
Más allá de la primavera: la nueva realidad de las alergias ante el cambio climático
En Chile, las alergias ya no son solo cosa de primavera. Con julio y agosto marcando el inicio de los síntomas en muchas personas, expertos advierten sobre el impacto del cambio climático y las nuevas soluciones para convivir con esta condición.
Hasta hace poco, hablar de alergias era pensar en flores, primavera y estornudos. Pero hoy, la realidad es otra. El cambio climático está reescribiendo el calendario de las enfermedades alérgicas, adelantando los síntomas típicos de la primavera a los meses de invierno. En Chile, ya desde fines de julio muchas personas comienzan a experimentar congestión nasal, ojos irritados, estornudos persistentes y tos seca.
Este fenómeno tiene una explicación científica: el aumento en la concentración de aeroalérgenos como el polen o los ácaros del polvo, impulsado por alteraciones en los ciclos naturales debido al calentamiento global. Según la Organización Mundial de la Alergia, entre 400 y 600 millones de personas sufren de algún tipo de alergia, y se estima que para 2050 la mitad de la población mundial será alérgica. En Chile, cerca del 30% ya lo es.
Lejos de ser una moda, las alergias son enfermedades inmunológicas complejas que han aumentado notoriamente desde mediados del siglo XX. Entre las teorías más difundidas para explicar su auge se encuentra la “teoría de la higiene”, que plantea que, en la medida que las condiciones sanitarias mejoraron y disminuyeron las infecciones por parásitos, el sistema inmune comenzó a reaccionar de forma exagerada ante sustancias inofensivas.
Actualmente se entiende que su aparición responde a una combinación de factores genéticos, ambientales y de estilo de vida. La exposición a contaminantes, el estrés, la vida urbana y una dieta desequilibrada pueden alterar la microbiota intestinal y desencadenar reacciones alérgicas.
El Día Mundial de la Alergia, que se conmemora cada 8 de julio, busca crear conciencia sobre la magnitud de este problema de salud pública.
Nuevas herramientas contra los síntomas
Ante este escenario, es clave conocer las innovaciones disponibles en el tratamiento. Desde la Asociación Industrial de Laboratorios Farmacéuticos (Asilfa), su vicepresidente ejecutivo, Patricio Huenchuñir, explica que la consulta médica especializada sigue siendo el primer paso para abordar la alergia de forma efectiva. “Lo más habitual es que se receten antihistamínicos, atomizadores nasales de esteroides o descongestionantes para aliviar los síntomas”, comenta.
Sin embargo, uno de los efectos secundarios más temidos de los medicamentos para la alergia es la somnolencia. Esto es común con los antihistamínicos de primera generación, que actúan sobre el sistema nervioso central. Pero las nuevas formulaciones —de segunda generación— minimizan o eliminan este efecto sedante, lo que permite a los pacientes continuar con sus actividades diarias sin interrupciones. “La industria chilena está comprometida con ofrecer medicamentos innovadores que mejoren la calidad de vida sin comprometer la funcionalidad diaria”, destaca el experto.
Sin embargo, la industria farmacéutica también ha avanzado en terapias que van más allá del alivio momentáneo. Una de ellas es la inmunoterapia, un tratamiento prolongado —de entre 3 y 5 años— que busca modificar la respuesta inmunológica del paciente para hacerlo más tolerante a los alérgenos. “Ha demostrado ser eficaz en algunos casos para mejorar los síntomas, e incluso, en ocasiones, curar la alergia”, afirma Huenchuñir.
Además, desde colchones que acumulan ácaros hasta moho en ambientes húmedos, el hogar puede convertirse en un verdadero campo de batalla para las personas alérgicas. Para combatirlo, la marca sueca Electrolux promueve productos como aspiradoras con filtros HEPA —capaces de eliminar hasta el 99,9% de las partículas microscópicas— y purificadores de aire como el modelo Well A7, que con sensores inteligentes y múltiples capas de filtrado, captura alérgenos, virus y bacterias, asegurando un aire más limpio durante todo el año.
¿Qué podemos hacer?
- Consultar a un especialista y evitar la automedicación.
- Evitar los desencadenantes conocidos (como el polvo, moho o pólenes).
- Mantener una dieta saludable y un ambiente libre de contaminantes.
- Apoyarse en tecnología para mejorar la calidad del aire en casa.
- Y, por supuesto, seguir rigurosamente el tratamiento indicado por el médico.
Aunque las alergias no siempre se pueden prevenir, sí es posible mitigar su impacto con información, prevención y nuevas herramientas médicas y tecnológicas. Hoy, más que nunca, respirar bien y vivir mejor es una meta alcanzable, incluso cuando los estornudos se adelantan al invierno.