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Mercado del Oro confunde a Bernanke y otros banqueros con sus variaciones de precios


Ben S. Bernanke, el banquero central más poderoso del mundo, dice que no entiende los precios del oro. Si sus pares hubieran prestado atención, podrían haberse abstenido de ampliar reservas que perdieron US$545 de su valor desde que el lingote alcanzó un pico máximo en 2011.

Bernanke, que tiene a su haber diplomas de economía de la Universidad de Harvard y del Massachusetts Institute of Technology, M.I.T., y estuvo al frente de la Reserva Federal durante el mayor desastre financiero desde la Gran Depresión, dijo en julio a la Comisión de Banca del Senado que “nadie entiende en realidad los precios del oro y yo tampoco pretendo entenderlos verdaderamente”.

Los bancos centrales, que tienen un 18 por ciento de todo el oro extraído, sumarán 350 toneladas valorizadas en US$15.000 millones este año, según estimaciones del Consejo Mundial del Oro, con sede en Londres. Compraron 535 toneladas en 2012, el nivel más alto desde 1964. Rusia, que es el mayor comprador, amplió las reservas un 20 por ciento desde que los precios alcanzaron un récord de US$1.921,15 la onza, en septiembre de 2011. El oro se desplomó un 31 por ciento desde entonces.

En tanto los diseñadores de la política compraban, los inversores perdían fe en el metal como reserva de valor. El valor de los productos negociados en bolsa (ETP es su sigla en inglés) cayó US$60.400 millones, o sea, 43 por ciento, este año, endosando pérdidas al gerente de fondos de cobertura John Paulson, de acuerdo a datos recopilados por Bloomberg. El inversor multimillonario George Soros vendió sus tenencias en el mayor ETP respaldado por oro este año y las compañías mineras redujeron por lo menos en US$26.000 millones los valores de sus activos.

Peor caída

El oro, que ingresó en un mercado bajista en abril, cayó 21 por ciento hasta US$1.316,28 este año, el 4 de octubre, aprestándose a la mayor caída desde 1981. Subió seis veces, en tanto se recuperó durante 12 años seguidos hasta 2012, superando un aumento de 17 por ciento en el índice mundial de títulos MSCI, mientras el indicador GSCI de Standard Poor’s de productos básicos creció más del doble. Es la tercera materia prima con peor desempeño este año, después del maíz y la plata.

Los diseñadores de la política, que son responsables de proteger a sus economías de la inflación, suelen minimizar las decisiones relativas a la inversión en oro, comprando alto y vendiendo bajo. Cuando el lingote alcanzó en 1999 un mínimo en 20 años y mientras los precios llegaron a duplicarse en los siguientes nueve años, redujeron las tenencias. Los banqueros centrales se convirtieron en compradores netos justo antes del pico máximo en 2011.

“Los banqueros centrales compraron normalmente cuando quizás había que vender y vendieron cuando tal vez había que comprar”, dijo Michael Strauss, que colabora en la gestión de activos por unos US$25.000 millones como estratega principal de inversiones y economista principal de Commonfund Group en Wilton, Connecticut. “Va a ser un mercado difícil y a veces el precio del oro es impulsado por emociones más que por factores fundamentales. Los bancos centrales han sido malos operadores de oro”.

Warren Buffet, la cuarta persona más rica en el Bloomberg Billionaires Index y el inversor más exitoso del mundo, ha dicho que el metal no tiene ninguna utilidad, ya que una vez extraído va a parar a bóvedas. Países que van de los Estados Unidos al Reino Unido adoptaron un patrón oro en el siglo XIX para limitar la inflación, pero ya ningún banco central o institución gubernamental vincula las monedas directamente al metal. La Fed, creada un siglo atrás, cortó los vínculos del dólar con el oro hace cuatro décadas.

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