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Chilenos revelan por qué el azúcar aumenta riesgo de Alzheimer Salud

Chilenos revelan por qué el azúcar aumenta riesgo de Alzheimer

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Equipo del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo, GERO, constata cómo se produce la relación a nivel celular. Los hallazgos serán un aporte a las posibilidades de prevención y tratamiento de la enfermedad.


Un equipo del Centro de Gerociencia, Salud Mental y Metabolismo, GERO, liderado por el doctor en ciencias biomédicas, Julio César Cárdenas, investiga de qué manera el consumo de azúcar influye en el desarrollo de Alzheimer, la enfermedad de mayor frecuencia en adultos mayores.

Según explica el investigador, existen antecedentes en el mundo que vinculaban el exceso de calorías con esta patología, pero el mecanismo exacto de cómo se producía esta relación no era conocido. De acuerdo a la experiencia adquirida estudiando la regulación metabólica en cáncer, el grupo del científico ha propuesto un mecanismo a nivel celular, que permitiría una posible prevención y tratamiento de este mal.

“Al igual que todas las células de nuestro organismo, las neuronas tienen organelos, compartimentos bien definidos que cumplen funciones específicas. Uno de éstos, llamado mitocondria, está encargado de la producción de energía. Y se ha visto que antes de que aparezcan los primeros signos de neurodegeneración, este organelo comienza a funcionar de manera defectuosa, produciendo menos energía y generando especias reactivas que dañan la neurona, contribuyendo finalmente al deterioro de toda la función celular”, explica el investigador de GERO.  El científico añade que hay ciertos nutrientes que mejoran la función de la mitocondria, mientras que otros hacen todo lo contrario. “El exceso de azúcar, que es muy común en nuestra dieta hoy en día, desfavorece la función de este organelo.”

Este fenómeno lo ha observado en células empleadas para esta investigación. “Podemos modificar fácilmente las condiciones de azúcar que tienen nuestros medios de cultivo. Así, observamos que cuando las células están sometidas a una alta concentración de azúcar, este organelo prácticamente deja de funcionar. Sin embargo, cuando disminuimos la cantidad de esta sustancia, comienza a trabajar con lo que las células, y en particular la neuronas, aumentan su resistencia a ciertos estímulos dañinos”.

Una intervención similar han realizado con animales de experimentación: “Disminuimos el azúcar en la dieta como fuente de energía y la remplazamos por lípidos, algo que está muy de moda en estos días como es la dieta cetogénicas, la cual se viene usando por muchos años en pacientes con epilepsia. Este cambio en la dieta produce un total remodelamiento del metabolismo que activa nuevamente la mitocondria con un impacto positivo a nivel celular”, señala. Asimismo, comenta que eso no significa que la persona deba dejar de comer azúcar y comenzar a ingerir grasas, puesto que las dietas deben tomarse en forma muy seria y ser evaluadas por un profesional competente que la diseñe de acuerdo al gasto de energía de cada individuo.

APLICACIÓN EN HUMANOS

La experimentación con azúcar es parte de un proyecto de espectro más amplio. “Nuestra investigación en laboratorio es para entender cuál es el rol del metabolismo celular, o el metabolismo energético, en el desarrollo de esta enfermedad. Lo que hemos encontrado es que las fallas a nivel del metabolismo energético ocurren de manera muy temprana, incluso antes de que se observen rasgos cognitivos. Entonces, la idea es pesquisar estos cambios a nivel metabólico y energético en forma precoz, a fin de realizar intervenciones y o tratamientos, para prevenir o retardar la enfermedad”, comenta el Dr. Cárdenas.

El científico explica que uno de los mejores escenarios para realizar intervenciones, es la alimentación, algo que está al alcance de todos. “Con este tipo de modificaciones en la dieta y ejercicio, podemos tener un mejor envejecimiento, con menos enfermedades de tipo cognitivo. Parecen cosas obvias, pero tienen un fundamento celular y molecular bien claro, del que nos estamos preocupando en GERO”.

La investigación se encuentra ad portas de un paso decisivo: la aplicación de estos avances en seres humanos. “Con la experiencia en metabolismo energético que hemos acumulado estudiando cáncer y patologías musculares durante años, nos hemos preparado para dar este paso muy pronto. Ya existe un grupo clínico en GERO que está tomando muestras de pacientes y que vamos a empezar a usar en un futuro muy cercano”.

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