Publicidad
Isabel Pantoja, la mujer que le devolvió el glamour clásico al Festival de Viña

Isabel Pantoja, la mujer que le devolvió el glamour clásico al Festival de Viña

Loreto Santibáñez
Por : Loreto Santibáñez Editora de Agenda País y Revista Jengibre. Periodista PUC con experiencia en prensa escrita, radio y TV, tanto en Chile como en el extranjero.
Ver Más

La artista recibió, a nombre de Juan Gabriel, la Gaviota de Platino, premio especial que sólo había sido recibido por Luis Miguel el 2012.


Apenas pisó el escenario de la Quinta Vergara recibió una ovación. Sin que cantara una sola nota, el público ya estaba rendido a sus pies. Y no los decepcionó. Isabel Pantoja hizo recordar ese Festival de Viña de antaño, con los «os quiero, os amo, os adoro» y «si tuviera un hijo le pondría Chile». Emoción genuina que se traspasó a la pantalla.

El show empezó con Del Olvido al No me Acuerdo y Se me Olvidó Otra Vez, ambas de Juan Gabriel, su gran amigo y compadre, con quien grabó su último disco Hasta que se Apague el Sol. Fue a él a quien dedicó palabras durante su actuación como «mi amor, te quiero hasta la eternidad».

No faltaron los clásicos propios como Marinero de Luces o Hazme Tuya una Vez Más donde demostró toda su experiencia de más de 40 años de carrera. Visiblemente emocionada, también agradeció la oportunidad de haber sido invitada luego de que saliera en libertad tras dos años en prisión por lavado de dinero.

«Soy mujer de poco hablar, soy cantante de poco hablar, pero sí quiero darles las gracias infinitas de por primera vez en mi vida pisar la Quinta Vergara», dijo. Y agregó: «Hoy puedo cantar, que es lo único que Dios, hasta que me lo quite, voy a seguir haciendo».

Foto: Agencia Uno

Pero Pantoja no sólo demostró su calidad artística sino también su carácter, como cuando pidió respeto a los de la primera fila. «Hay muchos sitios para hablar, no la primera fila. Y a una artista, sea quien sea, hay que respetarla», dijo refiriéndose a algunos miembros del jurado. «Los señores que estaban hablando de sus cosas que tengan un poquito de respeto», agregó en alusión a Mario Domm, vocalista de Camila.

Y no fue la única vez que sacó su personalidad. También lo hizo cuando le dijo al director de orquesta que se había equivocado de canción o cuando dice «el año que viene otra vez aquí, vale?»

Isabel Pantoja demostró que era una diva de tomo y lomo, cuya poderosa voz se escuchaba aunque tuviera el micrófono a la altura de la cintura. Una diva que agradece a su público por escucharla y corear sus canciones. Una, que valora el fervor del «monstruo» pidiendo una gaviota, tan distinto de los artistas que la ven como «una más» o los artistas anglos que ni siquiera entienden por qué interrumpen su show. «Estoy muy alegre pero al mismo tiempo muy frágil, necesito asimilarlo», reconoció mientras mordía las alas de una gaviota para saber que no era un sueño.

Una noche mágica, como en los festivales de antaño, que se vio reflejada con Así Fue, un clásico cuyo coro dice «No te aferres» y donde el público con luces coreó toda la canción y fue Pantoja quien ésta vez se rindió a sus pies.

Luego vino el reconocimiento a Juan Gabriel y la Gaviota de Platino que, en su honor, recibió ella y quien dijo que atesorará para siempre. Ovación cerrada mientras suena Se me Enamora le Alma para terminar el show. Despertó el monstruo, pero el lado dulce de él. Ese incondicional que mantiene vivo el festival.

Foto: Agencia Uno

Publicidad

Tendencias