El teletrabajo y las clases vía online se han vuelto parte de la rutina de muchos ciudadanos. Lo mismo ocurre en la capacitación de Lengua de Señas Chilena. Los profesores han debido adaptarse y enseñar a sus alumnos a través de las nuevas tecnologías. Esto implicó un desafío que se ha logrado con éxito. Muchas personas han decidido aprenderla durante estos meses y la información que reciben es la misma que de manera presencial, lo que más se pierde es el contacto y la relación con el grupo.
Diez alumnas jóvenes, un profesor sordo hablando en lengua de señas y un intérprete actuando como intermediario. La clase ya comenzó y están dialogando con el profesor, él les hace preguntas en señas y ellas deben responder del mismo modo. El intérprete se asegura de que estén entendiendo bien.
El profesor señala con el dedo índice, luego junta la punta de los dedos de una mano y se los acerca a la mejilla moviéndolos de un lado a otro, se acerca el dedo pulgar con el índice y toma el lóbulo de su oreja, mientras tiene los otros tres dedos estirados. Finalmente, estira una mano con la palma dirigida hacia el techo y coloca la otra de manera cruzada sobre esta -se forma una cruz con las dos palmas hacia arriba-, luego da vuelta la mano que está encima para que quede la palma hacia abajo.
La alumna a la que le toca responder, levanta el dedo pulgar hacia arriba. El intérprete pregunta qué fue lo que le preguntó. “¿Cómo está mi abuela o no?”, indicó la joven. “Sí”, responde el intérprete. Le interpreta en lengua de señas al profesor, quien afirma con la cabeza mientras sonríe y junta los dedos de su mano indicando que está todo ok.
Esta escena forma parte de una clase de un curso realizado por Lense Biobio, empresa de Concepción que realiza asesorías y capacitaciones de lengua de señas. El covid-19 les significó un nuevo desafío: tuvieron que adaptar sus clases al formato online. Entregan la misma información, pero extrañan el contacto directo con sus alumnos, crear una comunidad.
El 23 de septiembre se conmemoró el Día Internacional de la Lengua de Señas. La Lengua de Señas Chilena (LSCh) es reconocida desde el 2010 como “el medio de comunicación natural de la comunidad sorda”. Esto significa que, según el artículo 26 de la Ley 20422, cuenta con reconocimiento formal en Chile.
El derecho de acceso a la información, de comunicación y de igualdad de condiciones, son luchas que mantiene la comunidad sorda hasta el día de hoy. A pesar de que con esta normativa se avanzó en un reconocimiento, la discriminación y marginación se mantiene latente en la sociedad chilena.
“Acá en Chile, el artículo 26 de la Ley de la discapacidad 20.422, reconoce lengua de señas como medio de comunicación natural de la comunidad sorda, es absurdo y discriminatorio: medio de comunicación, no. Debiera corregirse a idioma oficial de la comunidad sorda, como respeto, nosotros tenemos patrimonio, uso de lengua de señas y lingüística, todo. Esto es bastante discriminatorio, medio de comunicación no es”, asegura Alexis V. Estibill, director académico de Esilense y secretario general de la Asociación de Sordos de Chile (ASOCH).
La institución de Estudio e Investigación de Lengua de Señas Chilena (Esilense) lleva desde 1991 capacitando en LSCh. Han notado un cambio de mentalidad en el país, en el sentido de que en sus inicios los alumnos oyentes eran solo personas relacionadas a l comunidad sorda -familiares, amigos o ser educadores-. Hoy capacitan gente de todas las áreas y edades, niños, jóvenes y adultos, es un interés transversal.
Sobre todo, en contexto de la pandemia, han recibido varias enfermeras y enfermeros que quieren aprender para poder atender de mejor manera a pacientes sordos, para que el trato sea igual que con las personas oyentes. Valentina Garrido (23) estudia enfermería y en enero realizó su primer curso de LSCh (nivel A1) presencialmente. El A2 lo cursó después de manera online.
“Quise aprender porque estudio enfermería y me pareció muy importante para mi profesión el que sea capaz de poder comunicarme con la mayor cantidad de personas posibles. Siempre me ha llamado la atención la lengua de señas porque siento que la comunidad sorda está invisibilizada en ese sentido, no se considera un requisito para nadie saber lengua de señas, aunque sea considerada una lengua nacional. La Lengua de Señas Chilena está reconocida en Chile, pero aun así no es requisito para nadie saberla”, afirma.
En Lense Biobio también han notado el mayor interés de la sociedad por aprender la lengua. Creen que esto va de la mano a que se está visibilizando más la situación de personas con discapacidad en el país. “La inclusión también es un tema del que se habla más, que se visibiliza más, por tanto, hay muchas más personas que hoy día saben la importancia de la inclusión. No solo desde los privados y del Estado, sino que también las personas como particulares”, menciona José Lazcano, intérprete de Lengua de Señas Chilena y gerente general de Lense Biobio.
Cada vez es más común encontrarse con personas oyentes preocupadas por avanzar individualmente en materia de inclusión. Clara Löfell, joven artista chilena, también decidió aprender LSCh. Ahora es parte fundamental de su música. En Instagram (@claracuchara) y en su canal de Youtube se puede ver la forma en que agrega la interpretación de señas dentro de sus canciones.
“Yo me acerqué a la LSCh motivada por un interés performático y expresivo, pero me encontré con un montón de injusticias, desigualdades y mucha ignorancia con respecto a la comunidad sorda. Darme cuenta de mi ignorancia me hizo movilizarme, investigar, conoce personas sordas, acercarme a su cultura, a su lengua y a sus demandas políticas. Ahora siento que la LSCh es parte fundamental de mis canciones y me hace mucho más sentido publicarlas”, dice.
Cree que su música ha llegado más a personas oyentes que a sordas, pero esto le parece bien porque va aprendiendo y, al mismo tiempo, visibilizando la cultura sorda. Se le han acercado a pedir información y recomendaciones para aprender la lengua de señas. Más que promoverlo por caridad o para cumplir en la sociedad, cree que lo esencial es que se entienda que es un derecho para las personas sordas acceder a la información del día a día y participar en la comunidad.
“Creo que no he llegado a tantas personas sordas como oyentes, quizá porque no están acostumbradas a que la música sea un espacio accesible para elles. Muchas veces se piensa que la accesibilidad se debe gestionar si es que hay personas sordas interesadas, pero yo creo que es al revés, si es que los espacios no son accesibles, las personas sordas nunca van a interesarse”, indica.
Adaptación en la pandemia
El coronavirus trajo un panorama totalmente nuevo para la enseñanza de LSCh. Los primeros meses fueron de coordinación y adaptación a este nuevo formato. Esto significó revisar las distintas plataformas y ver la mejor opción para que los profesores sordos pudieran ver de mejor manera a los alumnos. Siempre lo más importante es lo visual.
La mayoría de los cursos consisten en que se envían vídeos con contenidos, y luego, el día de la reunión virtual, se practican y ejemplifican estos conocimientos. Los intérpretes suelen acompañar las primeras clases, pero después solo están los alumnos con el profesor. Generalmente se hacen evaluaciones y tareas para verificar el aprendizaje.
“Para hacer capacitaciones online ha sido un poco difícil, especialmente para primer nivel que son alumnos nuevos, los alumnos antiguos que están en segundo o tercero ya lo conocen (…). Lo que llamó la atención a los alumnos nuevos de primer nivel, fue que todos esperaban escuchar. El primer día hablamos solo lengua de señas, después el intérprete acompañó hasta la tercera clase. En la cuarta clase fue hasta el final con el profesor sordo. Ahí todos se asustaron y algunos me escribían que no entendían nada y preferían retirarse porque no había herramientas para explicarlo todo”, cuenta el director académico de Esilense.
Para Alexis esto muestra, en cierta medida, cómo las personas oyentes dificultan que las personas sordas puedan integrarse en la sociedad. Afirma que los alumnos luego se daban cuenta de que podían aprender, a pesar de que pueda parecer difícil en un principio: “Ya luego, casi al final, todos se dieron cuenta y pidieron disculpas. ¿Por qué?”.
“Porque imagínate cuando una persona sorda va a un colegio o a un sector público – municipalidad o registro civil- y necesita hacer trámites. Habla en lengua de señas y el que atiende se asusta o no entiende, y no quiere atender. (…) Ellos mismos nos cierran las puertas a nosotros, ellos mismos nos ponen las barreras a nosotros. Todos dicen que las comunidades sordas tenemos que rehabilitarnos para integrarnos a la sociedad. Eso es un mito, nosotros somos minoría y siempre estamos preparados para integrarnos a la sociedad, el problema es que la sociedad no está preparada para recibirnos”, asegura Alexis V. Estibill.
Telecapacitación
Sin embargo, la comunidad ha podido adaptarse a las nuevas tecnologías y hacer llegar de mejor manera la información. Además, se ve que los estudiantes se han atrevido más a realizar los niveles más avanzados de LSCh, lo cual de manera presencial no se veía, debido a que dejaban de ir por la mayor dificultad.
A pesar de perder el contacto físico y la posibilidad de conocerse mejor entre compañeros, la información que se entrega es la misma. Incluso, para algunos, el que sea de manera grabada permite repasar los contenidos y evitar que se vayan olvidando por falta de práctica. También se descentralizan las instancias, organizaciones de Santiago están recibiendo alumnos de todos los sectores del país.
Por otro lado, las plataformas entregan la posibilidad de poder comunicarse por el chat, en caso de estar muy perdido con la clase. Sin embargo, hay ciertos detalles que se pierden de la comunicación presencial: “Me acuerdo que lo primero que nos dijo mi profesor del A1 [presencial] fue que en la sala de clases todos tienen que hablar en lengua de señas, todo el tiempo, porque si no, lo estábamos excluyendo a él, en el fondo. Eso hacíamos, entonces cuando teníamos recreo o descanso, o hablábamos temas aparte de lo que se veía en el contenido de la clase, uno seguía aprendiendo constantemente. Al final siento que me llevé mucho ese aprendizaje del curso A1 que no estaba considerado en el contenido que tenía que aprender en la clase”, cuenta la estudiante de enfermería.
Los problemas de conexión a internet y los recreos con la cámara apagada, son algunos de los obstáculos con los que se encuentra la enseñanza en formato online. “Pero aprendí igual en ambos y los recomiendo, entre esperar a que se abra presencial, si es que ahora hay tiempo para aprender, hay que aprovecharlo”.
Florencia Stange (23) se encuentra haciendo su primer curso de LSCh de manera online. Hace muchos años que le interesaba aprender, buscó palabras en YouTube, las cuales se le olvidaban rápidamente por la falta de práctica. Según su experiencia, a pesar de que en un principio da miedo y vergüenza equivocarse, es importante tener en cuenta que todos los alumnos están en la misma posición.
“Igual está el chat, si es que quieres escribir algo más rápido; o lo primero que te enseñan es el abecedario, entonces todo lo que no sabes lo vas deletreando. En verdad yo pensé que me
iba a costar mucho, pero en el curso lo hacen súper fácil para que uno pueda aprenderlo”, indica. “Yo creo que pasa mucho eso de que le da miedo a uno porque no sabe nada, pero así es aprender cosas nuevas, siempre tienes que aceptar que te vas a equivocar”.
Más que el vocabulario -el cual considera más instintivo en este caso, ya que la misma palabra puede servir en varios contextos- le cuesta expresarse lo suficiente al hacer señas. En el LSCh es importante la expresividad, por lo que hay que mover el cuerpo para comunicar.
Seguir avanzando
Desde las instituciones consideran que aún queda mucho camino para que Chile sea un país realmente inclusivo, y en donde la cultura sorda sea conocida y valorada en la sociedad, permitiendo la completa participación de estas personas. Para ellos, el principal problema que se ha podido ver en tiempos de covid-19, se refiere al acceso de información.
El secretario general de la ASOCH afirma que es necesario que el Estado garantice y asegure los derechos de las personas sordas. Menciona un ejemplo actual de discriminación: solo en algunos programas de TV Educa Chile se incluye interpretación de LSCh, a pesar de que se supone que están dirigidos a todos los niños del país. “Están preparados para todos los niños del país y los niños sordos también son ciudadanos de este país”, concluye.
En Esilense comenzarán en octubre un nuevo curso online de nivel básico para público general, para el cual todavía es posible inscribirse. Al igual que ellos, son varias las organizaciones que están entregando la posibilidad de aprender en clases por videoconferencia u otros que son completamente online, con la opción de consultarle dudas específicas a tutores.