Salud
Las cirugías bariátricas buscan combatir la obesidad, una verdadera pandemia en la sociedad actual. Este tipo de procedimiento podría ser una herramienta para mejorar la salud integral del paciente, pero también tiene un impacto que es necesario considerar.
Las cirugías bariátricas, destinadas a combatir la obesidad, no solo tienen un impacto estético, sino también anatómico y, por supuesto, de salud mental. En este sentido, para los especialistas, este tipo de cirugías podría ser una herramienta para mejorar la salud integral de cada paciente que se someta a este tipo de procedimientos.
Javier Ormazabal, socio y fundador de Nutrimet, Centro Integral de tratamiento de la Obesidad y Cirugía Bariátrica, enfatiza que uno de los mayores beneficios de las cirugías bariátricas es la reducción del riesgo cardiovascular y señala que “pacientes que habitualmente tienen un peso elevado, sobre un índice 35-40, tienen mayor posibilidad de mortalidad precoz”, esto debido a enfermedades que se asocian con el peso como hipertensión, diabetes y accidentes vasculares.
El profesional añade que tras la cirugía, la pérdida de peso de traduce en una disminución significativa de estos riesgos, equiparando la salud cardiovascular de los pacientes a la de la población con un índice de masa corporal (IMC) normal.
Además de los beneficios físicos, las cirugías bariátricas –bypass y manga gástrica– mejoran la calidad de vida de los pacientes “aparte de las enfermedades que en el fondo evidentemente tienen una mejora, la movilidad, el bienestar psicológico y todo esto también se ve mejorado”.
El Dr. Ormazabal destaca la importancia que tiene el enfoque multidisciplinario que incluye tratamiento psicológico tanto en la fase preoperatoria como postoperatoria, considerando que los problemas asociados a la obesidad también se relacionan con ansiedad y depresión.
Como cualquier procedimiento quirúrgico, existen riesgos inmediatos, como sangrado y complicaciones en las suturas. Sin embargo, Ormazabal subraya que estos riesgos han disminuido con el tiempo gracias a mejoras en las técnicas y la experiencia acumulada con el pasar del tiempo.
Además, existen riesgos específicos de las cirugías, como el aumento del riesgo de reflujo gastroesofágico en la manga gástrica y problemas de absorción de vitaminas en el bypass gástrico que, desde una mirada profesional, manifiesta que son problemas que pueden tener una solución en el corto y largo plazo.
El fundador de Nutrimet comenta que, en el caso de la manga gástrica, existen medicamentos que pudiesen ayudar al problema del reflujo y, en algunos casos más severos, la cirugía de reconversión a bypass gástrico. A
ñade que, en el caso del bypass, “es una cirugía que combina, por un lado, que el paciente coma menos, pero también se dice una mala absorción de los alimentos y secundariamente de vitaminas” por lo que sí “el paciente no se suplementa en forma adecuada, posteriormente puede tener problemas de anemia o falta de vitamina y caída de pelo”.
Por ello es enfático en señalar que “es súper importante que el paciente, una vez que se opere, siga el control, no se olvide de las consultas. El asesoramiento no termina con la cirugía”.
Aproximadamente el 20-25% de los pacientes pueden experimentar una ganancia de peso después de la cirugía. Sin embargo, el especialista destaca que este porcentaje se puede gestionar con enfoques multidisciplinarios que incluyan cambios en los hábitos de vida y tratamientos específicos. En casos de recurrencia, existen opciones quirúrgicas adicionales, como convertir una manga gástrica en un bypass gástrico.
El profesional bariátrico aconseja a los pacientes entender que la cirugía bariátrica es un proceso continuo, no una solución rápida, instantánea y que pueda ser eterna y destaca la importancia del compromiso personal, la adecuación de hábitos saludables y la participación activa en el tratamiento multidisciplinario para garantizar el éxito a largo plazo.
Mariana Den Hollander es paciente bariátrica y, a su vez, es la autora del libro “La cirugía que más pesa”, libro en el que busca contar su historia en conjunto a otros testimonios de quienes han tenido problemáticas de salud posterior a las cirugías bariátricas a las que se han sometido.
Desde su experiencia y como testigo de diversos testimonios, comenta que uno de los principales problemas asociados a las cirugías bariátricas es la desnutrición de por vida, que, aún a pesar de las indicaciones médicas de tomar multivitamínicos de manera continua, permanece y no se recupera en un 100%.
La autora sostiene que “algunos doctores te dicen que tienes que tomar multivitaminas de por vida y otros dicen por un tiempo, pero no te dicen realmente lo que sucede. Nos hacemos personas desnutridas de por vida”.
Den Hollander argumenta que muchos médicos no informan a sus pacientes sobre la realidad de ser un paciente bariátrico a largo plazo. Alega que la falta de estudios en periodos extensos de tiempo promovidos por empresas de salud y la escasa información sobre secuelas específicas contribuye a la falta de conciencia sobre los riesgos reales de la cirugía bariátrica y lo que significa.
Así mismo, la escritora destaca que otro factor importante son “los gastos económicos después de una cirugía bariátrica” y enfatiza en que “a largo plazo son altísimos”, estos relacionados con la cirugía bariátrica, incluida la necesidad de suplementos costosos y pruebas de sangre frecuentes.
Den Hollander sostiene que “los pacientes bariátricos tenemos cuatro veces más chance de un suicidio que una persona no operada, los pacientes bariátricos también tenemos una susceptibilidad muy alta al alcoholismo, no por transferencia de adicción, sino por el tema de la absorción del alcohol después de la cirugía. Te puedes hacer adicto muy fácil porque la absorción del alcohol es sumamente profunda”.
Den Hollander destaca el concepto de “luna de miel” después de la cirugía bariátrica, donde los pacientes experimentan beneficios a corto plazo, pero advierte que esto puede encubrir las secuelas reales que surgen después de varios años. Hace hincapié en la importancia de mirar más allá de las historias de éxito inmediato y considerar los efectos a largo plazo.
Mariana destaca la necesidad de una mayor conciencia y transparencia en torno a la cirugía bariátrica, argumentando que la falta de información integral pone a los pacientes en riesgo de enfrentar secuelas no anticipadas. Su llamado a la reflexión insta a aquellos considerando este procedimiento a examinar detenidamente los riesgos a largo plazo antes de tomar una decisión.
