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Ecodiseño: ¿Por qué debemos repensar todo el flujo productivo de un producto? Opinión

Ecodiseño: ¿Por qué debemos repensar todo el flujo productivo de un producto?

Carmen Gloria Ide
Por : Carmen Gloria Ide Directora Ejecutiva de Círculo REP.
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De acuerdo con el Plastic Waste Makers index de la Fundación Minderoo, Chile se encuentra en el 11 lugar dentro de los países que más residuos de un solo uso genera. Lamentablemente, estamos hablando de 51 kilos anuales por persona. Lo más complejo de esto, es que no somos conscientes de los residuos que estamos generando. Además, esto se ha exacerbado con la pandemia, porque durante este tiempo se han utilizado una enorme cantidad de guantes, mascarillas, y otros insumos médicos que aumentan este número. Lo mismo con los productos de delivery, como las bolsas y cubiertos que vienen con mucho embalaje.

Lo primero que debemos hacer como individuos es ser más conscientes de nuestro consumo. Es decir, que cuando elijamos algo lo hagamos seleccionando productos que tengan ciertas características medioambientales positivas. Si hacemos esto habrá un cambio, porque traccionaremos el mercado para tener una oferta mucho más responsable medioambientalmente. En cambio, si seguimos permitiendo como consumidores estas prácticas, difícilmente las empresas cambiarán el tipo de envase y de embalaje que usan.

En esto obviamente, las empresas también tienen responsabilidad, especialmente, los creadores de productos. Estos deben pensar mucho más en el ecodiseño, analizando la elaboración del producto, evitando la generación de residuos o que esté diseñado con las menores externalidades negativas para el entorno. Por ejemplo, hoy estamos viviendo en un país donde las bolsas plásticas en los supermercados se reemplazan con bolsas hechas de un grueso papel kraft, pero ¿nos hemos preguntado cuál es la huella de esa bolsa o si en su fabricación se utiliza más agua que cuando se elabora una bolsa de plástico?

El ecodiseño invita a revisar todo el flujo productivo. No se trata de quedarnos sólo con la imagen de un producto sustentable, sino que trabajar para que sea más o realmente sustentable. Existen soluciones como productos biodegradables o compostables. Por ejemplo, que en una compra por delivery no recibamos una bandeja de cartón que no se degrade fácilmente, sino que una hecha de un material compostable que podamos reciclar sin ninguna externalidad negativa.

Si bien estamos avanzando a través de normativas como la Ley Responsabilidad Extendida del Productor (REP) y la iniciativa que prohíbe el uso de plásticos de un solo uso, todavía nos falta desarrollar un ecosistema, donde haya un trabajo colaborativo que tiene que ver con conectar a los distintos actores. De esta manera, el consumidor exige un material distinto, y una mayor responsabilidad de los productores, pero también se conecta con los municipios y con las empresas donde compra. Así se forma un ecosistema positivo para el medioambiente.

Además, hoy la Ley REP también afecta a los productos de todos los tamaños, incluidos los más pequeños, desde el embalaje de una pequeña pasta de dientes hasta las cajas de los grandes electrodomésticos. Por esto, hay que repensar el diseño de estos productos para que no contaminen. La normativa obliga a las entidades productoras a hacerse cargo de estos productos, por lo que para las empresas productoras existen estas opciones: seguir generando residuos y pagar por lo que significará su gestión o evitar la generación de residuos, repensando el diseño del producto y mejorando sus impactos en el corto y largo plazo.

En este camino, es posible reducir el número de productos contaminantes o plantearnos metas, porque en este caso la Ley Rep tiene metas asociadas. Pero para lograr el éxito como país en materias ambientales, deben pasar muchas cosas adicionales a la Ley Rep.

Para que esto ocurra, debemos pensar en los materiales y su gestión eficiente, ¿estamos dando espacio para que los distintos centros de investigación desarrollen soluciones de la mano de las empresas? ¿Estamos promoviendo la innovación en la gestión de residuos? Si las compañías, la academia y los consumidores no trabajan conjuntamente en pro de estos objetivos, es muy difícil que logremos alcanzar estas metas. Para todo esto, debe desarrollarse una industria más consciente y responsable respecto de la generación de residuos, acelerando la innovación y acercando dichas soluciones ambientales a las empresas, porque si no las tenemos a mano, sobre todo para las pequeñas empresas, será muy complicado lograrlo”.

Hay que tomar conciencia, porque ya estamos hablando de un país con problemas relacionados a la escasez hídrica y con muchos residuos, según este estudio. Tenemos que volvernos más responsables con el entorno y que no sea sólo una moda, sino que tengamos un estilo de vida responsable con el medioambiente.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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