
Científicas chilenas impulsan innovación STEM con impacto social y compromiso comunitario
En la Universidad de La Serena, un grupo de científicas lidera proyectos innovadores en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) que no solo avanzan en investigación de vanguardia, sino que también generan beneficios concretos para la comunidad, promoviendo inclusión y colaboración.
En Chile, la presencia femenina en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas) sigue siendo minoritaria: menos del 25% de la matrícula corresponde a mujeres, con especial concentración en áreas como biología y química, mientras que ingeniería, matemáticas y computación continúan altamente masculinizadas. Pese a las iniciativas públicas y privadas que buscan revertir esta brecha, los estereotipos de género y las barreras laborales aún limitan su participación plena.
Bajo este contexto, en la Universidad de La Serena, las mujeres están abriendo camino en el mundo académico y tecnológico. A través de proyectos que combinan ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), impulsan investigaciones de vanguardia con impacto directo en la comunidad, fortaleciendo además su aporte en la docencia y la transferencia de conocimientos.
En el Laboratorio de Bioquímica y Biología Molecular de la misma casa de estudios se llevan a cabo proyectos financiados tanto con recursos institucionales como con fondos regionales, orientados a la investigación, la docencia y la generación de nuevo conocimiento. Estas iniciativas no solo fortalecen la formación de los estudiantes, sino que también aportan beneficios concretos a las comunidades vinculadas a la casa de estudios.
Ciencia inclusiva y con impacto social
Las académicas del Departamento de Biología, Dra. Verónica Plaza y Dra. Mary Carmen Inostroza, lideran una innovadora iniciativa dirigida a estudiantes con discapacidad visual. Al respecto, destacan que “trabajamos con impresoras 3D, lana y otros materiales para la generación de modelos biológicos, los cuales sean utilizados por ciegos y así puedan aprender ciencias, algo imposible con métodos tradicionales”.
Por otro lado, n equipo integrado por las académicas Dra. Verónica Plaza, Dra. María José Torres y el Dr. Luis Castillo desarrolla ciencia participativa junto a la comunidad a través del Proyecto Territorio Colaborativo USerena, en alianza con la Cooperativa de Mujeres de El Hinojal, MIELKI, organización dedicada a mejorar la producción de kombucha de miel. Sobre este trabajo, Torres explicó que “no solo caracterizamos la bebida, sino que asesoramos en etiquetado nutricional y normas sanitarias, asegurando que su emprendimiento sea sostenible y seguro”.
En la misma línea, la Dra. Torres resaltó el papel central de las mujeres en STEM, un ámbito históricamente dominado por hombres. “Somos madres, docentes, investigadoras y gestoras. Aunque muchas veces invisibilizadas, hoy demostramos que nuestra multidisciplinariedad es una fortaleza”.
Por su parte, Plaza subrayó la relevancia de la colaboración con el entorno y la importancia de abordar problemáticas locales como un sello distintivo y motivador. “Además de los artículos científicos, nuestra ciencia se traduce en apoyo a agricultores, estudiantes o emprendedoras”, agregó.
Investigación y liderazgo femenino
En el Laboratorio de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de La Serena se desarrollan diversas líneas de investigación centradas en el control de fitopatógenos. En el marco del proyecto Fondecyt Postdoctoral 2023, la Dra. Torres estudia compuestos antimicrobianos de origen natural para combatir microorganismos presentes en la agroindustria alimentaria.
A partir de estas y otras experiencias, las académicas destacan la necesidad de visibilizar el aporte de las mujeres en STEM, un ámbito históricamente masculino. Las científicas de la Universidad de La Serena se convierten en un modelo inspirador: su trabajo demuestra que una ciencia inclusiva, colaborativa y comprometida socialmente no solo transforma la academia, sino que también impacta positivamente en la vida de las personas y abre oportunidades para nuevas generaciones de mujeres en STEM.