
¿Qué es el miedo y cómo afecta cuerpo y mente? Claves para enfrentarlo en tiempos de incertidumbre
El miedo crónico puede dañar la salud física y mental. Un experto chileno entrega herramientas para reducir sus efectos y recuperar el equilibrio emocional.
El miedo es una respuesta emocional básica ante una amenaza real o percibida. En su forma aguda, permite al cuerpo reaccionar rápidamente ante el peligro. Sin embargo, cuando se prolonga en el tiempo, puede transformarse en una respuesta crónica que desgasta la mente, desregula las emociones y afecta la salud física.
En un contexto social marcado por la inseguridad, la sobrecarga informativa y el estrés constante, el miedo se ha instalado como una emoción predominante en la vida de muchas personas. Según la encuesta Data Influye (mayo 2025), más del 56% de los chilenos considera justificado el alto nivel de temor social, y un 30% dice vivir con miedo frecuentemente.
Entre sus síntomas más comunes se encuentran:
- Aceleración del ritmo cardíaco
- Tensión muscular
- Insomnio o sueño interrumpido
- Dificultad para concentrarse
- Irritabilidad constante
- Pensamientos negativos o catastrofistas
Según Pablo Fuenzalida, fundador de Dinámicas Humanas y DhumanLab y profesor de liderazgo y coaching en la Universidad Adolfo Ibáñez, cuando vivimos con miedo sostenido “el cuerpo entra en modo sobrevivencia. Vivimos con la amígdala cerebral sobreexcitada, generando cortisol de forma crónica. Eso desregula nuestras emociones, debilita la salud y distorsiona nuestra capacidad de decidir”.
Puede transformarse en ansiedad o depresión
Si no se regula a tiempo, el miedo puede evolucionar hacia cuadros de ansiedad crónica o depresión. Esto no solo afecta la calidad de vida, sino también la capacidad para tomar decisiones, resolver conflictos o establecer vínculos sanos.
Por eso, el especialista propone aplicar lo que llama una “ecología emocional atencional”. Esto es elegir conscientemente a qué aspectos de la realidad se enfoca la atención. “Si solo hablamos de lo que amenaza, ampliamos el miedo. Necesitamos volver a hablar de lo que sostiene, de lo que calma, de lo que funciona, aunque sea pequeño”, señala.
Pablo Fuenzalida, con más de 23 años de experiencia acompañando a personas y organizaciones, propone tres acciones concretas para reducir los efectos del miedo y recuperar la estabilidad emocional:
- Regula tu cuerpo, calma tu mente: El miedo es una emoción que afecta tu fisiología. Técnicas como la meditación, la respiración consciente y duchas frías breves, entrenan el cuerpo para actuar en calma en momentos de estrés. El ejercicio, el llanto y la risa, entre otras permiten liberar la carga emocional acumulada.
- Fortalece tus vínculos cercanos: La red emocional inmediata —familia, amistades, comunidad— es el mayor antídoto contra el miedo. “Donde hay vínculo, hay seguridad emocional. No se trata de hablar de grandes cambios, sino de gestos cotidianos que nos recuerdan que no estamos solos”, explica el especialista.
- Cuida tu atención, no todo es amenaza: El experto advierte sobre el efecto del lenguaje y las conversaciones en el estado emocional colectivo. “Si solo hablamos del miedo, lo amplificamos. Tenemos que volver a hablar también de lo que funciona, de lo que nos hace bien”, afirma Fuenzalida.
¿Es posible vivir sin miedo?
La propuesta del experto no busca negar la realidad ni minimizar los problemas del país, sino desarrollar herramientas internas para no vivir atrapados en el miedo. Para Fuenzalida, el país atraviesa una crisis emocional que requiere nuevas conversaciones, más amabilidad y un cambio de foco.
Si vives con miedo o ansiedad de forma frecuente, buscar apoyo profesional puede marcar una gran diferencia.