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Doomscrolling: cómo el consumo excesivo de noticias negativas impacta la salud mental Digital

Doomscrolling: cómo el consumo excesivo de noticias negativas impacta la salud mental

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Pasar horas navegando entre noticias negativas se ha vuelto un hábito común en la era digital. El doomscrolling, impulsado por la incertidumbre y la ansiedad, afecta nuestra salud mental y nos desafía a cuidar mejor de nuestro bienestar digital.


Sin duda, la tecnología es parte de nuestro día a día. En un mundo donde las redes sociales dictaminan muchas veces nuestro estado de ánimo es muy difícil apartarse de los celulares o tablets. Y es los teléfonos ya no solo sirven para llamar o enviar mensajes, asimismo, se han transformado en una fuente esencial para consultar el estado del tiempo, mantenerse al tanto de las noticias de actualidad y acceder a contenidos que solo podemos encontrar en plataformas digitales.

Es en ese momento cuando caemos en el doomscrolling, el hábito —casi compulsivo— de pasar largos periodos deslizando o navegando por noticias negativas, deprimentes o alarmantes en redes sociales, medios digitales o portales de noticias. Aunque uno sabe que el contenido lo está afectando emocionalmente, sigue buscando más, atrapado en un ciclo difícil de romper.

El término viene de unir doom (fatalidad, desastre) y scrolling (deslizar, desplazarse por una pantalla). Comenzó a popularizarse a finales de 2020, durante la pandemia de COVID-19, cuando muchas personas, encerradas en sus casas y ansiosas por saber qué ocurría, pasaban horas leyendo malas noticias: cifras de contagios, crisis económica, conflictos sociales, desastres naturales, etc.

Esta tendencia surge de la necesidad de mantenerse informado en épocas de incertidumbre, pero a menudo deriva en estrés, ansiedad y un impacto negativo en la salud mental. Frente a ello, los usuarios deben aprender a cuidar su bienestar digital.

Y aunque este fenómeno existe desde hace muchísimos años, fue durante la pandemia que esta práctica se volvió masiva y le puso un nombre en concreto a este comportamiento.

Pero, ¿por qué ocurre este fenómeno?

  • El cerebro humano tiende a prestar más atención a las amenazas (por instinto de supervivencia).
  • Las redes sociales y los sitios de noticias están diseñados para captar y retener la atención, a menudo priorizando contenidos que generan emociones fuertes (como miedo o indignación).
  • Buscar información puede dar una sensación momentánea de control en situaciones de incertidumbre, aunque a la larga aumente la ansiedad y el estrés.

En la actualidad se considera al doomscrolling como un problema real para la salud mental, ya que puede provocar ansiedad crónica, insomnio y deterioro del estado de ánimo. Por eso, muchos expertos recomiendan limitar el tiempo de exposición a noticias, seleccionar mejor las fuentes de información y establecer horarios de “desconexión” digital.

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