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Rousseff apunta a reactivar el crecimiento en 2013 al avecinarse las elecciones brasileñas

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La presidente de Brasil, Dilma Rousseff, que se halla a mitad de su mandato, tiene por delante un año crucial en tanto busca reactivar el crecimiento económico para prepararse para las elecciones de octubre de 2014.

En vista de que la economía avanza a un cuarto del ritmo que ella se propuso luego de asumir su cargo, su gobierno ha puesto en práctica dos medidas de estímulo por mes en el último año. Si el mayor mercado emergente del mundo después de China no repunta pronto, Rousseff, de 65 años, podría tener que librar una batalla electoral aun cuando actualmente tiene un índice de aprobación récord.

La debilidad de la economía pone en peligro sus perspectivas y llevó al mayor partido opositor a nombrar a su candidato más probable, dijo André César, director de la consultora Prospectiva. El producto interno bruto creció en la primera mitad del mandato de Rousseff a una tasa promedio anual de 1,87 por ciento, el ritmo bienal más lento desde 1998-99.

“Un mal desempeño económico podría debilitar el apoyo con que cuenta”, señaló César, que pronosticó la victoria de Rousseff en las elecciones de 2010 cuando ella todavía estaba rezagada en las encuestas, en una entrevista telefónica del 7 de enero desde Brasilia. “No sólo sus votantes sino también sus aliados van a estar mirando de cerca la economía. Un crecimiento de menos del 3 por ciento este año pone en peligro su reelección”.

Los analistas encuestados por el banco central rebajaron sus perspectivas de crecimiento para 2013 en nueve de las últimas diez semanas de 4 por ciento en noviembre a 3,19 por ciento, según el banco central.

La misma boleta

Aunque Rousseff dijo el 27 de diciembre que no hablaría de los comicios presidenciales, el vicepresidente, Michel Temer, declaró el 16 de octubre que ambos se presentarán con la misma boleta en 2014.

Cuando Rousseff asumió la presidencia el 1º de enero de 2011, su Partido de los Trabajadores gozaba de gran popularidad. Brasil informó un crecimiento de 7,5 por ciento en 2010, y el antecesor y mentor de Rousseff, el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, terminó sus ocho años en el poder con un índice de aprobación inédito de 87 por ciento. Durante su mandato, casi 40 millones de brasileños salieron de la pobreza.

Rousseff, que fue jefa de gabinete de Lula, dijo a dos meses de iniciar su presidencia que apuntaría a un crecimiento de entre 4,5 por ciento y 5 por ciento en los siguientes años.

En cambio, el crecimiento se desaceleró a 2,7 por ciento en 2011 y a 1 por ciento el año pasado, calcula el banco central, en tanto los precios de las materias primas bajaron y una moneda sobrevaluada hizo que los industriales perdieran cuota de mercado ante los competidores extranjeros. Entretanto, la inflación, que llegó a 5,84 por ciento en 2012, superó durante tres años consecutivos el punto medio de 4,5 por ciento de la banda fijada por el banco central.

“El aumento de los precios es lo peor que le puede pasar en un año de elecciones”, dijo John Welch, estratega de CIBC World Markets de Toronto. “El momento de controlar la inflación es este”.

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