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Fumar aumenta el riesgo de pérdida auditiva hasta en un 70%, incluida la exposición pasiva al humo del tabaco Salud

Fumar aumenta el riesgo de pérdida auditiva hasta en un 70%, incluida la exposición pasiva al humo del tabaco

Fumando hasta 10 cigarrillos por día se ha tenido un riesgo 40% mayor de pérdida auditiva de alta frecuencia. El riesgo de pérdida de audición puede reducirse significativamente después de haber dejado de fumar.


Son varios los efectos nocivos y letales que se conocen del consumo de tabaco y la exposición pasiva a su humo. Sin embargo, el tabaco y la pérdida de audición tienen una relación a menudo desconocida que cada vez más investigadores están estudiando.

Según una encuesta realizada entre más de 50 mil trabajadores en Japón, los fumadores tenían hasta un 70% más de probabilidades que los no fumadores de desarrollar pérdida auditiva de alta frecuencia, que es el tipo más común de pérdida auditiva. Además, el estudio determinó que fumar aumenta el riesgo de pérdida auditiva de baja frecuencia hasta en un 40%.

El número de cigarrillos fumados también es importante. De hecho, cuanto mayor sea el número, mayor será el riesgo de pérdida auditiva. Los participantes en el estudio que fumaban hasta 10 cigarrillos por día tenían un riesgo 40% mayor de pérdida auditiva de alta frecuencia. se riesgo aumentó al 70% para aquellos que consumieron más de 20 cigarrillos al día.

Sin embargo, algunos de estos efectos pueden revertirse ya que el riesgo de pérdida auditiva se redujo significativamente dentro de los cinco años posteriores a que una persona dejara de fumar1.

«Es probable que la nicotina y otras toxinas, como el formaldehído, el arsénico, el amoníaco y el cianuro de hidrógeno, dañen el oído interno. Además, fumar causa inflamación y puede disminuir el flujo sanguíneo vital a la cóclea, parte del oído interno que es esencial para la audición», explican los expertos de GAES, especialista en audición.

Además, la Universidad de Pekín, en China, realizó un estudio en el que participaron 517 trabajadores: el 60% eran fumadores, mientras que el 40% restante no lo eran. Todos habían estado expuestos durante al menos un año a fuertes niveles de ruido industrial que oscilaban entre 80 y 118 decibelios, superando con creces la exposición diaria promedio al ruido recomendada en la mayoría de los países. El resultado mostró que los trabajadores que fumaban tenían un mayor riesgo de pérdida auditiva.

«Frente a todas estas pruebas y las implicaciones reconocidas de la pérdida de audición (depresión, demencia, pérdida de equilibrio, aislamiento, etc.) se puede decir que dejar de fumar crea el potencial de beneficios para la salud ‘en cascada’: tanto la prevención de enfermedades relacionadas con el tabaquismo como la disminución del riesgo de afecciones relacionadas con la pérdida auditiva», dice Luciano García, fonoaudiólogo de GAES.

«Un tratamiento adecuado, como el uso correcto de audífonos, puede ayudar a preservar la calidad de vida y el desempeño laboral, al tiempo que reduce el riesgo de comorbilidades por pérdida auditiva», agrega García.

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