Publicidad
Encuesta revela que chilenos son los menos optimistas de Latinoamérica sobre el impacto de la IA Digital Crédito: El Mostrador.

Encuesta revela que chilenos son los menos optimistas de Latinoamérica sobre el impacto de la IA

Publicidad

La inteligencia artificial despierta sensaciones encontradas entre los trabajadores chilenos: pocos esperan beneficios inmediatos, aunque el temor al reemplazo es bajo.


En un mundo donde la inteligencia artificial sigue avanzando y se hace cada vez más presente en el día a día de las personas, los trabajadores chilenos miran con cautela su impacto. Aunque la mayoría no teme ser reemplazada por esta tecnología, tampoco se muestra convencida de que traerá beneficios inmediatos a su labor.

Así lo indica el último estudio global “Personas en el Trabajo 2025” de ADP Research, que encuestó a 38.000 trabajadores en seis continentes para entender sus percepciones sobre la IA.

Según el informe, solo un 16% de los chilenos cree que la IA tendrá un impacto positivo en sus responsabilidades laborales durante el próximo año, el porcentaje más bajo de América Latina. Esta cifra contrasta con países donde la visión es más optimista, como India o Egipto, pero donde paradójicamente también crece el temor al reemplazo.

Esperanza y preocupación conviven

A nivel global, el estudio detecta un panorama de emociones mixtas. El 50% de los trabajadores cree que la IA podría mejorar su trabajo, pero un 27% de ellos también teme ser reemplazado por la tecnología. En Chile, solo un 9% teme la sustitución por IA y otro 9% reconoce no tener claro cómo la automatización y los algoritmos transformarán su día a día.

Karem Fonseca, Gerente de Recursos Humanos en ADP Latam, afirma que “el impacto de la IA no es solo un cambio tecnológico; es un cambio emocional para los trabajadores de todo el mundo”.

Diferencias por sector y edad

El informe muestra que la percepción sobre la IA cambia según el tipo de trabajo. En América Latina, quienes se desempeñan en servicios tecnológicos, finanzas, seguros e información son los más optimistas, aunque también los más preocupados por una eventual sustitución. En contraste, áreas centradas en la interacción humana —como salud y asistencia social— manifiestan mayor cautela.

La edad también influye. Los trabajadores más jóvenes (18-39 años) combinan entusiasmo y preocupación, mientras que quienes están cerca del retiro tienden a mostrar indiferencia, al considerar que la IA tendrá poco impacto en los años laborales que les restan.

Baja ansiedad, pero también baja expectativa

Chile destaca por su menor nivel de ansiedad frente a la IA, pero también por su escepticismo sobre los beneficios inmediatos. A nivel regional, el promedio de optimismo es de un 19%, superando con holgura el 16% chileno.

El estudio advierte que quienes temen ser reemplazados por la IA tienen el doble de probabilidades de sufrir estrés laboral y que un 30% de ellos está buscando activamente un nuevo empleo, frente al 16% entre los que no tienen esta preocupación.

Publicidad