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Investigación sobre proteína clave en la enfermedad de Parkinson abre posibilidades de tratamiento Salud

Investigación sobre proteína clave en la enfermedad de Parkinson abre posibilidades de tratamiento

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«Es necesario encontrar una cura definitiva para la enfermedad, entendiendo primero, los efectos que esta provoca”, dice investigador chileno.


La enfermedad de Parkinson es la segunda enfermedad neurodegenerativa con más prevalencia en personas adultas, entre los 50 y 60 años, aunque se puede presentar en personas de menor edad.

Además es crónica y progresiva, causando una pérdida paulatina de la capacidad física y mental, hasta llegar a la discapacidad total.

El tratamiento es solamente paliativo. Es por ello que Alberto Cornejo, académico e investigador de la Escuela de Tecnología Médica de la Universidad Andrés Bello, ha vinculado su trabajo con enfermedades neurodegenerativas.

En esta ocasión, junto a un grupo de científicos, logró publicar un paper sobre una proteína funcional, la alfa-sinucleína, que se involucra en Parkinson, y ser portada de la revista ChemPhysChem.

El Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que involucra una proteína funcional, la alfa-sinucleína, cuya función principal está relacionada con el tráfico de vesículas. Sin embargo, la alfa-sinucleína tiende a formar agregados y estas inclusiones, conocidas como cuerpos de Lewy, son el sello distintivo de la enfermedad de Parkinson.

Los expertos estudiaron que la alfa sinucleína puede alterar su conformación y adquirir capacidad de agregación, formando agregados que contienen láminas β. La importancia patogénica de esta proteína se basa en su capacidad para formar oligómeros que deterioran la transmisión sináptica y la función neuronal al aumentar la permeabilidad de la membrana y alterar la homeostasis, generando un efecto deletéreo sobre las células.

“Consideramos importante el hecho de entender el comportamiento de esta proteína de manera patológica, en este trabajo demostramos cómo agregados de alfa-sinucleína son capaces de provocar un efecto de desestabilización de membranas promoviendo su efecto citotóxico”, explica el Dr. Cornejo.

“Así entendiendo este fenómeno a nivel molecular, se pueden desarrollar nuevos fármacos que promuevan la integridad de las membranas celulares de manera de evitar la muerte celular en personas que padezcan la enfermedad de Parkinson”, agrega.

En cuanto a los desafíos que involucran esta investigación, el académico es categórico: “Los desafíos son enormes considerando que es necesario encontrar una cura definitiva para la enfermedad, entendiendo primero, los efectos que esta provoca”.

Al ser la enfermedad de Parkinson una enfermedad crónica, no sólo afecta a la persona que la padece, sino que también a quienes conforman su entorno, ya que implica una serie de trastornos psico-emocionales, económicos y sociales que son asumidos por el paciente y su familia.

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