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Bebidas y alimentos en Chile: qué son los aditivos y cómo afectan la salud Alimentos Créditos: El Mostrador.

Bebidas y alimentos en Chile: qué son los aditivos y cómo afectan la salud

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En Chile, los aditivos en alimentos y bebidas están regulados para garantizar su inocuidad. Sin embargo, el consumo excesivo de bebidas azucaradas se asocia a riesgos como obesidad, diabetes y enfermedades cardiovasculares, lo que refuerza la importancia del etiquetado y la educación alimentaria.


Los aditivos son sustancias que se incorporan deliberadamente a los alimentos con el fin de prolongar su conservación, potenciar su sabor, mejorar su textura o realzar su color y apariencia.

En Chile, su uso está regulado por el Reglamento Sanitario de los Alimentos (RSA), que determina qué tipos están permitidos, bajo qué condiciones pueden emplearse y los límites máximos autorizados, siguiendo además los estándares del Codex Alimentarius.

Por ejemplo, las bebidas azucaradas contienen diversos aditivos que buscan mejorar su sabor, apariencia y conservación. Entre ellos se incluyen saborizantes, que potencian el gusto; conservantes, como el benzoato de sodio y el sorbato de potasio, que prolongan su vida útil; colorantes, como la tartrazina (E102), responsable del característico tono amarillo; y ácidos, como el fosfórico y el cítrico, que aportan acidez y realzan el sabor de la bebida.

Marcela Rodríguez, Directora de Asuntos Científicos y Regulatorios de la Alianza Latinoamericana de Asociaciones de la Industria de Alimentos y Bebidas (ALAIAB), explica que “la función principal de los aditivos alimentarios en la industria de alimentos y bebidas es garantizar la seguridad, estabilidad y calidad de los productos, al tiempo que se preservan sus características sensoriales y su vida útil. Dependiendo del alimento o bebida final que se desee procesar algunas veces, es necesario incorporar ciertos aditivos que ayudan a mantener la inocuidad alimentaria, frescura, sabor, textura, aroma y apariencia de los productos o que contribuyan a un mayor aporte nutricional”.

Riesgos y etiquetado de bebidas azucaradas

Sin embargo, el consumo excesivo de bebidas azucaradas se ha asociado con diversos problemas de salud, entre ellos la obesidad, debido a su elevado contenido calórico; la diabetes tipo 2, provocada por el exceso de azúcares añadidos; y enfermedades cardiovasculares, vinculadas al consumo elevado de azúcar y grasas. Además, estudios recientes indican que la combinación de ciertos aditivos, como almidones modificados y edulcorantes artificiales, podría aumentar el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.

Rodríguez explica que “proteger la salud y la seguridad del consumidor es una prioridad fundamental para la industria de alimentos y bebidas. Por ello, la industria de alimentos y bebidas se adapta constantemente cuando las regulaciones evolucionan, pero es importante subrayar que estas decisiones deben basarse siempre en la ciencia y en consensos globales, evitando acciones aisladas o impulsadas únicamente por presiones políticas cambiantes”.

Además, agrega que, bajo este sentido, “el uso del término “ultraprocesados” carece de un sustento científico sólido, ya que confunde el nivel de procesamiento con la calidad nutricional de los alimentos y puede contribuir a estigmatizar tecnologías alimentarias que son seguras, útiles y esenciales para garantizar la disponibilidad de productos accesibles y de calidad”.

En nuestro país, desde la entrada en vigor de la Ley 20.606, todos los alimentos y bebidas envasadas en Chile deben portar etiquetas con información nutricional clara. Estas advertencias alertan sobre altos niveles de azúcares, grasas saturadas y sodio, proporcionando a los consumidores las herramientas necesarias para tomar decisiones más informadas sobre su alimentación.

Aditivos y hábitos clave para una alimentación segura

Para cuidar la salud, es fundamental leer las etiquetas de los alimentos, revisando cuidadosamente la lista de ingredientes y los valores nutricionales.

Se recomienda limitar el consumo de bebidas azucaradas, privilegiando opciones más saludables como agua, infusiones sin azúcar o jugos naturales. “Es importante resaltar que todos los aditivos utilizados en la industria están sometidos al cumplimiento de estrictas regulaciones y solo pueden emplearse una vez que han sido evaluados y aprobados por organismos internacionales de referencia como seguros para el consumo humano. Además, las autoridades de seguridad alimentaria revisan periódicamente la seguridad de estos ingredientes a partir de nuevos datos científicos, asegurando que se mantengan actualizados los estándares de protección”, explica Rodríguez.

Para la experta, es importante la regulación que se le de a los aditivos de los distintos alimentos. “La regulación de los aditivos alimentarios en América Latina y otras regiones del mundo tiene un mismo objetivo: proteger la salud del consumidor y garantizar la inocuidad de los alimentos y bebidas”, agrega.

Asimismo, “la investigación científica y la ciencia de los alimentos y bebidas deben constituir la base de todas las decisiones relacionadas con la autorización, restricción o prohibición de aditivos alimentarios. Para ello, los científicos llevan a cabo estudios toxicológicos, bioquímicos y epidemiológicos que permiten determinar la dosis segura de consumo (Ingesta Diaria Admisible – IDA), evaluar posibles efectos adversos y analizar la interacción del aditivo con otros compuestos”, concluye Rodríguez.

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