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La bicicleta conectada gana terreno en el mundo digital Tecnología

La bicicleta conectada gana terreno en el mundo digital

La bici conectada del futuro contará con una serie de funciones que van desde navegación satelital hasta luces de frenos con sensores. Los ingenieros se concentran en el tema de la seguridad, los parámetros de rendimiento y la información relativa a la salud.


Hoy en día, los coches, camiones y tractores están conectados. Pero el medio de transporte más común, la bicicleta, aún no ha ingresado al mundo digital.

Sin embargo, las cosas están evolucionando a pasos agigantados entre los productores de bicicletas. Ya son ofrecidas las primeras bicis «inteligentes» con enlaces inalámbricos dentro de los modelos de alta gama del mercado. Además, hay modelos más económicos casi listos para salir a la venta.

«Estamos trabajando en el desarrollo de una bicicleta conectada», afirma Georg Honkomp, de la asociación alemana de comercios de bicicletas ZEG. El grupo reúne a casi un millar de comerciantes de la rama y tiene contratos de compra con algunos de los mayores productores.

«Creo que en pocos años vamos a presentar bicicletas conectadas. Pienso que habrá novedades en dos o tres años», revela Honkomp.

La bici conectada del futuro contará con una serie de funciones que van desde navegación satelital hasta luces de frenos con sensores. Los ingenieros se concentran en el tema de la seguridad, los parámetros de rendimiento y la información relativa a la salud.

La marca holandesa VanMoof ofrece una bicicleta conectada con un chip GPS integrado que permite localizarla en caso de robo. También se la puede bloquear a distancia por medio del smartphone.

«Estas funciones darán al ciclista una mayor seguridad al saber que no necesita preocuparse si le han hurtado la bici», afirma Dave Shoemack, de la compañía VanMoof. El chip GPS también es útil para quienes olvidan dónde han dejado amarrada su bicicleta.

De momento, uno de los problemas técnicos es cómo impulsar las bicis conectadas.

«O bien necesitan una batería propia o bien un dínamo lo suficientemente potente como para poder alimentar a Bluetooth, GPS, etcétera», explica Shoemack.

Por su parte, la asociación de comerciantes ZEG intenta mejorar el servicio de asistencia. En el futuro, una bici digital va a poder «notificar al taller cuando se hayan desgastado los frenos», detalla Honkomp. «También podría llamar automáticamente a una ambulancia en el caso de una caída», agrega.

Dado que las pulseras de fitness y los relojes inteligentes que proveen datos sobre la salud se han vuelto tan populares, las bicicletas digitales también van a mostrar en una pantalla datos acerca del rendimiento del ciclista.

«Partimos de la base de que, en el futuro, el 50 por ciento de las bicicletas van a ser eléctricas», señala Honkomp. Todavía se asocia a las llamadas e-bikes a la gente mayor, pero los tiempos cambian. «En los últimos años hemos notado que clientes más jóvenes las compran, por ejemplo madres que quieren llevar a sus niños al jardín de infantes en la bici eléctrica.»

También hay muchos interesados que no se sienten lo suficientemente en forma como para recorrer trayectos en una bicicleta tradicional.

«Pero quieren ir en bici a las montañas y se compran una eléctrica para poder hacerlo», agrega Honkomp.

Sin embargo, el experto cree que la bicicleta convencional aún tiene futuro.

«Mientras nazcan niños, la gente va a seguir pedaleando. La bicicleta es el primer medio de movilidad personal que tienen. Ésa es la razón por la cual las bicicletas van a continuar siendo extremadamente importantes en el futuro», finaliza.

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