Integrar los lenguajes artísticos en las actividades de aprendizaje es una estrategia efectiva en la enseñanza, ya que, a través del arte, los niños y niñas no solo se conectan emocionalmente con sus raíces, sino que también desarrollan habilidades sociales y cognitivas.
Como cada año, la celebración de Fiestas Patrias se convierte en un momento clave dentro del calendario escolar para toda la comunidad educativa, especialmente para niños y niñas. Durante la infancia, etapa fundamental para el desarrollo humano, se forja la identidad y el sentido de pertenencia. Integrar los lenguajes artísticos en las actividades de aprendizaje es una estrategia efectiva en la enseñanza, ya que, a través del arte, los niños y niñas no solo se conectan emocionalmente con sus raíces, sino que también desarrollan habilidades sociales y cognitivas que son esenciales para su crecimiento, junto con una convivencia comunitaria saludable.
De esta forma, la música, danza, artes visuales, literatura y teatro, permiten enseñar y vivenciar el patrimonio cultural de manera lúdica y participativa.
Al aprender bailes típicos, los niños y niñas desarrollan habilidades motoras al interiorizar ritmos, melodías, cantos y tradiciones que forman parte de la riqueza del entramado cultural. Esta conexión con la cultura a través del cuerpo y el movimiento es invaluable, ya que refuerza el sentido de pertenencia y fomenta el conocimiento y la valoración de las propias raíces, al mismo tiempo que promueve la colaboración con los demás.
El teatro, por su parte, ofrece la posibilidad de explorar roles, personajes, historias y otros mundos, facilitando una comprensión más profunda de la historia y el contexto social mientras se nutre la empatía y las habilidades comunicativas dentro del trabajo en equipo.
Por otro lado, las artes plásticas y visuales, como la pintura, el modelado o la fotografía, permiten a los niños y niñas expresar su visión personal sobre estas festividades. Al crear sus propias interpretaciones de símbolos nacionales o de escenas cotidianas, desarrollan su creatividad y fortalecen su conexión con la historia y el entorno.
Integrar los lenguajes artísticos en fiestas y celebraciones nacionales no solo enriquece la experiencia educativa, sino que también contribuye a la generación de una identidad cultural sólida desde la primera infancia al valorar el patrimonio, sus costumbres y quienes lo conforman.
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