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Teletrabajo: qué considerar al momento de regirse en la nueva modalidad de trabajo Digital

Teletrabajo: qué considerar al momento de regirse en la nueva modalidad de trabajo

Si bien esta modalidad de trabajo a distancia ya existía -lo que se ha hecho patente con la crisis sanitaria del coronavirus-, faltaba regulación que quedara claramente definida en el contrato de trabajo.


En medio de las medidas para prevenir el coronavirus, lo que ha cambiado la rutina de muchos chilenos, el Presidente Sebastián Piñera promulgó la nueva ley de teletrabajo, donde el contrato con el empleador podrá considerar el trabajo a distancia si ambos lo acuerdan.

Al pactarse esta modalidad, el trabajador prestará los servicios desde un lugar que puede ser el domicilio del trabajador u otro lugar determinado, previamente convenido con el empleador con una modalidad «que podrá abarcar todo o parte de la jornada de trabajo, combinando tiempos de trabajo de forma presencial en las instalaciones de la empresa con tiempos de trabajo fuera de ella».

Pese a que esta tendencia es cada vez más frecuente en el mundo laboral, el home office aún sigue implicando ciertas disyuntivas al interior de las organizaciones, tanto por la aplicación de esta modalidad, como por los resultados que puede traer consigo. Por ello, el gerente de Sales & Marketing de la empresa de reclutamiento Spring Professional, Benjamín Wechsler, plantea que “para un correcto desempeño laboral a distancia es fundamental el compromiso con la organización, donde los trabajadores estén alineados con lo que tienen que hacer y, a su vez, la empresa crea en que sus colaboradores podrán realizarlo”.

A juicio del experto, “el hecho de que algunas empresas aún tengan dudas en torno a la implementación de esta modalidad laboral guarda relación, principalmente, con que existen algunos puestos de trabajo que hacen muy compleja la posibilidad de ejecutarse de manera remota, lo que ocurre en áreas donde hay contacto directo con el cliente”. Por lo tanto, “cuando se da la opción del teletrabajo correctamente, la productividad debiese ser mejor porque se ganan horas por tiempos de traslado y hay mayor concentración”, enfatiza.

Qué establece la ley

Para ellos los costos asociados a la operación de los equipos como la conexión a Internet, deberán ser pagados por el empleador y «la propiedad de los equipos, herramientas y los materiales para el trabajo a distancia o teletrabajo deberán ser acordadas en el contrato y el trabajador no podrá ser obligado a utilizar elementos de su propiedad. Además, los gastos asociados a los costos de operación, funcionamiento, mantenimiento y reparación de equipos relacionados a esta modalidad de trabajo serán siempre de cargo del empleador».

Además, la normativa es expresa al consignar que siempre este tipo de trabajo deberá contar con el consentimiento del trabajador y no podrá implicar un menoscabo en sus derechos laborales, en especial, en su remuneración.

La ley contempla además el derecho a desconexión del trabajador en el caso de que preste sus servicios a distancia y distribuya libremente su horario o de teletrabajadores excluidos de la limitación de jornada de trabajo. Este derecho obliga al empleador a garantizar las medidas para que el trabajador goce de tiempos en los cuales no estará obligado a responder comunicaciones, órdenes u otros requerimientos de su empleador, respetando su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como su intimidad personal y familiar.

Para trabajadores antiguos se establece que cuando la modalidad de teletrabajo se acuerde con posterioridad al inicio de la relación laboral, cualquiera de las partes podrá, unilateralmente, volver a las condiciones originalmente pactadas en el contrato, previo aviso por escrito a la otra con una anticipación de 30 días.

Asimismo, se determinó que representantes de las mutualidades deben solicitar la autorización del empleador para fiscalizar el lugar del teletrabajo.

Eso sí, existen voces de alerta. Primero porque el trabajador debe contar con un lugar apto para cumplir sus funciones en cuanto a espacio como a ser apto para la concentración, y que no se vea obligado a estar arrendando o buscando lugares para poder trabajar.

Los críticos a la ley también cuestionan que pueda perjudicar al trabajador el hecho de que no obliga a regular los horarios de trabajo y, además de la extensión de la jornada laboral, no exista la posibilidad de horas extras.

Además, existe cierto temor al rol de las mujeres trabajadoras que podrían verse desprotegidas si no se resguarda la diferenciación entre tareas laborales y domésticas, al estar más expuestas al rol impuesto por la sociedad como responsable de llevar el hogar y el cuidado de los hijos.

Problemas de conexión en el hogar

Quienes se han visto en la necesidad de trasladar la jornada de trabajo a sus casas en estos días han visto cómo su hogar no estaba del todo preparado para afrontar el alto flujo de tráfico de datos que el teletrabajo implica: videollamadas, carga y descarga de archivos, acceso a VPN, etc., poniendo a prueba la calidad de la conexión a Internet y el ancho de banda.

Preparados para un consumo individual de plataformas de streaming, navegar por Internet y redes sociales, los planes más populares de consumo de hogar que ofrecen las compañías de telecomunicaciones están sobre exigidos por estos días.

En el caso del teletrabajo, existen diferentes niveles de exigencia de la conexión. “Si solo utilizas el correo electrónico, basta con una conexión básica, por lo que el Internet del teléfono móvil podría ser suficiente”, sostiene Misael Bustamante, gerente de proyectos estratégicos y regulación de Silica Networks.

«Ahora bien, si en tu trabajo utilizan sistemas de almacenaje en la nube, desde donde se comparten enlaces de carga/descarga, lo ideal entonces es contar en casa con conexiones de alta velocidad que permitan mayor tráfico de datos; los planes de Internet Hogar usualmente cuentan con capacidad suficiente en este sentido. En el caso de necesitar acceder a sistemas internos de la organización a través de conexión VPN es recomendable utilizar el cable de red en el computador para evitar fluctuaciones en la intensidad de la señal», agrega.

Por su parte, Nicolás Silva, director de tecnología de Asimov Consultores, señala que “en general, los proveedores de internet no mencionan mucho las velocidades de subida de sus planes, por lo que hay que hacer un esfuerzo en averiguar bien”. Una velocidad de subida recomendable debería ser de al menos 10MB/s.

El experto considera que además de tener un plan de banda ancha aceptable, lo principal es tener un buen router. “El router va a ser la pieza encargada de distribuir la conexión entre los distintos equipos. Si el router es de mala calidad, pueden ocurrir caídas del wifi, y además los equipos lejanos pueden tener una pobre conexión”, comenta.

El tercer punto a considerar es si hay más de un equipo utilizando la señal wifi. En ese caso, es ideal contar con una conexión robusta y tener extensores o replicadores dentro de la casa, de manera de que el Internet llegue a todos los rincones y cualquiera se pueda conectar desde distintos puntos. Es importante recordar que estando en casa con otros miembros de la familia, es probable que el uso de Internet sea intenso, desde streaming de videos, música y el uso del teletrabajo, por lo que es fundamental contar con una señal estable en toda la casa para que todos puedan consumir datos sin comprometer la calidad del wifi.

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