
¿Existe una solución al bruxismo?
El innovador “Método Loyer” surgió de la necesidad de ayudar a un grupo de personas que estaban fuera del circuito de atención odontológica. Era el tipo de paciente que sufría de dolor facial o cráneo-facial “misceláneo”, es decir, que no tiene causa conocida y cuyas molestias generalmente confunden e impiden un diagnóstico certero.
Tras diez años de estudio y práctica clínica, el gran desafío del Dr. Rodrigo Loyer era crear un método con procedimientos, protocolos, objetivos de tratamiento y con un sistema de información al paciente que le permitiera modificar o adquirir una cultura odontológica que responde a un nuevo paradigma en salud.
El innovador “Método Loyer” surgió de la necesidad de ayudar a un grupo de personas que estaban fuera del circuito de atención odontológica. Era el tipo de paciente que sufría de dolor facial o cráneo-facial “misceláneo”, es decir, que no tiene causa conocida y cuyas molestias generalmente confunden e impiden un diagnóstico certero.
Principalmente profundiza en el bruxismo y sus consecuencias en el sistema masticatorio, considerando la unidad funcional entre cuello, cabeza, cara y mandíbula. Trata los problemas en la articulación de la mandíbula (ATM), por ejemplo, cuando suenan al masticar; el dolor de cara y cráneo (dolores de cabeza); la tensión y el cansancio en estas estructuras y en la musculatura masticatoria (mandíbula, sienes); también trata los problemas de oclusión dentaria. A pesar de que el Método Loyer no trata el cuello, sí realiza un diagnóstico inicial del mismo, para poder monitorear sus mejorías e identificar una posible interferencia en el tratamiento del bruxismo.
Loyer explica que este tratamiento tiene su génesis en los estudios del sistema nervioso autónomo, en el sistema nervioso en general y luego en la reflexión de prácticas, técnicas de pacificación del dolor y de devolución de la función que venían de la kinesiología. A través de ella, pudo tener acceso a la electroacupuntura médica contemporánea.
En su carrera como odontólogo escuchó relatos muy variados de pacientes que le comentaban que tenían dolores que nadie había solucionado. Explica que «a estos pacientes los derivaban al siquiatra, les indicaban usar placa de relajación para siempre. Se sentían responsables por ser estresados y lamentablemente la mandíbula era el órgano de choque, incluso algunos pacientes me planteaban cambiar radicalmente su estilo de vida».
Rodrigo Loyer fue encargado de tratar los cuadros de disfunción y dolor orofacial en Integramédica y encargado de la sección de Dolor Orofacial del Hospital Clínico de la UC, donde comenzó a escuchar sistemáticamente los relatos de pacientes con cuadros complejos de dolor, disfunción y bruxismo. Hoy se siente orgulloso de su tratamiento, el cual ya ha enseñando a profesionales médicos en Canadá, Brasil y Portugal.
Antes, la mejor oferta era el uso de placas que podían resultar o no y que se iban cambiando. Al mismo tiempo se iban ajustando los dientes, lo que muchas veces, sin un contexto de trabajo neurológico, podía causar daño. Esto terminó en el tiempo, cambiando completamente las prioridades y jerarquías en los diagnósticos y en el tratamiento odontológico, un resultado insospechado en un principio.
Resumen “Método Loyer”:
1. Diagnóstico minucioso de tejidos blandos, musculatura, ATM y oclusión dentaria y cómo se relacionan específicamente en la persona que consulta.
2. Diagnóstico inicial del cuello.
3. Generación de una lista de problemas.
4. Propuesta de tratamiento (monitoreado por la lista de problemas).
5. Utilización de Terapia Manual y Electroacupuntura medica contemporánea en los tejidos blandos.
6. Uso de un plano de relajación nocturno, cómodo y eficaz, que no es el centro del tratamiento, pero funciona como un coadyuvante del mismo (en niños muchas veces no es necesario usar placas)
7. Ajuste Oclusal Neurológico: un muy leve desgaste de obturaciones y esmalte realizado en el contexto de una regularización neurológica propuesta por el Método, sin la cual este desgaste pierde su sentido estabilizador del sistema.
8. La necesidad de un trabajo interdisciplinar con kinesiología cuando así esté indicado.