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La necesidad de una mayor educación y concientización para disminuir la contaminación marina Sustentabilidad

La necesidad de una mayor educación y concientización para disminuir la contaminación marina

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Experta explica los aspectos más dramáticos en cuanto a contaminación marina, cuáles son las principales fuentes de esta y cómo la educación y podría contribuir a contrarrestarla. Cabe destacar, que en los últimos 20 años, se ha evidenciado en varios lugares costeros un alto grado de contaminación ambiental.


Las consecuencias de la contaminación marina son alarmantes en la biodiversidad. Según un estudio de PLoS One, la contaminación marina por plástico suma alrededor d 2,4 millones de toneladas, situación que se ha acelerado en las ultimas tres décadas y que seguirá creciendo.

En este contexto, Loretto Contreras, investigadora de Ecología y Biodiversidad de la Universidad Andrés Bello, expone que, actualmente, en la costa existe un alto grado de polución por nutrientes, metales pesados, hidrocarburos aromáticos policíclicos y microplásticos.

Esta situación ha generado preocupación en las organizaciones medioambientales, por lo que, especialistas han afirmado la importancia de educar a la ciudadanía con el fin de que tomen conciencia sobre el impacto de la basura en las playas.

Respecto a cuáles son las consecuencias de esta contaminación, Contreras explica que afecta principalmente a los organismos marinos: “Como la reducción de poblaciones, efectos negativos en el ciclo de vida, alta concentración de contaminantes en la biomasa, lo cual podría generar efectos negativos en otros organismos que los consumen, malformaciones, estrés fisiológico, alteraciones hormonales, entre otros registros”.

Además, la investigadora agrega que “la contaminación ha permitido el aumento de individuos llamados invasores, principalmente algas, que pueden alterar a las poblaciones nativas”.

Las mayores fuentes de contaminación

Según la experta, la contaminación principal proviene de fuentes antropogénicas, como desechos empresariales, basurales, automóviles, quemas de bosques, desechos domésticos, alta actividad turística, entre otros.

En este sentido, detalla que específicamente en Chile hay una alta carga de metales naturales en las rocas y sedimentos, afirmando que sobre el 70% de la contaminación marina es generada por el hombre.

“Es indiscutible que una de las grandes soluciones a esto, es que nos eduquemos y cambiemos la tecnología actual a una limpia, realmente inocua a largo plazo”, afirma.

 ¿Cómo Chile está haciendo frente a este fenómeno? 

La experta subraya que “los hallazgos de contaminación y sus efectos en nuestras costas, liderados principalmente por científicas y científicos de nuestro país, le han permitido al Estado generar alertas de contaminación en ciertas áreas geográficas”.

En esta línea, explicó que esta situación también ha legitimado normas secundarias de calidad ambiental, como por ejemplo, la que se está tramitando en Quintero-Puchuncaví, la cual es la primera en el país.

“Sin embargo, llegar a generar normas secundarias, es un gran reflejo de que no hay una regulación normativa previa de la concentración de tóxicos en el agua de mar, ya que solo existe actualmente la normativa asociada a la emisión de contaminantes (DS 90)”, alerta la experta. 

Educación y responsabilidad

 Para le mundo científico y medioambientalista, una de las principales acciones que puede hacer frente a esta realidad es la educación a la población, en donde el Estado, las comunidades científicas y los centros de educación cumplen un rol fundamental. 

Asimismo, las personas también tienen una responsabilidad. “Es una obligación que todos y todas sepamos lo que consumimos y utilizamos, cómo lo desechamos y cómo actuamos frente a la naturaleza. Pero esto es imposible si no existe educación ambiental y de nuestro mar”, concluye Contreras.

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