Su preocupación por el estado de salud de los 35 comuneros mapuche en huelga de hambre manifestó este miércoles el consejo del Instituto Nacional de Derechos Humanos (IDH).
A juicio del organismo, los manifestantes, que permanecen en ayuno hace más de dos meses en distintos penales del sur del país, se encuentran en una situación de «urgencia humanitaria».
Así lo expresó la presidenta del IDH, Lorena Fries, quien dijo que el consejo busca «alertar sobre la situación límite que están viviendo 35 personas mapuche presas en distintos puntos de la Araucanía, Bíobío y la región de Los Lagos.
A partir de ahora, puede haber un desenlace fatal y es obligación de este instituto alertar tanto al gobierno, al Congreso, a los partidos políticos y a la sociedad en su conjunto de que urge encontrar una solución a los problemas planteados por los comuneros».
Los miembros del consejo, representantes de la diversidad del espectro político del país y designados por la Cámara de Diputados, manifestaron su preocupación y llamaron a los actores políticos a encontrar una pronta solución a las demandas de los comuneros.
La abogada de derechos humanos y miembro de la entidad, Pamela Pereira, sostuvo que «los mapuche no están pidiendo siquiera que no los juzguen, lo que piden es que sea con las normas del debido proceso, que se sepa quienes son los testigos y que puedan sostener sus dichos, porque con los testigos sin rostro nadie sabe si realmente le consta o no le consta lo que está diciendo».
En ese sentido, la profesional agregó «quiero plantear mi reconocimiento al pueblo mapuche, a la legitimidad de la huelga de hambre, que arranca de la necesidad de reconocer la violencia en una de las zonas más pobres del país, donde se genera una riqueza ajena a los mapuche y cuya generación arruina la tierra y el entorno de las comunidades, fuente de su cosmovisión y religiosidad».
Por su parte, el también miembro de la entidad, Roberto Garretón señaló que «la huelga de hambre logró lo que en 500 años no se había logrado: que toda la clase política chilena asumiera como propio, al menos en las palabras, el tema de los pueblos indígenas. La huelga de hambre fue un último recurso, una medida desesperada que logró que se les oyera y sólo espero que no sea demasiado tarde».
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