Publicidad
Día Mundial sin Tabaco: el impacto en la salud y en el medioambiente Salud

Día Mundial sin Tabaco: el impacto en la salud y en el medioambiente

Publicidad

Este 31 de mayo se conmemora el Día sin Tabaco, fecha creada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en 1987 para generar conciencia en las personas sobre los efectos nocivos derivados del consumo de tabaco y la exposición ambiental al humo.


Si bien en Chile se ha producido una baja en los índices de consumo de tabaco en los últimos diez años, continuamos siendo el país más fumador de Latinoamérica.

De acuerdo a la última Encuesta Nacional de Salud, el 40,6% de la población adulta en Chile fuma de manera habitual (44,2% la prevalencia de hombres y 37,1% la de mujeres) y se estima que alrededor de 45 personas mueren al día por esta causa.

Las mujeres chilenas, en particular, comienzan a fumar muy jóvenes y durante la adolescencia incluso fuman más que los hombres, según datos entregados por el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda).

El especialista broncopulmonar del Hospital Clínico Universidad de Chile Felipe Rivera, comenta que “la lista de enfermedades asociadas a esta adicción es larga. El fumar afecta los sistemas cardiovascular, respiratorio y reproductivo y es la causa principal de cáncer en distintos órganos”.

El tabaquismo “provoca enfermedad pulmonar obstructiva crónica, enfermedad coronaria, males nutricionales, mayor incidencia en muerte súbita y enfermedades pulmonares en recién nacidos, así como problemas en la cicatrización de heridas. El fumar se asocia al riesgo de angina, infarto agudo al miocardio, etc.”, asegura.

“Por eso, se debe insistir a todo nivel y tempranamente sobre los daños que provoca el cigarrillo, no en vano cada año mueren en el mundo 5,4 millones de personas y en Chile la cifra ya alcanza más de 14 mil muertes por año” afirma.

El Dr. Rivera asegura que la alarma hoy es el aumento del consumo de tabaco entre las mujeres chilenas, sobre todo, su consumo entre mujeres jóvenes en edad fértil, el que ha aumentado: “Las mujeres que comienzan a fumar alrededor de la pubertad tienen mayores probabilidades de desarrollar cáncer de mama antes de la menopausia, dado que el efecto cancerígeno del tabaco actúa sobre células que están en rápida multiplicación”.

El especialista advierte, además, que las personas que fuman se exponen a perder los dientes, a causa del efecto atrófico sobre las encías, y a envejecer prematuramente por su efecto sobre la piel y el pelo. Hay también infertilidad y se daña el aspecto personal: “Dientes y manos amarillos y mal aliento. El pelo se ensucia mucho más rápido, luce opaco y pegoteado. La voz se hace más ronca y viril. Por eso, se habla de que el tabaco discapacita, enferma y mata lentamente”, señaló.

Los beneficios de dejarlo

  • Si se deja antes de los 50 años, disminuye a la mitad el riesgo de muerte en los próximos 15 años.
  • Al año de dejar el cigarro, el riesgo de morir por enfermedad coronaria baja a la mitad.
  • A los 10 años de abandonarlo, el riesgo de cáncer pulmonar baja de un 30% a 50%.
  • Evitar el tabaco baja el riesgo de cáncer de laringe, esófago, páncreas y vejiga.
  • Asimismo, disminuye la posibilidad de presentar enfermedad pulmonar obstructiva crónica, neumonía, úlcera gástrica y duodenal.

El impacto ambiental 

La conmemoración de este año contempla la difusión del daño ambiental que genera el consumo de tabaco, por ejemplo, en la contaminación que producen las colillas.

  • Una única colilla es capaz de contaminar hasta diez mil litros de agua a su paso. La alta toxicidad de los más de 5 billones de colillas que son arrojadas cada año al entorno causa una grave contaminación de los suelos, las aguas y los ecosistemas naturales.
  • La OMS alertó de que cada año generamos entre 340 y 680 millones de kilos de residuos procedentes de la industria del tabaco.
  • Más de 7 mil sustancias químicas tóxicas presentes en el tabaco, algunas cancerígenas para el ser humano, impregnan nuestros ecosistemas. Cerca de doce años pueden tardar estos pequeños residuos en desintegrarse.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha revelado nueva información sobre cómo el tabaco daña el medioambiente y la salud humana, y hace un llamado a adoptar medidas que permitan exigir a la industria un mayor grado de responsabilidad por la destrucción que está causando. Cada año, la industria tabacalera cuesta al mundo más de 8 millones de vidas humanas, 600 millones de árboles, 200.000 hectáreas de tierra y 22.000 millones de toneladas de agua, y genera 84 millones de toneladas de CO2.

La mayor parte del tabaco se cultiva en países de ingresos bajos y medianos, a menudo carentes de agua y tierras de cultivo para producir alimentos a nivel local. Estos territorios son utilizados para cultivar plantas de tabaco letales que, al mismo tiempo, hacen que la deforestación aumente cada día.

La OMS anunció que la campaña mundial 2023 para el Día Mundial Sin Tabaco está centrada en el cultivo sostenible de alimentos en lugar de tabaco.

El cultivo y la producción de tabaco conducen a daños ecológicos globales a largo plazo y al cambio climático, y desempeñan un papel crucial en la determinación del futuro de la agricultura y la seguridad alimentaria.

La campaña alienta a los gobiernos a poner fin a los subsidios para el cultivo de tabaco y a utilizar este ahorro para programas de sustitución de cultivos que contribuyan a la seguridad alimentaria y la nutrición. También tiene como objetivo sensibilizar sobre las formas en que la industria tabacalera interfiere en los intentos de sustituir el cultivo de tabaco por cultivos sostenibles, contribuyendo así a la crisis alimentaria mundial.

“La industria tabacalera está utilizando los medios de vida de los agricultores, mediante la creación de grupos de fachada, para cabildear contra los cambios de política destinados a reducir la demanda de tabaco”, dijo Ruediger Krech, director de Promoción de la Salud.

“Necesitamos proteger la salud y el bienestar de los agricultores y sus familias, no solo de los daños del cultivo de tabaco, sino también de la explotación de sus medios de vida [como argumento de cabildeo] por parte de la industria tabacalera”, aregó

Vaporizadores: Suecia es el primer país en “dejar de fumar”

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, cada año el tabaco mata a más de 8 millones de personas en el mundo y un 40% de las muertes relacionadas con su consumo se deben a enfermedades pulmonares como el cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y tuberculosis.

La Unión Europea se puso como meta que los países miembros sean “libres de humo” hacia el 2040. Sin embargo, Suecia es el primer país que alcanzará dicho objetivo antes de los previsto, ya que han logrado bajar la prevalencia del tabaquismo a un 5%, es decir, son un país casi “libre de humo”.

Así lo reveló el informe “La experiencia sueca: hoja de ruta para una sociedad sin humo”, lanzado por expertos en salud de ese país.

La lucha contra el tabaquismo y sus consecuencias han sido una constante en el mundo. En diferentes países se desarrollan legislaciones que limitan su consumo, pero Suecia, más que limitarlo, implementó la sustitución del cigarrillo por los vaporizadores, como una alternativa para fomentar que quienes quieren dejar de fumar puedan hacerlo con el apoyo de esta tecnología. Además del soporte de otras medidas como el snus y los vaporizadores, Suecia logró bajar su tasa de tabaquismo del 15% en 2008 al 5,6% en 2022.

En esta misma línea, durante años Inglaterra ha impulsado una campaña para convencer a los fumadores de cigarrillos que los vaporizadores son menos dañinos que el tabaco y son una buena opción para finalmente dejar de fumar, pero solo en esos casos donde el individuo realmente quiere hacerlo, asegura un artículo del Royal College of Physicians de Inglaterra.

Asimismo, si bien la institución asegura que “no es posible estimar de manera precisa los riesgos para la salud a largo plazo asociados con los cigarrillos electrónicos, los datos disponibles sugieren que es poco probable que superen el 5% de aquellos asociados con los productos de tabaco fumado, y es posible que incluso sean considerablemente más bajos que esta cifra”.

En América, Canadá es uno de los países que también ha avanzado en esta materia. Entendiendo que es complejo prohibir el consumo de tabaco, han estado migrando su lucha contra el tabaquismo hacia los vaporizadores como una forma “menos perjudicial que seguir fumando cigarrillos”. Incluso, el país del norte cuenta con un sitio web especializado para guiar a las personas para dejar el tabaco, donde el vaporizador es parte de las posibilidades.

En Chile, por su parte, las autoridades se han enfocado en combatir el tabaquismo con diferentes estrategias, como limitar el consumo de cigarrillos en lugares públicos, las diferentes advertencias en las cajetillas y el desarrollo de diversos protocolos de fiscalización para hacer cumplir la legislación vigente.

Sin embargo, no existe una política de salud pública que acompañe a las personas que quieren dejar de consumir cigarrillos, su foco está en la prohibición y limitación del consumo de éste mediante la ley. Esto último se refleja en un nuevo proyecto de ley que busca regularizar los vaporizadores en el país, que comenzaron a proliferar hace un par de años.

Desde el gremio que agrupa a los vapeadores (AsoVape), aseguran que están de acuerdo con la regulación de estos dispositivos. Sin embargo, la propuesta de ley busca poner a los vaporizadores bajo las mismas restricciones que los cigarrillos tradicionales, cuando en realidad pueden ser un aliado en la lucha contra el tabaquismo.

Publicidad

Tendencias