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Cómo reconocer si mi hija o hijo está siendo víctima de acoso escolar Niñez

Cómo reconocer si mi hija o hijo está siendo víctima de acoso escolar

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El aumento de las denuncias por maltrato en los colegios de Chile aumentó un 40%. Una práctica que puede llevar a que adolescentes angustiados piensen, incluso, en terminar con sus vidas. El estremecedor caso de un niño estadounidense de 12 años que se quitó la vida luego de sufrir bullying en el colegio vuelve a poner en alerta a padres y docentes para prevenir esta conducta.


Como un “enemigo silencioso y muchas veces mortal” calificaron los padres de Drayke Hardman el acoso escolar físico y emocional que sufrió su hijo en el colegio, y que finalmente lo llevó a quitarse la vida.

Drayke tenía 12 y se quitó la vida tras sufrir durante más de un año acoso escolar en su colegio de Utah, Estados Unidos. Sus padres decidieron hacer pública su historia a través de redes sociales, con la esperanza de generar conciencia para erradicar este tipo de prácticas.

El caso ha encendido nuevamente las alarmas respecto de la necesidad de prevención en el ámbito escolar de este tipo de agresiones, situaciones que podrían potenciarse con el próximo retorno a clases presenciales.

Cuando “la agresión se sostiene en el tiempo y que entre los involucrados hay una diferencia de poder, produciendo en la víctima un daño físico y/o psicológico”, señala la ONG Bulliyng sin Fronteras.

El último estudio de la ONG internacional, comenzado en marzo de 2020 y terminado en el mismo mes de 2021, demostró que hubo un aumento de un 40% en las denuncias por maltratos físicos y psicológicos en colegios públicos y privados de Chile, pasando de 3 mil 760 a 5 mil 934 casos. Es decir, el bullying afecta a 1 de cada 4 niños o jóvenes en nuestro país.

La IX Encuesta Nacional de Juventud, a su vez, detectó que 1 de cada 5 jóvenes (21,1%) ha sido víctima de acoso cibernético. El informe, también, reveló que un 5,5% de los jóvenes ha pensado alguna vez en quitarse la vida o suicidarse.

Según afirma la directora ejecutiva de la consultora Praesidium Chile, Ximena Schencke, si bien el bullying también ocurre de manera on line, “es en la convivencia escolar donde se manifiesta con mayor impacto, por lo que el retorno a clases presenciales luego de un largo confinamiento debe poner a padres y docentes en alerta”, sostiene.

Schencke señala que alguna vez se consideró al bullying como un “mal necesario” de los años escolares.

“Hoy, sin embargo, se sabe que el acoso escolar es un problema grave que puede afectar la salud física, el bienestar emocional y el rendimiento académico de un niño o niña. Para ayudar a los menores a manejar el acoso escolar es necesario aprender a reconocerlo, prevenirlo y saber cómo responder a este”, plantea.

La experta explica que el bullying es una forma de agresión en la que uno o más niños o jóvenes intimidan, acosan o dañan repetida e intencionalmente a una víctima que se percibe como menos poderosa, diferente o más débil en relación a sus compañeros debido a su situación social o económica, discapacidad, minoría étnica, racial o religiosa, orientación sexual o identidad de género, etc.

En relación al ciberbullying, éste tiene las mismas características del bullying, pero su diferencia es que la agresión es a través de las redes sociales, a partir de la difusión de imágenes, videos o información, con la intención de dañar a otro u otra.

“A partir de esta situación, se podrían observar las mismas señales anteriormente descritas, sin embargo, se le agrega un aumento considerable del tiempo en la utilización de las pantallas, especialmente la conexión a las redes sociales. Esto es debido a la necesidad del niño, niña o adolescente de estar pendiente y actualizado de algún posible nuevo contenido que se pueda estar compartiendo sobre él en las redes”, señala la psicóloga Carolina Marfán, de la red Cognita, con 14 colegios en todo Chile.

Además complementa que “hay que recordar que este tipo de agresión causa altos montos de ansiedad y desesperación en las víctimas, debido a la imposibilidad de controlar y detener la viralización del contenido”.

Young Asian preteen teenager boy holding a smartphone and showing a stop sign with his hand, Stop cyber bullying concept, mental health problem

Señales de advertencia

Para la directora ejecutiva de Praesidium Chile, si un menor está siendo acosado es posible que no hable por miedo, vergüenza o temor a represalias. Las señales pueden ser vagas o verse como problemas de salud mental.

Por lo tanto, hay que estar atentos a signos clave, como por ejemplo, la pérdida o destrucción de ropa, aparatos electrónicos u otras pertenencias personales; pérdida abrupta de amigos o evitación de situaciones sociales; rendimiento escolar deficiente o rechazo a ir a la escuela; dolores de cabeza, de estómago u otras molestias físicas; dificultad para dormir o pesadillas frecuentes; angustia después de pasar tiempo en línea o en el teléfono; rechazo repentino a dispositivos electrónicos; sentimientos de impotencia, baja autoestima o tristeza sin causa aparente y comportamiento autodestructivo, como lesiones auto infringidas.

La psicóloga de la red Cognita, ademas, resume algunas señales que indicarían que un niño, niña o adolescente podría estar siendo víctima de bullying:

  • Salud psicológica: se observa inestabilidad emocional (anda más nervioso/a de lo normal), sentimientos de insatisfacción, miedo constante, sentimientos de soledad, una repentina inseguridad, baja autoestima y desconfianza en sí mismo.
  • Salud física: está durmiendo mal (pesadillas, no puede conciliar el sueño, se despierta durante la noche, dificultad para despertar), disminución o aumento del apetito, problemas digestivos, dolor de cabeza, cansancio, entre otros.
  • Relaciones familiares y sociales: baja comunicación y expresión de emociones, se aleja de las situaciones grupales, está más introvertido/a, no quiere establece o estar con sus amistades.
  • Vida escolar: presenta desmotivación, desinterés por aprender, baja atención en clases, disminución del rendimiento académico, no querer ir al colegio, bajo o nulo interés por las actividades escolares.

Como estrategias para prevenir y abordar el acoso escolar, Schencke recomienda mantener la comunicación abierta siempre, y hablar sobre el acoso antes de que ocurra.

“Algunas preguntas clave que podemos realizar a los niños son: ¿Qué cosas buenas pasaron hoy en la escuela? ¿Qué cosas malas? ¿Qué comportamientos consideras que serían acoso escolar? ¿Cómo es el almuerzo, el recreo o el transporte escolar? Si te acosan en la escuela, ¿existe un adulto con quien puedas hablar?», dice.

La experta sugiere, además, conversar con los niños sobre tener estrategias para responder al acoso, como alejarse y evitar la situación donde este se produce; hablar con las y los padres/adultos de confianza sobre la situación; contarle a un amigo lo que pasó o evitar estar solos, y buscar a amigos y adultos que les den seguridad y apoyo.

Finalmente, Ximena Schencke recomienda promover que los menores sean defensores de otros. “Normalmente, cuando un niño es acosado hay otros niños que son testigos. Al defender a un estudiante se promueve un ambiente seguro para todos los miembros de la comunidad. Para que ello ocurra hay que incentivar algunas acciones, como la promoción de comportamientos inclusivos, empáticos y amables o criticar el comportamiento de acoso cuando suceda”, concluye.

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