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La resistencia a los antibióticos causará más muertes que el Covid-19 Salud

La resistencia a los antibióticos causará más muertes que el Covid-19

La masiva introducción de antibióticos ha llevado a que se desarrollen bacterias resistentes a estos fármacos, tanto en los humanos, como en animales y medioambiente en general.


La resistencia a los antibióticos se perfila como un tema de salud prioritario a nivel mundial, ante la creciente mortalidad que produce. Según especialistas de la Organización Mundial de Salud (OMS), al 2050 causará 10 millones de fallecimientos al año. Con esto, superará la cifra de decesos atribuidos al Covid-19.

Así lo expresó Rosalba Lagos, profesora Titular de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, integrante de la directiva de la Academia Chilena de Ciencias.

En una sesión del ciclo de charlas que los miércoles realiza esta institución, la doctora en Ciencias expuso sobre “Crisis sanitaria por la resistencia bacteriana a antibióticos. Origen y alternativas”.

La científica, que realizó su tesis de doctorado en el estudio de los virus bacterianos P2 y P4 en el Departamento de Microbiología y Genética Molecular de Harvard Medical School, enfatizó que la OMS considera esta resistencia bacteriana a los antibióticos como “una de las mayores amenazas para la salud”.

Además constató la aparición de unos patógenos (microorganismos capaces de producir enfermedad) muy virulentos. Entre ellos mencionó a  Enterococcus faecium, Staphylococcus aureusKlebsiella pneumoniae, Acitenobacter baumannii, Pseudomonas aeruginosa y especies de Enterobacter, los que en conjunto son denominados con el acrónimo Eskape.

La experta añadió que la virulencia de estos agentes es tal que si además adquieren resistencia a antibióticos, la posibilidad de un paciente vulnerable a  sobrevivir a ellos es muy escasa.

Cae producción de nuevos antibióticos

A esta coyuntura, informa la investigadora, contribuye que estamos expuestos a muchas concentraciones de antibióticos.

Actualmente, el 80% de los que se utilizan se emplean en la industria animal, acuícola, avícola, ganadería. Además, tan solo el 20% se aplica directamente en humanos y apenas la mitad del que se destina a este fin es realmente necesario para los efectos terapéuticos que se le asignan.

Además, la masiva introducción de antibióticos en la producción animal lleva a que sus organismos desarrollen bacterias resistentes a estos fármacos, las que se traspasan a los humanos desde los alimentos, como también desde cultivos donde las heces de esos animales son usadas como fertilizantes.

A esto se suma, la alta presencia de bacterias resistentes en los ambientes hospitalarios.

Para hacer frente a esta emergencia, la OMS ha comenzado a hablar del concepto “Una Salud”, que se refiere a la necesidad de integrar en una mirada la salud de las personas, los animales y el medioambiente.

“Hay que tratar el problema en su conjunto, con todas las comunidades. La comunidad humana, la de los animales que se usan para la industria alimenticia; la comunidad de los demás animales, ya sean domésticos o salvajes donde también hay traspaso de resistencias. Y también los nichos ecológicos, la tierra y el agua”, indica la doctora Lagos.

La producción de nuevos antibióticos, subraya la profesional, no va a la par de las necesidades. Entre otras razones por el tiempo que requiere su implementación, entre 10 y 15 años, y por el costo involucrado, que bordea los 1,5 billones de dólares por el desarrollo de cada antibiótico que finalmente es  usado clínicamente.

Por eso es urgente la adopción de políticas de restricción y vigilancia de antibióticos en animales y suelos. Asimismo, es necesario producir nuevos antibióticos.

Alternativa ante tumores

Para Rosalba Lagos, es importante fomentar alternativas como fagoterapia (virus que atacan a las bacterias), bacteriocinas (proteínas que inhiben crecimiento de bacterias) y probióticos (microorganismos que se usan con propósitos terapéuticos).

“La administración indiscriminada de antibióticos afecta la microbiota, también llamada flora intestinal, y puede acarrear graves consecuencias al organismo humano”, fundamenta.

La muerte indiscriminada de bacterias por efecto de estos medicamentos se asocia al desarrollo de enfermedades como obesidad, diabetes, inflamaciones intestinales, alergias y asma.

“Los antibióticos hay que tomarlos cuando realmente se justifica. Hay que evitar tomarlos si no se trata de un problema que podríamos calificar de ‘serio’. Y optar por alternativas en caso de estar disponibles”, señala la experta.

Lagos se refirió en específico a una bacteriocina denominada  microcina E492, que actúa a través de la formación de poros en las bacterias y ha demostrado propiedades excepcionales para su aplicación biotecnológica. Ha mostrado buenos resultados contra la aparición de tumores por su capacidad de formar amiloides, que puede ser usado de modelo para la formación de estas estructuras que inciden en la gestación de diversas enfermedades.

Entre otras cosas, están experimentando con esta bacteriocina para mejorar el desempeño de probióticos.

Resistencia hasta en la Antártica

Como parte de la investigación, se está participando en la búsqueda e identificación de resistomas naturales, que  es el conjunto de genes que producen resistencia a los antibióticos.

Ello los llevó a los doctores Macarena Varas y Andrés Marcoleta a la Antártica. “Si vamos a un lugar remoto, como puede ser la Antártica, donde hay territorios que han tenido muy poco o ningún contacto con seres humanos, y por lo tanto las resistencias a antibióticos que uno conoce en ellos, allí no están, se podría examinar cuáles son los resistomas que se dan en esos suelos”, afirman.

Allí analizaron suelos “humanizados”, cercanos a una base antártica, y otros no intervenidos  por la presencia humana. Tomaron muestras de bacterias aisladas desde el suelo, que fueron caracterizadas, para determinar si presentaban resistencia a antibióticos y a cuáles.

Los investigadores encontraron algunas con multirresistencia y estas fueron analizadas mediante exámenes genómicos. También se hizo un  análisis metagenómico de las muestras de suelo.

En el material examinado encontraron una alta cantidad de bacterias resistentes a múltiples antibióticos y muchas de ellas procedentes de los territorios que no habían tenido contacto con humanos.

En las pruebas se utilizaron 15 antibióticos diferentes y una de las bacterias estudiada presentó resistencia a 13 de ellos. Solo dos antibióticos no generaron respuesta de resistencia. Y los microorganismos analizados que mostraron un mayor número de resistencias eran de lugares sin contacto humano previo.

Los datos obtenidos por el equipo de investigación con el cual trabaja la doctora Lagos causaron mucha sorpresa y tuvieron gran impacto con múltiples publicaciones en la prensa, no sólo en Chile sino también en el extranjero.

La científica advierte que la información obtenida alerta frente al peligro que en algún momento,  las resistencias encontradas,   se puedan transferir a bacterias patógenas, con todas las consecuencias de ello. A esto se suma el cambio climático que podría acelerar el proceso.

Por eso, reitera su convencimiento de que “es imprescindible vigilar posibles transferencias entre bacterias ambientales y patógenas”.

La presidenta de la Academia Chilena de Ciencias, Cecilia Hidalgo, subrayó la importancia de la investigación desarrollada por la doctora Lagos, ya que es de vital importancia para el futuro de la humanidad.

“Es un grave riesgo no tomar medidas frente a las alertas que este conocimiento impone”, enfatizó.

La charla, como las demás del ciclo, se puede ver en redes sociales de la Academia Chilena de Ciencias, como Facebook y Youtube.

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