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Investigan vacuna contra salmonella para población altamente susceptible a la bacteria Salud

Investigan vacuna contra salmonella para población altamente susceptible a la bacteria

Científico norteamericano, invitado a Chile por el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, IMII, señaló que los principales beneficiados serán niños, adultos mayores y pacientes con inmunosupresión. Células del sistema inmune son clave para una futura estrategia terapéutica que permita combatir enfermedades de transmisión alimentaria en toda la población.


Un equipo de investigadores de la Universidad de California, liderados por el Dr. Stephen McSorley, están trabajando en el desarrollo de una vacuna contra salmonella que podrá ser aplicada en individuos altamente susceptibles a la bacteria. Los avances se están realizando luego de identificar a un grupo de compuestos bacterianos que activan las células denominadas T, que están relacionadas con el sistema inmune. Estas moléculas son la base de la futura vacuna, la cual beneficiará directamente a la población mundial, principalmente, a los segmentos formados por bebés y niños hasta 8 años de edad, adultos mayores y pacientes inmunosuprimidos.

“La salmonella genera preocupación para la salud a nivel mundial, ya que es una de las cuatro principales causas de enfermedades diarreicas en el planeta. Actualmente no existe una vacuna que permita conferir protección efectiva contra esta bacteria en la población vulnerable. Preocupa que los tratamientos disponibles son cada vez menos efectivos, pues cepas patogénicas circulantes presentan cada vez mayor resistencia frente a los antibióticos disponibles”, explicó el profesor del Departamento de Anatomía, Fisiología y Biología Celular de la casa de estudio norteamericana, quien recientemente visitó nuestro país en el marco de un convenio de colaboración con el Instituto Milenio de Inmunología e Inmunoterapia, IMMI.

El académico señaló que el estudio muestra que el sistema inmunológico reacciona de manera diferente cuando se enfrenta a un patógeno de rápido crecimiento como la salmonella u otras bacterias. Parte de la investigación consistió en estudiar a población infantil infectada con la bacteria, en lugares donde la salmonella mata a uno de cada cuatro niños.

Utilizando modelos de estudio demostraron que ciertas células del sistema inmune “no requieren la presencia de compuestos bacterianos específicos para poner en marcha una respuesta inmune efectiva”, explica el académico. “En las infecciones por esta bacteria las células T provocan una reacción en cadena de diversas interacciones antimicrobianas para responder defensivamente a los ataques de Salmonella, incluso sin la presencia de compuestos específicos de la bacteria”.

Importancia de las células T

Las células T protegen al cuerpo y activan la defensa inmune cuando reconocen la presencia de elementos moleculares extraños provenientes del medio ambiente, como bacterias, virus o químicos. “Estos promueven que el sistema produzca moléculas denominadas anticuerpos”, explica McSorley. Estas células pertenecen a un grupo de glóbulos blancos llamados linfocitos, son parte del sistema inmune y se forman a partir de células madre en la médula ósea. “Favorecen la protección del organismo frente a distintos cuadros infecciosos y podrían ayudar además a combatir el cáncer. También se llama linfocito T”, comenta el experto.

Colección de proteínas

Anteriormente, los investigadores crearon una colección de 2.700 proteínas, que representan el 60% de todas las producidas por Salmonella. De este grupo encontraron que 117 se comportaban como elementos reconocibles por el sistema inmune cuando se mezclaban con suero de sangre expuesto previamente a la bacteria en modelos experimentales, lo que provocó una respuesta inmune.

“Además identificamos 14 proteínas que sirven como elementos para inducir una respuesta inmune en el suero sanguíneo de niños infectados con salmonella. El 57% de ellas estaban entre los 117 compuestos identificados en los modelos de estudio experimenatles”, complementó el inmunólogo.

Salmonella y salmonelosis

La Organización Mundial de la Salud señala que la contaminación de los alimentos y agua son la causa más común de las enfermedades diarreicas. Anualmente se enferman 550 millones de personas, de las cuales 220 millones son niños menores de 5 años.

La salmonella es un problema mundial, sin embargo, los índices más altos de infecciones por esta bacteria están en África y parte de Asia, donde se presenta una mortalidad muy elevada. “Se producen hasta un millón de muertes al año por infecciones causadas por la bacteria”, comenta el profesor de la Universidad de California.

La salmonelosis es una enfermedad provocada por el consumo de alimentos de origen animal –como huevos, carnes, leche, aves de corral- contaminados con salmonella. “Aunque también se puede transmitir por hortalizas contaminadas por estiércol y entre las personas por vía fecal-oral”, añade el Dr. Stephen McSorley.

Se caracteriza por la aparición brusca de fiebre, dolor abdominal, diarrea, náusea y vómitos. Estos síntomas se manifiestan entre 6 y 72 horas después de ingerir la bacteria a través de alimentos que la contengan, la patología tiene una duración entre 2 y 7 días.

El especialista explica que si bien un porcentaje importante de pacientes se recuperan sin tratamiento específico, en niños pequeños y en ancianos la deshidratación causada por la enfermedad puede ser grave, llegando incluso a la muerte.

Investigaciones en Chile

Stephen Mc Sorley destacó el alto nivel de los estudios en torno a la materia desarrolladas en Chile por el Instituto Milenio en Inmunología e Inmunoterapia, IMII, específicamente las investigaciones lideradas por la doctora Susan Bueno, que señalan que la prevención es sin lugar a dudas una mejor estrategia que el uso de antibióticos para combatir las infecciones por Salmonella.

“Los estudios realizados en Chile sugieren que el uso de antibióticos podría promover una infección permanente en el organismo por la bacteria, generando incluso daño crónico intestinal”, comenta el académico internacional. Destaca también que durante la época de primavera y verano se asocia a un aumento de enfermedades diarreicas causadas por Salmonella, debido al aumento de la temperatura ambiental, que favorece la proliferación de esta bacteria en alimentos contaminado, especialmente aquellos derivados de los huevos.

“El consumo de alimentos derivados de huevos crudos, como la mayonesa casera, aumenta significativamente el riesgo de sufrir una infección con Salmonella, especialmente si este alimento no se refrigera y se mantiene a temperatura ambiente por tiempos prolongados” indica la académica de la UC, Susan Bueno. Agrega que “es común observar en esta época intoxicaciones masivas en fiestas de fin de año, graduaciones, entre otros eventos,  debido al consumo de alimentos contaminados que se mantienen a temperatura ambiente”. Por todo ello, la científica recomienda tener especial cuidado en el consumo de alimentos que no han sido almacenados manteniendo cadena de frio, el lavado de manos permanente y consumir huevos cocidos.

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