Las bebidas energéticas son populares por su capacidad de aumentar la energía y el estado de alerta. Sin embargo, sus componentes, como la cafeína y la guaraná, pueden tener efectos adversos graves sobre el sistema cardiovascular, especialmente en consumidores frecuentes o con condiciones preexisten
En los últimos años, las bebidas energéticas se han convertido en una opción popular entre personas que buscan mejorar su rendimiento físico o mental. Sin embargo, su consumo no está exento de riesgos, especialmente para la salud cardiovascular.
Fernando Torres, toxicólogo y director de la Escuela de Química y Farmacia UNAB, explica los pros y contras de sus ingredientes activos y sus efectos en el organismo.
Las bebidas energéticas contienen una amplia gama de componentes, entre los que destacan la cafeína, la glucosa, aditivos como conservantes y colorantes, taurina, guaraná, y sales minerales (como magnesio y potasio). “Cada fabricante varía su fórmula, pero la combinación de estos ingredientes tiene un impacto directo en el sistema cardiovascular”, señala Torres.
La cafeína es, sin duda, uno de los ingredientes más importantes y también el más controvertido. “La cafeína tiene un efecto estimulante que, en dosis elevadas, puede provocar un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial”, advierte Torres. Además, estudios han demostrado que el consumo elevado de cafeína puede llevar a la agregación plaquetaria, incrementando el riesgo de eventos cardiovasculares como trombosis.
El impacto de la cafeína en el sistema cardiovascular es significativo. “Se ha reportado que el consumo de bebidas energéticas, especialmente en exceso, puede causar taquicardia, arritmias, palpitaciones e incluso alterar la actividad eléctrica del corazón”, explica el experto. Además, un estudio realizado en Italia en 2018 identificó que los jóvenes que combinaban estas bebidas con alcohol tenían un mayor riesgo de desarrollar fibrilación auricular.
El contenido de cafeína en una bebida energética puede variar entre 80 y 322 miligramos, lo que representa una cantidad considerable en comparación con una taza de café. “La interacción de la cafeína con otros compuestos, como la taurina y la glucosa, puede incrementar el riesgo de efectos adversos en el corazón, incluyendo convulsiones o, en casos extremos, muerte súbita cardíaca”, agrega Torres.
Por otro lado, la cafeína también puede generar otros efectos secundarios, como insomnio, dolores de cabeza, ansiedad, temblores e incluso dependencia. “En algunas personas, puede aumentar la secreción de ácido estomacal, provocando acidez o malestar gástrico”, afirma el toxicólogo.
Según la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU.), la cantidad segura de cafeína para la mayoría de los adultos es de hasta 400 miligramos al día, equivalente a cuatro tazas de café o dos bebidas energéticas. Sin embargo, Torres advierte que “el contenido real de cafeína en las bebidas energéticas puede ser variable, lo que dificulta controlar con exactitud la cantidad consumida”.
Además de la cafeína, el guaraná es otro ingrediente presente en muchas bebidas energéticas que puede representar un riesgo cardiovascular. “El guaraná contiene altas dosis de cafeína, por lo que, en cantidades elevadas, puede incrementar la presión arterial y causar efectos similares a los de la cafeína”, dice Torres.
El experto subraya la importancia de leer las etiquetas. “Aunque las bebidas energéticas tienen una composición similar, algunas marcas contienen más cafeína o guaraná que otras, lo que podría aumentar los riesgos para la salud”, menciona
Las personas que padecen enfermedades cardiovasculares deben ser especialmente cautelosas. Un estudio realizado en el Hospital Henry Ford de Estados Unidos encontró que quienes tienen hipertensión o arritmias deben evitar el consumo de bebidas energéticas. “Estas personas ya tienen un sistema cardiovascular vulnerable, y el consumo de estas bebidas podría agravar su condición, elevando su presión arterial y frecuencia cardiaca”, asegura Torres.
Del mismo modo, el consumo de bebidas energéticas puede interferir con la eficacia de los medicamentos para la hipertensión y otras patologías del corazón. “El guaraná y la cafeína son los principales responsables de estos efectos adversos”, recalca el toxicólogo.
Si bien las bebidas energéticas ofrecen una solución rápida para mejorar el estado de alerta, existen alternativas más saludables que no comprometen el sistema cardiovascular. “La mejor forma de mantener niveles de energía adecuados es con hábitos de vida saludables, como hacer ejercicio regularmente, dormir al menos 7 u 8 horas diarias y llevar una alimentación equilibrada”, recomienda Torres.
Además, reducir el consumo de alcohol, tabaco y alimentos ultraprocesados es clave para proteger el corazón y mantener un buen estado físico.