positivos, que hasta el momento supera los 10.000 afectados, con más de 827 fallecidos. Actualmente, Italia cuenta con cerca de 5.000 camas de tratamientos intensivos, de las cuales más de 1.000 ya se encuentran ocupadas. El escenario del país europeo se torna más sombrío cuando se contempla que el peak de la epidemia se alcance recién dentro de 8 días. 

La situación es tal que hasta los médicos se encuentran sobrepasados. «No están entendiendo nada, como no lo entendía yo hace dos semanas, hasta que lo ves de cerca con tus propios ojos (…) Hay que quedarse en casa aislados. Ver a los colegas anestesistas que desde la sala de operaciones tienen que correr a cuidados intensivos para entubar a otro paciente, ya te hace perder el aliento del miedo», escribió el doctor del Hospital San Raffaele de Milán, Antonio Russo en Facebook, sobre la actitud relajada con la que han afrontado los italianos la epidemia.

Distanciamiento social

La principal medida que pueden tomar las personas para evitar la propagación del virus es el distanciamiento social, que es simplemente la abstención de entrar en contacto físico con otras personas y evitar los grupos humanos grandes. La razón de esto es que el patógeno puede propagarse entre personas que estén a menos de dos metros de distancia, además de que al tener un período de incubación de catorce días, una persona asintomática puede propagar el virus sin saber siquiera de su estado.

 

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