El gobierno de Brasil flexibilizará las normas que lo obligaron a hacerse cargo del aumento del gasto de los estados y las ciudades para asegurar que se cumplieran las metas fiscales del país, dijo ayer el secretario del Tesoro, Arno Augustin. La medida permite que los gobiernos federales y municipales eleven el gasto.
Las directrices del gobierno para su presupuesto 2014 apuntan a un superávit antes del pago de intereses de 167.400 millones de reales (US$83.650 millones), o 3,1 por ciento del producto interno bruto, anunció ayer el gobierno. De ese total, 116.100 millones de reales es la meta de superávit del gobierno central mientras que 51.200 millones de reales corresponden al excedente previsto para los estados y los municipios. Actualmente, si los estados no cumplen con su meta, la meta del gobierno federal se ve afectada.
“Sugerimos la hipótesis de reducir la meta para algunas funciones, que son aquellas que el país entiende que son más importantes, como las inversiones y las rebajas de impuestos”, declaró Augustin a la prensa en Brasilia ayer. “La meta existe pero no necesariamente debe hacerse responsable de ella el gobierno federal si eventualmente no se cumple”, agregó.
Para Newton Rosa, economista jefe de Sul América Investimentos, la flexibilización significa más gasto público. Sul América prevé que el banco central de Brasil aumentará la tasa Selic 0,5 puntos porcentuales esta semana.
“Es una señal de que el gobierno continuará reduciendo su superávit primario, trabajará con una meta más chica”, expresó en una entrevista telefónica desde Sao Paulo. “Si uno ya está en una situación de aumento de tasas, el peso que recae en la política monetaria se vuelve mayor”.
La mayor economía de América Latina creció 0,9 por ciento el año pasado, el ritmo más lento en tres años. El crecimiento repuntará a por lo menos 3 por ciento este año, dijo el mes pasado el ministro de Hacienda, Guido Mantega.
