
Bienestar laboral en crisis: 74% de los trabajadores ya no se siente física ni mentalmente bien
El informe Health on Demand 2025 revela un deterioro en el bienestar de los trabajadores: aumenta el estrés, baja la satisfacción y solo el 22% recibe apoyo en salud mental por parte de su empleador. La personalización de beneficios surge como clave.
En un contexto global marcado por el estrés, la incertidumbre y la rapidez de la vida diaria, el bienestar de los trabajadores muestra cada vez más señales de deterioro.
Así lo revela el reporte de Health on Demand 2025, elaborado por Mercer Marsh Beneficios, con el objetivo de orientar a las organizaciones y empresas en la toma de decisiones sobre salud laboral, beneficios y calidad de vida en el ámbito laboral.
El estudio recoge la percepción de más de 18.000 personas en 17 países respecto a sus prioridades en salud física, mental y bienestar general.
“Los conflictos geopolíticos, el clima extremo y los cambios en el mundo laboral están afectando directamente el bienestar de las personas. Nuestra encuesta Health On Demand, 2025, muestra que el porcentaje de trabajadores que se sienten física y mentalmente bien disminuyó de un 82% en 2023 a un 74% este año”, comentó Hervé Balzano, líder global de Mercer Marsh Beneficios y presidente de Health en Mercer.
La salud en el ámbito labora es fundamental para los trabajadores y trabajadoras ya que su impacto en la salud física y mental de las personas es directo.
“Los beneficios, sin embargo, siguen siendo una fuente clave de seguridad para las personas y una ventaja competitiva para los empleadores. Para mantener esa ventaja, es necesario adaptar los beneficios a las necesidades cambiantes de la fuerza laboral, equilibrando al mismo tiempo las restricciones del negocio”, añadió Balzano.
La asequibilidad de la atención médica sigue siendo un desafío
En un contexto social donde los costos en salud continúan al alza, las empresas tienen una oportunidad clave para generar confianza: garantizar el acceso a una atención médica asequible. Beneficios como seguros de salud, descuentos en medicamentos ambulatorios o visitas médicas de rutina se posicionan entre los más valorados por los trabajadores y sus familias, al representar un respaldo concreto en el día a día.
Pero el desafío va más allá del presente. Con una mayor esperanza de vida y carreras laborales cada vez más extensas, los colaboradores también miran al futuro. Según encuestas recientes, ocho de cada diez trabajadores (79%) señalan que les haría más felices contar con el apoyo de su empleador para planificar sus necesidades de salud de cara a la jubilación. Un dato que revela cómo el bienestar laboral ya no solo se mide en el corto plazo, sino que también se proyecta como una herramienta clave de seguridad a largo plazo.
Flexibilidad en beneficios: una señal clara de preocupación por el bienestar
Aunque las empresas invierten cada vez más en beneficios para sus equipos, aún existe una brecha entre lo que se ofrece y lo que realmente necesitan los trabajadores. Solo el 59% de los colaboradores siente que los beneficios que recibe responden a sus necesidades actuales, lo que plantea un desafío —y una oportunidad— para las organizaciones.
En este escenario, la clave parece estar en la personalización. Según datos recientes, el 78% de quienes pueden adaptar sus beneficios a sus preferencias percibe que su empleador realmente se preocupa por su salud y bienestar. En contraste, entre quienes no tienen esa opción, la percepción positiva cae drásticamente al 29%. La flexibilidad, más que un lujo, se está consolidando como un elemento esencial para construir una cultura organizacional empática, moderna y centrada en las personas.
“En Chile, por ejemplo, la salud mental se ha convertido en una prioridad transversal entre los trabajadores, pero especialmente para las generaciones más jóvenes adquieren una relevancia aún mayor, quienes valoran profundamente el equilibrio entre la vida personal y laboral”, señaló Miguel Gumucio, Gerente de Mercer Marsh Beneficios.
Asimismo, explicó que “en un entorno laboral cada vez más híbrido, cambiante y exigente, las personas ya no solo esperan tener una cobertura médica: buscan contención emocional, flexibilidad y beneficios que se alineen con sus valores y estilo de vida. Escuchar esas necesidades y adaptarse a ellas es clave para construir organizaciones más sostenibles y comprometidas”.
La relación entre el bienestar y los beneficios laborales es directa: a mayor cobertura, mayor satisfacción. Así lo revela un estudio reciente, que muestra que las personas que reciben una mayor cantidad de beneficios tienden a sentirse mucho más conformes tanto con su rol como con la empresa en la que trabajan.
El dato es claro: entre quienes acceden a diez o más beneficios entregados por su empleador, un 76% afirma sentirse pleno en su trabajo actual. Un resultado que refuerza la idea de que invertir en el bienestar integral de los equipos no solo mejora la calidad de vida, sino que también fortalece el compromiso y la motivación en el día a día.
La salud mental sigue siendo una de las principales preocupaciones entre los trabajadores, y los datos lo confirman. Casi la mitad de las personas (47%) teme un deterioro en su bienestar emocional, pero solo una de cada cinco (22%) afirma que su empleador ofrece chequeos o apoyo en esta área.
El impacto no es menor: el 45% de los trabajadores está activamente buscando un nuevo empleo, y entre ellos, un 62% declara sentirse estresado la mayor parte del tiempo. En este contexto, promover el bienestar emocional no solo es un acto de responsabilidad, sino también una estrategia clave para fortalecer la propuesta de valor de las empresas y retener talento.
Eliminar barreras de acceso: un desafío para los beneficios
Los sistemas de salud están bajo presión. La creciente demanda, sumada a recursos limitados, dificulta cada vez más el acceso a una atención médica oportuna y de calidad. Esta realidad ha llevado a que cuatro de cada cinco personas (79%) haya postergado consultas o tratamientos en los últimos dos años, principalmente por razones económicas (28%) o por temor a las largas listas de espera (27%).
Pero los desafíos no terminan ahí. El impacto del cambio climático también comienza a hacerse sentir en la vida cotidiana y en el bolsillo. Un 77% de las personas declara haberse visto afectado —directamente o a través de su familia— por fenómenos como olas de calor, incendios o inundaciones. Y un 40% reporta haber tenido que enfrentar mayores gastos a raíz de estas situaciones.
Frente a este panorama, las empresas tienen un rol importante que jugar. Incorporar beneficios específicos en sus planes de continuidad operacional —como programas de ahorro, seguros complementarios o préstamos de emergencia— no solo entrega mayor seguridad a los trabajadores, sino que también responde a una necesidad concreta: un 36% de los encuestados considera este tipo de apoyo como especialmente útil.