
La tendencia mundial de la salud conectada ya es una realidad en Chile
Quienes requieren de este apoyo son pacientes con un problema de salud muy importante del que se ha recuperado, pero que sigue hospitalizado únicamente para observación. En esta circunstancia, la persona podría beneficiarse de una alta temprana, con un monitoreo desde su domicilio y con la supervisión del equipo médico que lo trató en el hospital o clínica.
La globalización de las comunicaciones y la masificación de internet no sólo han permitido el desarrollo de la economía y la educación, entre otras áreas de las sociedades, sino que también ha sido un gran aliado de la medicina y de tendencias actuales como la Salud Conectada. Gracias a las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICS), por ejemplo, se han logrado grandes avances en los tratamientos a distancia de pacientes crónicos, que en la actualidad permiten que éstos puedan supervisar su estado sin necesidad de acudir a consultas u hospitales.
Y aunque el concepto de Salud Conectada recién está dando sus primeros pasos, prácticas como la Telemedicina y Telesalud, ya eran una realidad desde las primeras décadas del siglo XIX. El desarrollo de las tecnologías de la información y de las comunicaciones y la voluntad de los médicos para cooperar con sus pacientes a pesar de la distancia, fue el gran punto de partida. Lo que en un comienzo se hizo a través del intercambio de información entre médicos y pacientes mediante correos y misivas, luego mejoró a medida que lo hicieron las tecnologías de la comunicación.
A fines del siglo XIX la telegrafía ya se usaba para la transmisión de datos clínicos y en 1929 se implementó el envío por telégrafo de radiografías dentales. Con la aparición del teléfono no ha cesado la transmisión por voz de historias clínicas y de interpretaciones de exámenes por este medio y más tarde, surgió también la transmisión de datos médicos por radio, que tras la Primera Guerra Mundial, por ejemplo, permitió dar asistencia médica a marinos que se encontraban en alta mar. La televisión por su parte, introdujo una mejora considerable en la calidad de la información transmitida.
En el transcurso de la década de 1960, la Telemedicina entra en su fase moderna cuando instituciones e individuos pioneros creyeron en las posibilidades que ofrecían las TICS para resolver algunos de los problemas que planteaba la distancia en la realización de diagnósticos y el seguimiento de los pacientes.
Algunas décadas más tarde, en 1999 la Pontificia Universidad Católica de Chile, a través de los doctores Mena y Badía, lograron ser los precursores de la Salud Conectada en Chile luego de volver desde Francia donde fueron a adquirir conocimientos en el tema. Con esto lograron experiencias como la emisión de radiografías, datos de una biopsia e incluso una ecografía tomada por un médico no especialista, apoyado en tiempo real por el experto en el área. Asimismo, la Universidad de Chile, con su proyecto Argonauta, ha realizado experiencias similares desde la Antártica.
Pero, ¿qué es la Salud Conectada? Xavier Urtubey, médico de la facultad de medicina de Montpellier, Presidente electo para América Latina y El Caribe de la Asociación Americana de Telemedicina (ATALACC) y gerente general de AccuHealth, empresa chilena especializada en servicios de monitoreo de pacientes a distancia, explica que “la Salud Conectada es un conjunto de prestaciones y servicios de medicina a distancia, en la que para su implementación se necesita de las tecnologías de la información y comunicaciones”.
Como se trata de una disciplina médica, debe tener un sustento científico y médico muy sólido ya que, como agrega Urtubey, “se trata de la vida humana y no es cuestión de pasarle un smartphone con aplicaciones a un paciente y pretender que con eso vaya a tener una buena salud o se mejore. El hecho de que el teléfono tenga acceso a internet no se traduce en la solución al problema del paciente”, agrega.
En el marco de la Salud Conectada, hay varias instancias que la componen orientadas al mejoramiento de la salud de los pacientes; por ejemplo: educación a distancia, tanto aplicada a los profesionales como a los pacientes; Telemedicina, cuando dos profesionales de la salud interactúan entre ellos, y Telesalud, la vinculación directa del médico con un paciente. Xavier Urtubey comenta: “Hay que entender que ambas tienen funciones distintas. Se puede decir que la Telemedicina es como una interconsulta entre profesionales de la salud, mientras que la Telesalud es un servicio entre el médico y el paciente”.
Con el vertiginoso ritmo actual de vida, se ha demostrado en la práctica que todos los planes de formación de médicos no están alcanzando a satisfacer las reales necesidades de la sociedad, lo que se suma a la mayor longevidad de la población y al cambio en el perfil epidemiológico mundial. Por ese motivo “las personas le están dando una mayor relevancia a las herramientas de apoyo a la salud, por lo que es importante comprender que la Telemedicina no puede reemplazar al doctor, sino que debe ser un apoyo al equipo médico. En el caso de la Telesalud, nunca se reemplaza al médico, sino que se refuerza el vínculo entre paciente y profesionales, permitiendo una continuidad del cuidado del paciente cuando ya no está en el hospital o clínica. Es la herramienta con la que puede contar un médico y su paciente cuando éste requiere de un apoyo casi permanente, sin la necesidad de estar en el hospital”, indica Urtubey.
Pero, ¿en qué casos es necesario recurrir a la Telesalud? Quienes requieren de este apoyo son pacientes con un problema de salud muy importante del que se ha recuperado, pero que sigue hospitalizado únicamente para observación. En esta circunstancia, la persona podría beneficiarse de una alta temprana, con un monitoreo desde su domicilio y con la supervisión del equipo médico que lo trató en el hospital o clínica. También se incluyen los casos de pacientes con enfermedades crónicas. La incorporación de estos pacientes a un programa de telemonitoreo permite reducir la tendencia natural de complicación de la enfermedad, evitándose así crisis y descompensaciones asociadas a ésta.
En Chile, pacientes en estas condiciones ya cuentan con servicios como Accuhealth, que ofrece monitoreo a distancia para pacientes del sector público y privado. Esta empresa desarrolló un modelo tecnológico centrado en el control y monitoreo de patologías como diabetes mellitus tipo 1 ó 2, hipertensión arterial, enfermedad pulmonar obstructiva crónica e insuficiencia cardiaca.