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El CEO de los juegos en Río promete mostrar que Brasil puede ejecutar un evento libre de corrupción

Iván Weissman S
Por : Iván Weissman S Editor El Mostrador Semanal
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Sidney Levy, quien encabeza los preparativos para los Juegos Olímpicos de Brasil, en verano de 2016, dice que los juegos proyectados en 30.000 millones de reales (US$ 12.500 millones) son una oportunidad para demostrar que el país puede ejecutar un proyecto de gran envergadura y sin escándalo.

El hombre de 57 años de edad, se hizo cargo del comité organizador de Río en enero de 2013, y dice que la preparación para las dos semanas y media de competencia puede reconstruir la confianza entre el país y sus elites empresariales si prueban que las cosas se pueden hacer "sin corrupción". La semana pasada, su comité dijo que el presupuesto operativo aumentó en un 25 por ciento a 7.000 millones de reales, y mañana se dará a conocer un nuevo plan de gastos de capital -originalmente estimado en 23.000 millones de reales -.

"Ha llegado la hora para el pueblo brasileño de entender y creer que hay gente en Brasil lo suficientemente capacitada para recaudar y gastar 7.000 millones de reales de una manera transparente ", dijo Levy en una entrevista del 23 de enero en la sede de Río 2016, poco después de anunciar el presupuesto operativo.

Forbes en noviembre estimó que el costo de la corrupción en Brasil en el 2013 podría ser tan alto como US$ 53.000 millones, y la presidente Dilma Rousseff ha despedido a varios ministros por acusaciones de corrupción. La inflación se ha mantenido por encima de la meta del gobierno desde el año 2010 y la economía creció desde el 2011 al 2013 a su nivel más lento en una década.

Manifestaciones

La frustración con los líderes políticos y empresariales del país provocó las protestas más grandes en Brasil en más de dos décadas. Millones de personas marcharon el año pasado tras el enojo que se inició por un aumento en las tarifas de autobús.

Las manifestaciones aumentaron incluyendo quejas por corrupción, relaciones cercanas entre las empresas y los funcionarios del gobierno y reclamos de que los miles de millones gastados en eventos deportivos estarían mejor utilizados si se hubieran destinado a mejorar los sistemas de salud y educación en Brasil.

Brasil pasó de un régimen militar a la democracia a principios de 1980 y desde entonces ha tenido problemas para hacer frente a la corrupción, dijo Andrew Zimbalist, un economista de la Universidad de Smith en Northampton, Massachusetts, en una entrevista telefónica.

Comprensible

Levy dijo que el sentimiento público es comprensible. "En muchas áreas Brasil se ha convertido en primer mundo", dijo. "Así que no podemos tolerar que en tantas otras áreas Brasil todavía siga siendo tercer mundo. No podemos estar de acuerdo con eso. Tenemos que ir en contra de eso”.

El estado de ánimo nacional dio lugar a un retraso de ocho meses en conseguir que los presupuestos olímpicos locales sean aprobados. Mientras que los planes de gasto se esperaban para el mes de abril, se vieron demorados dado que los gobiernos locales y nacionales trataban de decidir el reparto de responsabilidades.

Cambio de Finanzas

Levy dijo que la reducción de gastos del presupuesto de la organización tuvo sentido, y significa que su comité puede decir que sus costos son totalmente cubiertos con financiación privada. Los ítems extraídos del presupuesto incluyen la compra de 27.000 dispositivos de comunicación por radio, generadores de energía y los autobuses necesarios para trasladar a los miles de atletas, delegados de equipo y medios de comunicación alrededor de la ciudad costera.

El presupuesto operativo se ha incrementado desde el original en 5.600 millones de reales debido a los nuevos deportes, más requisitos tecnológicos y error de cálculo de los costos de seguridad y salarios de los trabajadores, dijo Levy. El personal del comité organizador crecerá a varios miles en la época de los juegos.

Los auspicios, el merchandising, la venta de entradas y una donación de US$ 1.100 millones desde el Comité Olímpico Internacional conformarán el grueso del presupuesto operativo, que según Levy, está financiado en un 70 por ciento. Obtener el remanente va a ser "difícil", dijo. Correios, una compañía naviera nacional, firmó el 24 de enero un acuerdo por un valor de 300 millones de reales para ser socio logístico oficial de los juegos.

El Gobierno de Brasil ha acordado cubrir cualquier déficit, a pesar de que ese resultado significaría que los organizadores habrían fracasado, dijo Levy.

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