El Programa de Alimentos de la ONU llevará su ayuda a las escuelas venezolanas para combatir la grave crisis de inseguridad alimentaria que sufre esa nación.
El Programa Mundial de Alimentos de la ONU llegó a un acuerdo con el gobierno de Venezuela para mitigar la crisis alimentaria que afecta sobre todo a los niños.
Un estudio del Programa de Alimentos de la ONU (WFP, por sus siglas en inglés) publicado en 2020 estimaba que uno de cada tres venezolanos no tenía acceso a una cantidad suficiente de alimento para cumplir con los requisitos mínimos de nutrición y estaba «necesitado de ayuda».
Los casos de desnutrición infantil se han ido incrementando a medida que la economía venezolana ha entrado en caída libre y que los servicios de atención han dejado de poder atender tanta demanda.
Para hacer frente a esta situación, el WFP logró un acuerdo con el gobierno de Nicolás Maduro que permitirá a esta agencia de la ONU proveer de alimentos a niños en edad escolar.
¿Su objetivo? Alimentar a 185.000 escolares para finales de este año.
En un gesto inusual, el acuerdo con el WFP ha sido celebrado tanto por el gobierno de Maduro como por la oposición, encabezada por Juan Guaidó, a quien Estados Unidos y varias decenas de países en el mundo reconocen como mandatario interino del país.
El acuerdo fue suscrito este lunes por Maduro y el director general del WFA, David Beasley, quien también se reunió con Guaidó.
Pero, ¿exactamente en qué consiste la ayuda que recibirá Venezuela del WFP?
El WFP ubicaba a Venezuela en 2020 como uno de los cuatro países del mundo con más inseguridad alimentaria.
Según su estudio, basado en una encuesta de alcance nacional que incluyó a más de 8.000 personas, la falta de diversidad de la dieta de los venezolanos es una «gran preocupación» porque muchas familias no están comiendo suficiente carne, pescado, huevos, vegetales y frutas.
Señala que las familias viven principalmente de cereales, raíces y tubérculos, a los cuales les agregan legumbres como lentejas y frijoles.
En paralelo, médicos del país han venido informando que la desnutrición severa estaba incidiendo en el aumento de la tasa de mortalidad infantil.
En los últimos cuatro años, el gobierno de Maduro no ha divulgado las cifras sobre mortalidad infantil, pero un reporte del ministerio de Salud en 2017 mostró que las muertes de niños habían crecido 30% en relación con el año anterior.
La ministra de Salud de aquel entonces, Antonieta Caporale, fue destituida poco después de que se difundieran estas cifras.
El Programa de Alimentos de la ONU se establecerá en Venezuela con el fin de atender las necesidades alimentarias de 1,5 millones de estudiantes para el año 2023.
Según el WFP, las escuelas son la mejor vía para llegar hasta las comunidades «de una manera independiente».
Inicialmente, esta asistencia se concentrará en los niños más vulnerables, aquellos que se encuentran en educación preescolar o en programas de educación especial.
Los críticos de Maduro le han acusado en el pasado de tratar de utilizar la ayuda internacional para reforzar la posición de su gobierno al entregar la ayuda solo a quienes respaldan a su partido.
La oposición venezolana ha denunciado el propio plan de subsidio de alimentos del gobierno de Maduro, conocido como Clap, como un programa «enormemente corrupto» que beneficia a sus simpatizantes y como una forma para que los funcionarios del gobierno ganen dinero con contratos con enormes sobreprecios.
Este lunes, el director ejecutivo del WFP, Beasley, agradeció a Maduro «por permitirnos ser independientes y no permitir que nadie politice nuestro trabajo».