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Lecciones del libro sagrado de Zuck Tecnología

Lecciones del libro sagrado de Zuck

Alabemos a Facebook. Puede que aquellos fieles seguidores de las noticias hayan visto el último discurso del gran creador de Facebook Mark Zuckerberg, en donde hizo un paralelo entre el trabajo que realiza su página web y el rol que una vez desempeñó la iglesia y los líderes comunitarios. El Zuck (bendito sea) sugirió que una de las herramientas de Facebook, conocida como Grupos, puede ayudar a reconstruir aquel espíritu perdido que alguna vez fue creado por líderes locales tales como pastores.


Por Robert Shrimsley*

Alabemos a Facebook. Puede que aquellos fieles seguidores de las noticias hayan visto el último discurso del gran creador de Facebook Mark Zuckerberg, en donde hizo un paralelo entre el trabajo que realiza su página web y el rol que una vez desempeñó la iglesia y los líderes comunitarios. El Zuck (bendito sea) sugirió que una de las herramientas de Facebook, conocida como Grupos, puede ayudar a reconstruir aquel espíritu perdido que alguna vez fue creado por líderes locales tales como pastores.

Puede parecer fácil burlarse del Buen Zuck y del Evangelio Según Mark (y les puedo asegurar que lo haré), pero su argumento fue más matizado y sofisticado y, como en toda seducción, influía en un sentimiento ya presente. La gente sí lamenta el tejido social que vino con la práctica religiosa y la actividad comunitaria. Dado el respeto concedido a los gigantes de la tecnología, no es de sorprender que la promesa del Zuck (que el suelo tiemble al pronunciar su nombre) de ayudar a curar las roturas de la sociedad, se tome más enserio que, por ejemplo, una iniciativa gubernamental sobre las personas en situación de calle. ¿Preocupado por esta sociedad que se encuentra dividida? Deja que Facebook cubra tus heridas. Donde haya discordancia, que traiga la armonía. Es una transformación importante para un hombre cuyo lema de la compañía es ‘’Muévete rápido y rompe cosas’’.

Los Grupos de Facebook son efectivos foros en línea construidos en torno a un interés común y no son algo nuevo, pero el Zuck ha cambiado su visión al respecto y ahora lo ve como una útil fuente de compromiso, retención e ingreso. Ahora bien, no hay nada de malo en eso, es sólo que resulta algo inquietante la manera en que el Zuck (alábenlo, alábenlo, Aleluya) lo ha adornado.

Una de las mejores evidencias de una religión falsa es cuando sus intereses comerciales están lo suficientemente alineados con su misión moral. Por ejemplo, cuando las actividades de recaudación de fondos son demasiado importantes o cuando los creyentes entregan sus bienes materiales a la cuenta bancaria suiza del movimiento. No hay nada tan inmoral en la biblia del Buen Zuck, sin embargo, hay una coincidencia entre los intereses comerciales de Facebook y su cura para los males de la sociedad. Otra ironía es que todas aquellas horas que se gasten en internet correspondan a una de las amenazas hacia la actividad comunitaria. Nada en la evolución de Facebook sugiere que existe un real interés hacia las fiestas o ceremonias religiosas, o cualquier cosa que hubiese ayudado a romper mientras se avanza rápido.

Los Grupos de Facebook seguirán generando que las personas vean más anuncios. La verdadera misión social de este sitio web es mantenerte aferrado dentro de su órbita y poseer todo tu tiempo. No quiere que te sientas atraído o influenciado por falsos profetas como Snapchat, Google o, ni dios lo quiera, alguna organización fuera de línea que no tenga página de Facebook. Y no hay que olvidar el uso de ésta cuando se tiene horas libres en el trabajo. Su única ambición es ver que organices tu vida en su plataforma y la comunidad de la cual se preocupa es aquella que vive en su página web.

De pronto, ese paralelo religioso parece apropiado. El poseer tu tiempo y atención es el clásico objetivo de un culto el cual se extiende a los empleados. Conversé con una trabajadora de Facebook unos días antes del sermón de Zuck, y voluntariamente ofreció una historia del Grupo local de la página el cual generó una cercanía con sus vecinos. En aquel momento, sonaba bien. En retrospectiva, sentí como si alguien hubiera golpeado mi puerta con una copia de La Atalaya, preguntándose si había ´´oído las buenas noticias’’. Como está escrito en el primer libro del antiguo testamento: ´´Y dios vio lo que había hecho y era bueno, tan bueno que recibió un millón de me gusta y fue compartido 20 millones de veces.’’

Entonces, no hay nada malo en que Facebook genere ganancias a través de las comunidades. Pero sería muy agradable si el Zuck (arrodíllense ante él) pudiera dejar de lado el tópico religioso al momento de promocionar una estrategia de negocio.

Por otro lado, los grandes profetas siempre fueron ridiculizados por los cínicos. Tal vez, debería comprender el programa. Entonces por favor, por el bien de la sociedad, deja que Facebook te dé la perspectiva sobre cómo ver tu vida comunitaria. Deja que sus ingenieros le den un sentido a tu mundo y que nunca te quedes sin el cálido abrazo de tu Grupo. Demos gracias.

TRADUCIDO POR NICOLE BAHAMONDES, TRADUCCIÓN INGLÉS ESPAÑOL, UNAP*

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