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Capital de Macedonia pone transporte público gratis para luchar contra alta contaminación Sustentabilidad

Capital de Macedonia pone transporte público gratis para luchar contra alta contaminación

El crecimiento exponencial de la población de Skopje en las últimas décadas, y por tanto de los autos. la ha convertido en esta temporada en una amenaza para el medio ambiente.


Los habitantes de la capital de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM), Skopje, se han levantado en los últimos días con una niebla de polución sobre su ciudad que recuerda a las que se observan habitualmente en Pekín.

«No se puede respirar. Me pican los ojos», dice a Efe Martin, de 20 años, mientras espera en una parada de autobús del centro.

Un sentimiento común a muchos de los 700.000 habitantes, que se dirigen en hora punta al trabajo cada mañana y que ven que los picos de contaminación no cesan un día tras otro, un fenómeno que se agrava con el frío.

«Terrible, terrible. Odio cuando pasa esto en invierno. ¿Todo este tráfico, los nuevos edificios? Acabaremos envenenados», añade una mujer mayor mientras se cubre la boca y la nariz con la bufanda.

Ante este escenario las autoridades de la capital han recurrido a una propuesta poco habitual: desde este martes el transporte público es gratuito.

El ayuntamiento espera así reducir la afluencia de coches y con ello la contaminación, pero la iniciativa, a simple vista, no ha tenido el éxito esperado, pues el centro estaba, como siempre, con mucho tráfico y durante la primera jornada muchos ciudadanos se quejaron de la escasez de autobuses.

Tras muchos años de incremento incesante de la contaminación Skopje ha alcanzado unos niveles de las peligrosas partículas PM-10 durante estos meses que superan 25 veces el nivel aconsejado, situada en los 50 microgramos por metro cúbico.

Skopje llega a registrar más de 1.000 microgramos por metro cúbico.

La contaminación, que alcanza su pico desde la madrugada hasta las primeras horas de la mañana, es preocupante sobre todo en invierno, ya que el resto del año la capital tiene una calidad aceptable del aire.

Edificada entre montañas, la capital de ARYM vive habitualmente muchos episodios de niebla, pero el crecimiento exponencial de su población en las últimas décadas, y por tanto de los autos la ha convertido en esta temporada en una amenaza para el medio ambiente.

«El transporte público será gratuito hasta que veamos que la contaminación se ha reducido», aseguró el alcalde Koce Trajanovski en una rueda prensa el lunes.

El ayuntamiento ha pedido a los municipios de la capital que se involucren financieramente para implementar la medida.

Una de las ventajas de la flota de autobuses de Skopje es que no tiene vehículos de más de 6 años y muchos de ellos fueron adquiridos como parte de un plan nacional para reducir la polución, por lo que no es tan contaminante como la de otras capitales.

No obstante, muchos estudios científicos muestran que una de las razones principales por las que Skopje sufre esta contaminación es por cómo se calientan muchos hogares.

Aunque una gran parte de la ciudad usa gas natural como calefacción, muchas casas usan aún la quema de madera u otros materiales como gasoil para las estufas.

En algunos hogares pobres, incluso, se quema plástico, goma e incluso neumáticos viejos.

Incluso aunque las autoridades locales dan subsidios para estufas que funcionan con pellets de madera, el problema está lejos de quedar resuelto y el proyecto lanzado en 2014 para suministrar gas a muchos más hogares en Skopje, con un coste de 100 millones de euros, aún no ha finalizado.


Además de los coches y la calefacción, los meteorólogos explican que la geografía de Skopje, situada en un valle, no ayuda a disipar la contaminación.

«La industria, los coches y el aire estancado en el valle de Skopje, las altas presiones… todo contribuye a esta situación», explica a Efe el profesor de meteorología Vlado Spiridonov.

Aunque algunos residentes de la capital macedonia no están tan preocupados.

Los más pudientes escapan de la polución mudándose a las afueras, lo que ha hecho ascender el precio del metro cuadrado de 5 a 30 euros o incluso más.

«Nos gusta esto. Estamos a 20 minutos del centro de la ciudad, pero respiramos aire limpio», dice a Efe Kosta, de 42 años, mientras limpia de nieve el frontal de su casa en la localidad de Gorno Sonje, cinco kilómetros al sureste del centro de Skopje.

Desde esta pequeña ciudad el valle parece un lago de niebla que cubre todos los edificios de la capital, y sin el sonido de los vehículos apenas se podría decir que hay una ciudad bajo ella.

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